Another Hazy May

XXV

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Harry hace una lista de reproducción llamada "RT with LT" y comparten un par de auriculares y lo escuchan en el autobús camino a Cheshire la mañana siguiente.

Está lleno de canciones que suenan como a domingo y a Louis no le gusta.

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Louis realmente no se da cuenta de que está conociendo a la familia de alguien hasta la mitad de la cena alrededor de la mesa redonda con la luz amarilla sobre la cocina en la casa de la infancia de Harry.

—Siguió limpiándose las palmas de las manos a lo largo de la parte delantera de sus pantalones vaqueros y lo juro-, Haz, esto no es una exageración- literalmente, podías ver manchas de humedad que se formaban en la parte delantera de tus muslos por el sudor —Gemma está diciendo, terminando su historia de la cita a ciegas desastrosa de la semana pasada. Harry, que ha estado reprimiendo risitas desde la animada recreación de Gemma del acento pijo del desafortunado tío que sonaba un poco como desaforados chillidos, eventualmente rompiendo en una risa eufórica.

—¿Esto entonces hace que Jacob de la cita a Ciegas Más Terrible se lleve el premio de "La peor cita del mundo" quitándole el trono al rey actual, Mark El Aburrido del día de San Valentín del año pasado? —Harry le pregunta.

—Niños —Anne interrumpe—. Mark El Aburrido del día de San Valentín del Año Pasado no parece un epítome apropiado.

—Disfunción eréctil —Gemma susurra en respuesta a la mirada confundida de Louis.

—¡Gemma Anne! —Anne regaña.

—Le sucede a los mejores —dice Robin secamente.

Gemma ríe y Anne le pega un manotazo ligero al brazo de Robin, y todo el mundo se ríe y luego Harry aprieta su mano debajo de la mesa y Louis se da cuenta de que no está conociendo a la familia de alguien, él está conociendo a la familia de Harry, para ser exactos; y él nunca ha hecho nada como esto antes, y él es nunca hecho nada como Harry antes y mierda, ¿por qué él no está escapando ahora?, él debería escapar ahora, ¿por qué demonios no puede escapar?

—Así que, Louis —Anne dice ahora—. Háblame del chico que se ha robado a mi hijo por un mes y medio.

Habían llegado a las doce y media, Gemma fue a recogerlos de la parada de autobús y los llevó a una pequeña panadería que les dio té y pasteles caseros para que le den un resumen del "estado de las cosas". Antes de que las cosas resultaran demasiado serias, Gemma tenía numerosos chistes inspirados en los sombreros de Harry, complementando los de Louis, y se detuvieron a apreciar una foto de Harry usando el sostén de su mamá. A Louis le cayó bien Gemma al instante, desde su elegante boca a juego con hoyuelos hasta su extremadamente útil advertencia sobre el estado actual de Anne.

—Para decirlo sin rodeos, Haz, estás caminando sobre la cuerda floja —había dicho, después de que fueron alimentados adecuadamente.

—¡Pero me traje a un chico! —Protestó Harry, casi como un niño, aunque Louis pudo ver un destello de preocupación real en sus ojos.

—Desapareciste, Harry —la voz de Gemma era más suave, pesada—. Justo antes de que estés a punto de desaparecer de nuevo. Louis es lindo, pero ni siquiera un gatito te podría ayudar ahora.

La advertencia de Gemma demostró ser un bonito mano a mano, pero Louis sabía que nada podría realmente haberlo preparado para la expresión del rostro de Anne cuando ella abrió la puerta. Aunque Harry había llamado con antelación anoche para decirle cuando llegaban, parte de Louis sospecha que Anne creía que jamás volvería a ver a Harry de nuevo. Se sentía culpable, viendo a Anne tirar a Harry en un abrazo que duró tres vidas y escuchar cosas que le golpeaban cada vez más duro, cosas como "nunca más" y "no puedo, Harry, no te voy a dejar" y "por qué". Gemma había tomado la muñeca Louis y lo guió en el interior, dejando a Harry y Anne en el porche delantero, y Louis había querido correr sus manos a través de los rizos de Harry y decirle que todo va a estar bien, pero sabía que Harry necesitaba tener esto, Anne tenía que tener esto, y que hay cosas que él mismo va a necesitar tener cuando las cosas se terminen, por eso había seguido a Gemma, estrechó la mano de Robin y vio el partido con ellos mientras Harry y Anne hablaron en el porche hasta que el cielo se puso un poco de color de rosa. Habían llegado en entonces, los ojos alineados con las mismas sonrisas pequeñas y ojos rojos y cansados en sus rostros, y Anne se había presentado adecuadamente y Harry envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Louis por un breve instante como si nunca quisiera dejarlo ir.

Era comida italiana, para la cena, servida en platos bonitos, y la compañía está muy bien y la conversación se ha mantenido lejos de Louis hasta ahora.

—Oh —dice Louis, nervioso—. Um, ¿qué le gustaría saber?

—¿De dónde eres? —Le pregunta amablemente, con los ojos brillantes como los de Harry, tomando un sorbo del vino color rojo oscuro.

—Doncaster.

—Harry me dijo que eras del Manchester United, ¿es cierto? —Robin pregunta.

Louis sonríe. —Tengo buen gusto.

—Y sin embargo estás con este idiota, lo cual es trágico —Gemma interviene.

—Harry dice que eres un estudiante brillante —Anne ignora a Gemma, ojos zonificados en los de Louis. Se mueve un poco incómodo y se concentra en ser encantador.

—Harry está lleno de halagos —él sonríe, un poco tímidamente, y Harry pone mala cara en él—. Pero estoy bien, supongo —Louis se encoge de hombros, una vez que el resto de ellos han dejado de reír—. Estoy estudiando para ser maestro.

—Él es un escritor brillante, sin embargo —Harry habla—. Un poeta nato.

—Harold —rueda los ojos—. No has leído ni una sola palabra de lo que he escrito.

—Tienes los pómulos para ello —dice Harry con confianza, y de repente Anne asiente y su mirada no se siente triste en absoluto, es más cálida, y la cocina es de color amarillo y Louis siente nostalgia por algo que realmente nunca tuvo.

Después de la cena, Harry, Gemma, y Robin se escabullen hacia el salón para sacar un juego de mesa, pero Louis se ofrece para ayudar a Anne a recoger la mesa.

—Gracias, Louis, eso es muy amable de su parte —dice ella—. Pero sólo será un minuto, puedes ir con el resto de ellos.

—¿Está segura? —Le pregunta en voz baja, y espera que ella escuche la disculpa allí, la disculpa por haber tenido a su hijo alejado demasiado pronto y no querer dejarlo ir.

—Ya has hecho mucho —le promete, y si alguien más lo hubiera dicho, Louis probablemente pensaría que era sarcasmo del peor tipo, pero Louis oye un verdadero agradecimiento, y él piensa que está bien, por un segundo, y sigue a Harry hasta el sótano.

Es una sala hogareña, de un color azul y blanco y una estantería junto a la ventana. O Harry enchufó su iPod o Gemma tiene la misma inclinación por bandas que apenas existen, porque una acústica canción lenta que Louis reconoce vagamente está a la deriva en medio de un pequeño par de altavoces en una mesa al lado de las escaleras. Robin se establece en el sofá, cerveza en una mano y el mando a distancia en la otra, fingiendo hojear canales (aunque Louis no pierde la forma en que sus ojos siguen mirando algo perdidos hacia Harry). Harry se sienta en el suelo, dejando su espalda en el sillón y tirando a Louis a su lado, y Gemma se extiende por la alfombra suave, desplegando un tablero de Scrabble con un brillo en sus ojos.

—¿Quieres jugar, Louis?

Louis apoya la cabeza sobre los hombros de Harry y escucha la dulce voz ronca de los altavoces, no es de extrañar que se sienta algo soñoliento. —Voy a ver esto.

—Está bien —dice Harry, y luego se vuelve a Gemma, levantando las cejas y sonriendo—. ¿Estás segura de que quieres hacer esto, Gem?

Ella arquea las cejas de vuelta, y lanza un puñado de fichas en su rostro.

—Deja de mirar mis cartas, renacuajo —Gemma está protestando ruidosamente veinte minutos más tarde, golpeando la cabeza de Harry mientras él estira su cuello para mirar descaradamente al puñado de papeles.

—Se podría deletrear "mamada" —él le dice amablemente, señalando la abierta "a". Ella lo mira con recelo.

Es un juego verdaderamente entusiasta de Scrabble, Gemma y Harry espiando al otro de la misma forma en la que él y Lottie siempre competían. Él se encuentra preguntándose si a Harry le caería bien Lottie tanto como a Louis le cae bien Gemma. Está casi seguro que a su madre le encantaría Harry, con sus rizos y la forma en que cocina y sus respiraciones de yoga. Louis piensa que si es que alguna vez fueran a quedarse en Doncaster, Jay le daría el sofá de la planta baja a Harry, como si esperara que duerman separados, pero dejaría la luz del pasillo prendida de modo que Louis podría escaparse de su habitación y bajar junto a su chico.