CASTIGO CAP. 9

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Punto de vista de Elizabeth

Llegue a casa jadeando por la carrera que hice desde el bosque hasta casa, cuando entre empecé a oír ruidos en el sótano, lugar que utilizaba el cazador para despellejar a los animales que cazaba, no era normal que a esta hora el cazador estuviera despellejando animales, cerré la puerta con cuidado pero al final hice mas ruido de lo necesario y cuando estaba a punto de subir el primer escalón empecé a oír que el cazador me llamaba.

-¡Elizabeth! Ven aquí necesito que limpies algunas herramientas, no quiero manchar demasiado el pelaje de estos ejemplares.

-Esta bien, ahora bajo- hable a regañadientes mientras bajaba las escaleras con cuidado, las velas iluminaban lo suficiente.

Al llegar abajo me vino un fuerte hedor a sangre mezclado con animal muerto, nunca me había gustado esa habitación, pero a partir de hoy la odiaría, al abrir la puerta del sótano lo primero que vi fue a dos lobos colgados boca abajo, no estaban muertos del todo, ambos tenían el pelo grisáceo pero se les diferenciaba en el morro,parecían hermanos, su belleza era eclipsada por el momento, una habitación oscura con el suelo lleno de sangre y luego los lobos adornando el lugar dándole un aire mas siniestro.
Las arcadas vinieron a mi en segundos, no pude aguantarlo y vomite en el cubo que utilizaba para llevar el agua de limpiar.

-Vamos mujer, no es para tanto- hablo seriamente, al menos lo intentó por que se le escapo una risa.

-¿Que hacen esos lobos aquí? Creí haberte oído que no había mas lobos.

-Al parecer me equivocaba- dijo mientras se le formaba una sonrisa que daba miedo.

-¡No puedes hacer eso!- hablé indignada- ¡Son seres vivos, los estas torturando!

Mala idea el haberlo dicho, ya que el cazador en respuesta a lo que dije se acerco y cogió mi barbilla con brutalidad haciéndome daño mientras me levantaba, yo traté de zafarme clavando mis uñas en el brazo del cazador pero pareció no inmutarse.

-No me harás cambiar de opinión.

-Niña tu abuela fue demasiado amable contigo, pero no te enseño a callarte la boca- cuando acabó me lanzo por los aires y choque contra la pared adornándola con mas sangre de mi frente, aturdida por el golpe me senté apoyándome en la pared, mientras intentaba levantarme en vano.

-Luego te enseñare modales con el que te salvó la vida.

Cerré los ojos, no tenia fuerzas para levantarme , no podía ayudarlos, lo único que hice fue cerrar mis ojos mientras cubría mis orejas haciendo mucha presión para aislar cualquier ruido exterior mientras tarareaba una canción que me enseñó mi abuela para cuando tuviera miedo.

Mis lágrimas iban en aumento y mi llanto mas ruidoso, a pesar de la canción , de taparme las orejas y cerrar los ojos, seguía oyendo los gemidos de los lobos y sus aullidos desagradables que no se comparaban a los que oía de pequeña.

¿Cuantas horas pasaron dos, tres? No lo se. Me quedé seca, sin lágrimas hace tiempo y los desagradables ruidos que hacían los lobos desaparecieron.

El cazador cogió mi muñeca y me levantó, en una vista rápida de mi reflejo en el filo de un cuchillo vi que tenia la cara roja y los ojos hinchados, el cazador subió las escaleras sin aflojar el agarre en mi.

-¿A donde vamos?- hablé intentando no tartamudear.

-Te dije que te enseñaría modales, y eso voy a hacer.

De repente mi cuerpo empezó a temblar, el cazador nunca me había castigado, y me aterraba lo que fuera capaz de hacer conmigo, intenté frenarlo, pero era mas fuerte que yo.

Llegamos a mi habitación y me volvió a lanzar de nuevo, como si fuera lo mas normal en el mundo haciendo que mi espejo roto se rompiera en cachitos mas pequeños, cortandome la piel por donde pasaban, pero me volví a levantar, esta vez con las piernas temblorosas.

-Es por tu bien- hablo con voz seria.

Empezó a pegarme puñetazos en el abdomen hasta que volví a caer mientras con mis brazos rodeaba la zona de los golpes, sabia que esto no había acabado que era el principio. Estuvo minutos haciéndome sufrir hasta que al final se aparto dejándome magullada en el suelo mientras el sacaba una navaja de su bolsillo trasero.

-Es por tu bien- volvió a repetirme cuando vió mi cara de pánico.

-Por favor- dije susurrando, pero eso a el no le valió y vi de manera borrosa como se me iba hacercando poco a poco hasta que derepente todo se volvió negro.

Estoy teniendo unos problemillas con wattpad, no se por que, pero espero que no dure mucho.

Red hairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora