Luis corría a toda velocidad, jadeando, mientras miraba hacia atrás para ver si Ranches le seguía. Pudo ver al furioso hombre aún persiguiéndolo sin piedad, cosa que lo hizo correr aún más deprisa y lo más lejos posible de él. Subió corriendo por una cuesta, tratando de tener cuidado de no resbalar y caer con ella o con las rocas y piedras que había en ella. A veces tuvo que agarrarse a alguna rama para impulsarse y tener más ventaja.
Ranches de vez en cuando apuntaba con la escopeta y disparaba, pero por culpa de su rabia, fallaba los tiros.
-¡¡Quieto!! ¡¡Oh, estate quieto, microbio miserable!! -gritó lleno de rabia, -Puedes correr, pero... ¡¡¡No puedes esconderte!!!
Luis seguía corriendo nada más subir la cuesta, subiendo hasta un precipicio lejos del campamento incendiado. En aquella zona, las nubes no eran rojas por el fuego, más bien eran grises de la tormenta que estaba al acecho. Entonces, Luis se detuvo al contemplar un enorme muro de piedras que le impedía seguir. Estaba acorralado y perdido. Jadeaba tanto de cansancio como de miedo.
Ranches llegó y le apuntó con su arma.
-¡Ya te tengo! ¡Voy a hacerte pedazos, como lo haré con tus amigos! -dijo apunto de disparar.
Pero, cuando estuvo apunto de disparar, miró hacia arriba y se sorprendió por lo que estaba viendo. Encima del muro de piedras, estaba Sabertooth rugiendo ferozmente y mirando hacia abajo, centrando su vista en Luis y Ranches. Luis se sorprendió y asustado, sólo pudo ver cómo la bestia rugía.
-¡Quítate de mi camino, animal estúpido! -dijo Ranches apuntado a la bestia con su escopeta, antes de disparar.
Las balas apenas rozaban la piel de Sharptooth, pero unas gotas de sangre salieron de su pata delantera donde recibió el disparo, haciendo al hambriento lobo rugir de dolor. Miró su herida por un momento, hasta que con una mirada de odio y furia, enseñó sus dientes antes de rugir y lanzarse contra sus presas. Ranches trató de dispararle pero no le quedaban balas debido a sus intentos de disparar Luis. Sharptooth pegó un zarpazo al hombre corrupto haciéndole caer al suelo rodando cuesta abajo y fijó su mirada hacia Luis.
El pequeño estaba asustado y no sabía qué hacer para defenderse de la bestia que lentamente se acercaba, esperando el momento de atacarle mientras gruñía.
Juan y Alex llegaron a tiempo y vieron a su pequeño amigo en peligro.
-¡¡Luis!! -exclamó Alex alarmado.
Juan corrió a toda prisa y embistió a Sharptooth cuando éste dio un salto para matar a Luis. El feroz lobo sintiendo el golpe de Juan con la embestida, chocó contra una roca y cayó al suelo, antes de levantarse en sus cuatro patas y rugir furiosamente. Mientras, Alex encontró un palo enorme con una punta afilada de madera muy dura, la cogió y se aseguró de que no se rompía fácilmente probando con pegar un pedrusco con ella. El palo largo no se rompió y Alex se lo pasó a Juan quien lo cogió en el aire y se preparó para luchar contra Sharptooth.
La cruel bestia trató de saltar hacia él, sólo para recibir una estocada rápida del palo. Se levantó e intentó de nuevo atacar a Juan, pero el muchacho esquivó su ataque y esperó la oportunidad de atacar de nuevo mientras el feroz lobo se acercaba lentamente y trató de morder el palo para quitárselo a Juan. Los dos luchaban por el palo hasta que Juan le dio a Sharptooth una patada en el estómago para quitárselo de encima. Cuando Sharptooth pegó otro salto, Juan atacó otra vez con el palo, y la punta afilada arañó el brazo de Sharptooth, haciéndole rugir de dolor y caer al suelo. Se levantó y vio la herida en su brazo con un poco de sangre en ella y rugió furiosamente a Juan.
-¡Vamos, monstruo! ¡Atrévete a comerme si puedes! -le retó Juan.
Sharptooth rugió más fuertemente, y acercándose a toda velocidad, le pegó un fuerte zarpazo a Juan en el pecho.
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La Isla Perdida
AventuraInspirada en la novela 'Dos Años de Vacaciones' de Julio Verne, 'La Isla Perdida' cuenta las aventuras de un grupo de niños perdidos en una isla cuando uno de ellos trata de buscar aventuras en el mar, junto a cuatro gatos andaluces parlantes. El gr...