Pesadillas, Anhelos, Cartas Inesperadas.

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Una vieja mansión en ruinas, custodiada por un viejo jardinero, quien al verla noto una extraña luz verdosa proveniente de la casa en ruinas, con la poca agilidad que el quedaba el viejo tomo su lámpara y las llaves, desde su pequeña chosa a la imponente mansión era un largo tramó pero debía correr a aullentar a los intrusos, al llegar a la puerta trasera de la cocina vi que esta estaba abierta, pero no había sido forzada, entro con el mayor sigilo que la viejas tablas del suelo le permitieron.

Ése valor que tenía el viejo era debido a que penso que eran niños traviesos aventirandose a una mansión supuestamente embrujadas, era común para el tener que espantarlos para que dejarán la propiedad lo más pronto posible, sin embargó al llegar al estudio de donde provenía la luz vio la puerta entre abierta y escucho voces que no eran de niños, eran 2 voces ambas de adultos, una era un susurró cansino y las otra era similar a los chirridos de una rata.

-¿?: Acércame al fuego colagusano necesitó entrar un poco en calor.
-Colagusano: Mi lord nos podríamos ir a una casa mejor, alguno de sus seguidores podría alojarnos -con miedo al hablar y su voz sonando como chillidos de rata-
-¿?: ¡Está mansión es de mi propiedad! Fue de mi padre - Notandose molestia en su voz y continuó con una risa maligna- Pasó a ser mía cuando... Murió - Riendo- Ahora mi pequeño sirviente ¿donde esta Nagini?
-Colagusano: Se alejó de nosotros mi lord, s...se...seguramente debe estar cazando por los alrededores.

El viejo jardinero estaba aterrado, al escuchar que alguien estaba cazando en las alrededores, su miedo incremento al sentir como algo se movía en sus pies ahogó un grito al ver una enorme serpiente comenzando a pasar por sus pies.

-¿?: Bien, lo importante es preparar todo para el rituales.
-Colagusano: Mi lord podríamos hacerlo en este momento si usted quisiera.
-¿?: ¡CLARO QUE NO IDIOTA! -Enfurecido- Necesito a Harry Potter para realizarlo y acabar con él al terminar el ritual.

Del sillón frente a la chimenea y del hombre al que llamaban colagusano, salió una luz que impacto en el hombrecillo y este callo al suelo y comenzo a retorcerse del dolor, comenzando a llorar como una rata.

La gran serpiente término de reptar entre sus pies entrando en el estudió llegando al sillón donde subió, el viejo jardinero estaba paralizado del terror al escuchar siseos previniendo de ese sillón como si tuvieran una conversación.

-¿?: ¡Ah! querido colagusano tenemos un visitante, traelo ante mi.
-Colagusano: Si mi lord -se levanto del suelo aún adolorido y con un poco de agilidad alcanzo al viejo jardinero y lo arrastró dentro.
- Viejo jardinero: Discúlpeme mi lord no me haga nada le seré fiel
-¿?: Que curiosos son los muggles -riendo maliciosamente- Ya eres viejo y no me sirves para nada.
-Viejo jardinero -con terror en su voz-: por favor mi lord tenga piedad.
-¿?: Soy piadoso por eso te daré la paz -con gran seriedad dijo- ¡AVADA KEDABRA!

Un grito ahogado, eso fue con lo que despertó Harry, estaba cubierto en sudor, respirando agitadamente, sentía el grito atrapado en su garganta su pesadilla fue tan vívida que creyo que él era la que el habían dado con ese hechizo, tardó unos minutos en darse cuenta donde se encontraba, estaba relativamente a salvó en casa de sus tíos, buscó sus lentes en la mesita de noche y vio el reloj despertador eran al rededor de las tres de la mañana.

Sintió como sus latidos iban tranquilizandose, se logro relajar para descansar, no pudo volver a dormirse, decidió levantarse un momento y dirigirse a su escritorio, en el habia algunas cartas, una pequeña sonrisa se empezó a formar en sus labios, eran cartas de sus amigos felicitandolo por su cumpleaños número catorce, pero aun así su lechuza Hedwing no encontró a su padrino, Harry estaba preocupado por él, desde hacía casi un mes que no tenía noticias de él, tuvo que calmarse así mismo Sirius se encontraba escondiéndose era lo más lógico que no tendría contacto con él.

Harry Potter y El Rey de AvalonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora