Capitulo VIII

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(...)

--Bueno debo irme-- Dije mientras tomaba una mochila y me despedía de los pequeños.

--¡¡Iré contigo, espera!!-- Hablo mini-Roger, mientras bajaba con una mochila.

--O no, pequeño tu quedas con tus hermanos-- Le dije, mientras el me miraba mal. Iba a hablar pero Sofia interrumpió.

--Tu no iras Roger-nii, desde que has aceptado a mamá, no haces mas que estar con ella y no es justo, todos nosotros, tus hermanos también quieren estar con ella-- dijo mientras se cruzaba de brazos y se paraba frente a mi.

--Tu hermana, tiene razón iré sola, tu debes cuidar a tus hermanos mientras yo investigó-- Dije.

--E-Esta bien, pero tienes que volver yo los cuidare a todos-- Dijo mientras se quitaba la mochila.

--A si por cierto, se quedaran con leo el los cuidara mientras yo voy--

--¡¿Qué?!-- Dijeron todos a la vez.

--Si, se quedaran con el y mis hermanos-- Los mire a todos. --Vamos no están malo, además quiero que también se sientan seguros con ellos que confíen en ellos tanto como confían en mi--

--De acuerdo-- Dijeron todos.

Antes que pudiera hablar Leo venia para acá con una bolsa de comida y botellas con agua.

--No se preocupen, no es personal, pero los tolero solo unos cinco porciento, después de ese porciento me sacan de quicio, solo lo hago por la comandante además es mi hermanita-- Hablo normal el con un cigarro en la boca.

--Si, si, también te queremos tío-- Hablaron todos menos Mini-Roger.

--Cuídalos-- Me acerque a Leo, para después mirar a los niños. --Bueno me iré, por tense bien--
Me iba alegando del lugar, dirigiéndome a la ala este de la isla cual según los niños los médicos ni los adultos se habían dirigido hay en esos últimos años. No mire hacia atrás pero escuche a los niños gritaron.

--¡¡Ten cuidado mamá, vuelve pronto!!--

(...)

El sol quemaba por todas partes llevaba caminando tres horas diria que estaba cansada, pero no era así. Por todos los caminos que recorrí solo habían esqueletos y mas esqueletos no hallaba ningún animal o agua dulce para tomar y recolectar. La isla no era tan grande pero si era lo suficiente grande como para que un niño se perdiera en ella. Estaba en la cima ya de la única montaña que había en la isla, la vista era maravillosa, descanse un poco y seguí caminando hasta que encontré una cueva.

Adentro estaba helado, corría una brisa pero no, distinguía de donde ya que todo estaba oscuro y helado, hasta que sentí un movimiento bajo mis pies estaba subida en algo que se estaba moviendo, iba a quitarme de hay cuando en un movimiento brusco, esa cosa que estaba debajo mío se movió muy brusco y caí de cara al suelo.

~La Hija De Mi Capitán~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora