La Isla Perdida

Epílogo

El equipo de Alex llevó a la tripulación del capitán Marcus a la cueva donde se refugiaron mientras sobrevivían en la isla. Allí descansaron, mientras Julia vió la herida que su hijo Luis tenía en la cabeza. Alex le contó que Ranches le dió en la cabeza dejándole inconsciente, aún queriendo matarle. Con un poco de agua y algodón y la ayuda de Jenny, Julia le curó la herida a su hijo mientras Juan le contó a su padre y a todos la batalla contra Sharptooth y Ranches.

El capitán también contó que los piratas amotinados se marcharon y el contramaestre, decepcionado, dijo que eran unos maleducados marchándose sin despedirse, pero el capitán contestó que tuvieron sus razones de hacerlo.

Jack y sus hombres aún seguían suplicando libertad, fingiendo prometer portarse bien, pero nadie se creyó sus mentiras. Seguían atados, pero a pesar de sus malas acciones, todos decidieron darles de comer, aún con el capitán advirtiendo a Jack y a sus hombres que irán a la cárcel por contribuir a un hombre corrupto y malvado.

A la mañana siguiente, el capitán dijo que construir un barco para regresar a casa en llevaría mucho tiempo, pero el mecánico de la tripulación dijo que no hacía falta construir uno. Mientras todos le miraron atónitos, el mecánico les explicó que cerca de donde estaba el campamento pirata, había un enorme barco con suficiente espacio para ellos.

—Es tan enorme que puede llevarnos a todos. Nos lo regalaron los del motín. —dijo.

Eduardo le preguntó cómo supo eso y el mecánico contestó que encontró una carta de los amotinados disculpándose y dando las gracias, les obsequió con un barco para poder salir de la Isla Pérdida al fin. El contramaestre se dió cuenta de que les juzgó mal y sonrió perdonando su partida sin avisar, sabiendo que les han ayudado.

Los niños se pusieron muy contentos, porque sabían que podían regresar a sus casas con sus padres y seres queridos. Luis también, aún con su madre encontrada y a salvo. También deseaba volver a ver a sus tíos y contarles la gran aventura que todos habían tenido. Eduardo y Juan por otra parte, pensaron en como contarle todo a la madre de Juan y esposa de Eduardo.

Todo el grupo fue llevando el agua, la comida y las provisiones necesarias para el largo viaje de regreso a casa. Yendo por dónde estaba el campamento, fueron a otra playa donde encontraron el barco. Pero, antes de subir a bordo, el contramaestre sugirió, antes de zarpar, rezar una oración por el hermano de Ranches quien sufrió una muerte innecesaria. Todos se pusieron de acuerdo, y rezaron por él y le rindieron un homenaje y un momento de silencio.

Después de eso, subieron a bordo y zarparon con el contramaestre manejando el timón. Por la noche, el cocinero hizo unos platos exquisitos y deliciosos que todos probaron y degustaron con alegría, gracias a la comida que los chicos encontraron en sus días de supervivencia. Después de la cena los niños dormían con los adultos en unos enormes camarotes. Luis dormía con su madre, mientras Juan dormía a junto de su padre y Laura con su padre y su madre. Los demás durmieron en distintas camas, mientras que Pulga y los demás gatos decidieron dormir en la bodega, después de contarse entre sí las muchas experiencias que vivieron en la isla y lo que hicieron para ayudar en la batalla final. Al final, se echaron unas risas con sus distintas maneras de contar sus batallitas hasta que el sueño pudo con ellos, haciéndoles dormir encima de los barriles.

Dos días más tarde, el barco llegó al puerto del pueblo, un hombre que vigilaba en el faro vió la cara del capitán Marcus a quien también daban por desaparecido. También vió al resto de la tripulación juntos con los chicos y sus gatos y no pudo evitar su cara de sorpresa. Bajo rápidamente del faro y corrió a avisar al alcalde de la sorprendente noticia. El alcalde, con la misma sorpresa, hizo que esta noticia rápidamente se expandiera por todo el pueblo, haciendo que todos se despertaran temprano y salieran de sus casas para ver qué pasaba.

Al llegar todos se sorprendieron al ver a los niños con los mayores. Estaban vivos y han vivido una gran aventura. Los mayores recibieron a sus amigos y seres queridos con toda la felicidad y emoción del mundo, entre ellos, la madre de Juan y esposa de Eduardo.

Edna y Manolo, los tíos de Luis, lloraron de alegría al ver también a su sobrino sano y salvo, dándole un fuerte abrazo. Entonces, vieron a Julia y se sorprendieron de que siguiera viva. A pesar de eso, también la recibieron de la misma manera. Después, Luis les contó a sus tíos la gran aventura que tuvieron y cómo Luis encontró a su perdida madre.

Alex y los demás también les contaron a todos el resto de la historia mientras los adultos sonrieron orgullosos de cómo crecieron sus jóvenes amigos. Mientras la Banda Gatuna observaba escuchando, Pulga frunció el ceño de brazos cruzados.

—¿Os parece bonito, miarma? Les ayudamos nosotros... ¡y ellos se llevan el mérito! —dijo.

Sus amigos se rieron.

—Seguro que nos mencionan luego, quillo. —aseguró Tigre.

La historia que los chicos contaron sorprendió a todo el pueblo, incluso al alcalde. Han vivido una aventura que merecía ser recordada por todos y conocida por futuras generaciones y turistas. Se escribieron libros sobre estas hazañas y se vendieron bastante bien, convirtiéndose en «Best Sellers». Hasta un director de cine, que buscaba ideas e inspiración para su próxima película, oyó la historia de los chicos y la convirtió en un magnífico largometraje que los chicos también fueron a ver al cine del pueblo. La Banda Gatuna tampoco se quería perder la película y se colaron como gatos que son, sin ser vistos para verla. Pulga puntuó la película con un sobresaliente por las escenas de aventura y acción, el reparto fiel a sus amigos humanos y la música. Sin embargo, se quejó criticando que los gatos no hicieran nada salvo asustarse en muchos momentos, diciendo orgullosamente que ellos también lucharon como fieras contra sus enemigos.

Luis, Toni, Clara, Alex, Jenny, Pablo, Juan, Pedro y Johnny estaban muy contentos de estar en sus hogares y orgullosos de lo que habían conseguido trabajando en equipo. Aquella experiencia les hizo cambiar.

Luis y Julia seguían viviendo con Edna y Manolo, quienes con el dinero que habían conseguido con sus trabajos y la gran historia de Luis, hicieron una habitación para Julia.

Toni y Clara volvieron con sus padres a sus vidas felices, con Toni aún estudiando y haciendo divertidos experimentos.

Pablo había madurado y ya no tenía miedo a las enfermedades y gérmenes para sorpresa de sus padres. Ya estaba más tranquilo y supo que todo problema siempre tenía una solución.

Alex y Jenny, después de confesar sus sentimientos el uno al otro en la isla, se convirtieron en una bella pareja. De vez en cuando quedaron juntos para salir y pasear.

Pedro seguía con sus bromas de siempre, pero también ayudaba a sus amigos Juan y Johnny de forma más madura.

Juan y su padre descansaban en casa después de todo lo que ha pasado. Eduardo le dijo a su esposa: "Menuda forma de tener vacaciones... ¡Te das cuenta de que te engañan piratas y te enfrentas a ellos!". Su esposa y Juan se rieron con el comentario. Pero Juan estaba de acuerdo, dado que ya había vivido la aventura que quería, y su padre prometiendo que el año que viene irán con todos de vacaciones con todos sus amigos, llenando de ilusión a Juan.

En cuanto a Jack, Osvaldo, Roger y Smith; fueron llevados a prisión durante 20 años.

Luis y sus amigos hicieron un pacto:

"Pase lo que pase... ¡Siempre juntos! ¡Somos como una gran familia en busca de aventura!"

Como puedes ver, estos chicos han vivido una aventura que les ha demostrado que la vida es dura, pero, si demuestras que tienes valor, podrás cumplir tus objetivos. Sólo tienes que escuchar a los que realmente sean dignos de confianza. Aquellos que son tus verdaderos amigos, tus seres queridos que siempre te apoyarán en tus metas. Y a veces, aunque puedas hacer las cosas tú solo, no viene mal que recibas ayuda.

Además, también tienes que saber que la unión hace la fuerza. Aprender a trabajar en equipo es algo que tú y las personas que conoces, tenéis que tener en cuenta si tenéis objetivos comunes y queréis demostrar que juntos podemos conseguir lo que os propongáis.

FIN