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Cuando Masaru llegó a casa cansado del trabajo, se llevó una gran sorpresa al oír tres voces que le dieron la bienvenida, Masaru se asomó a la sala de estar por curiosidad de saber quién era el propietario de la tercera voz que desconocía.

-Bienvenido a casa, cariño -Saludo Mitsuki sin despegar su vista del asador dónde sudaba la carne mientras su hijo a su lado picaba algunas verduras, el castaño fijo su mirada al joven peliverde que ayudaba a colocar la mesa.

-Oh, tenemos un invitado -Comento Masaru caminando hacia el Izuku para ayudarlo, este mismo levantó sus esmeraldas cuando sintió la presencia del hombre venir hacía él.

-¡Un gusto en conocerlo, Sr. Bakugou! -Saludo Izuku inclinándose otra vez, Mitsuki solo sonrió por la ternura que le causaba el pecoso y Katsuki solo rodó los ojos irritado -Soy Izuku Midoriya.

-El gustó es mío, Izuku. Soy Masaru Bakugou, el padre de Katsuki -Contesto de la misma manera el castaño -¿Te ayudo?

-Si no le molesta, señor -Masaru solo sonrió, ese chico era muy amable, le cayó bien enseguida de lo amigable y educado que era.

-Me alegra mucho que Katsuki haya traído un invitado, casi nunca trae a nadie. Es raro cuando lo hace -Comentó Masaru aún asombrado del cambio de su hijo, estaba tan contento que no sentía el cansancio de su trabajo.

-Verdad que si, siéntete orgulloso Izuku. Eres la primera persona que Katsuki trae a nuestra casa -Apoyo Mitsuki.

-¿Enserio...? -Preguntó el peliverde sin poder creerlo, los padre de Kacchan afirmaron con la cabeza.
Los ojos de Izuku se iluminaron de emoción que no pudo evitar mirar a Katsuki, quien solo gruño al sentir la mirada esmeralda del pecoso quemarle el cuello.
-¡Ya basta ustedes dos! -Escupió el cenizo irritado hacia sus padre, quienes lo ignoraron.

-Gracias por su amabilidad, me siento muy feliz de que Kacchan me invitará a su casa -Agradeció Izuku.

Bueno, los planes de Katsuki eran muy diferentes al traer al peliverde a su casa.

-¿Kacchan?¿Así se llama tu novia, Izuku? -La cara del peliverde junto a la del cenizo tomaron el color de una fresa en un instante al escuchar a Masaru.

-¡PAPÁ! -Quejó Katsuki desde la cocina avergonzado.

-¡Señor Bakugou!

-Jajaja No cariño, Kacchan es el apodo que Izuku le coloco a nuestro hijo -Explicó Mitsuki a su confundido esposo -¿No te parece adorable?

-Oh, ya veo. Una disculpa hijo, no sabía -El cenizo solo gruño aún de color rojo -Es un alivio que sean tan buenos amigos.

-¿Amigos? -Dijo Izuku, los padres de Katsuki lo observaron confundidos. Pero enseguida se acordó cuando sintió la feroz y oscuraa mirada de Katsuki mirarle desde la cocina -¡S-si, amigos!¡Muy buenos amigos...!

Los padres del cenizo hicieron un gesto de que ahora sí entendieron, mientras que Izuku quería que la tierra se lo tragara para que Katsuki no lo matará después.

Deku sintió un poco de culpa, así que dejó a la madre de su "amigo" conversando con Masaru de la amabilidad de Izuku al hacer posible reencontrarse con su vieja amiga, para ir a la cocina a ver a Katsuki quien estaba fritando las verduras que pico.

-Kacchan -Llamó susurrado Izuku mirando atrás donde estaban los adultos enseguida para ver si no lo oyeron y no, no escucharon nada. Izuku se colocó al lado del ojirubí que no despegaba sus ojos de la espátula que estaba manipulando -Kacchan, ¿estás molesto conmigo?

Ni siquiera lo miro, se hizo el que no escucho nada, lo ignoró. Izuku sentía su muerte cada vez más cerca.

-Kacchan, perdón ¿Si? Se me salió sin querer -Murmuro el peliverde, peor, Katsuki siguió ignorando su existencia.
Deku no sabía si lo que iba hacer ya lo pondrían en un baúl a tres bajo tierra o haría que Bakugou le prestará atención.

El pecoso antes de hacerlo miro si no había muros en la costa, al no a ver peligro de que los padres lo vieran, se ubicó detrás del cenizo y con su corazón apunto de salirse. Se acercó lentamente a la nuca de Katsuki para posar sus labios en la suave piel del cenizo quien reaccionó enseguida con un brinco al sentir el contacto de los labios del contrario contra su piel.

Las mejillas de Katsuki se calentaron en menos de un minuto, cuando Izuku dejo el pequeño beso en el cuello de Katsuki para alejarse, el cenizo fue más rápido en darse la vuelta y estampar fuertemente en la mejilla pecosa de Deku la espátula de metal con la que movía las verduras. La espátula por suerte estaba fría pero llena de aceite. Acaba de darle una cachetada con un utensilio de cocina.

-¡Ah, Kacchan eso duele! -Quejó Deku llamando ahora sí la atención de lo adultos hacia la cocina.

-¡Idiota!¡Estás demente! -Gritó Katsuki alterado, evidentemente avergonzado y rojo hasta los orejas que parecía que iba explotar. Su cara tenía mil colores y su corazón estaba totalmente descontrolado.

-Mocoso, ¿¡qué le haces a Izuku!? -Exclamó Mitsuki al ver la escena, la espátula seguida pegada en la mejilla de Izuku. Los jóvenes se miraron uno al otro, Katsuki maldijo y quitó el utensilio de la mejilla del pecoso pero igual se la dejó marcada.

Izuku solo comenzó a reírse sonrojándose por lo que acaba de pasar mientras se acariciaba la mejilla llena de manteca. Algo que dejó confundidos a Mitsuki, ¿su hijo acaba de pegarle con la espátula en la cara y él se está riendo?

-¿¡De que te ríes, Deku!? -Dijo Katsuki molesto con una servilleta en la mano -¡Te vas ensuciar las manos, toma! -Indicó estampando está vez el papel de cocina en la mejilla a Izuku quien solo seguía riéndose, Katsuki solo bufó aún avergonzado -Juro que te voy a matar.

Mitsuki que estaba apunto de entrar a la cocina se quedó paralizada a mitad de camino cuando sus captaron a los dos jóvenes interactuando, Katsuki aún tenía su mano en la mejilla de Izuku con la servilleta, de repente, el peliverde acaricio la mano de su hijo. Seguido quiso mirar la reacción de su hijo que imaginaba que sería quitar su mano rápidamente y gritarle al joven que se largarse de la cocina.

Pero al contrario, y algo que no se imaginaba Mistuki. Era que los labios de su hijo temblaron, sus mejillas se pusieron más rojas y sus ojos rubí brillaron más sin despegar la vista de los esmeraldas de Izuku que también tenían una tierna mirada hacia el cenizo. Mitsuki no pudo saber que le dijo el pecoso a su hijo que hizo que esté desviará la mirada muy, muy apenado.

Maldecía no saber leer los labios.

Pero igual, le pareció extraño que dos "amigos" se mirarán de esa manera por mucho tiempo y más una mirada tan tierna como la que se dedicaban cada uno. Y lo que hizo que sus ojos se abrieran como platos, fue que Izuku con su mano izquierda que estaba desocupada agarrara la cintura de su hijo y lo pegará más a él.

La mujer ceniza se frotó rápidamente los ojos y volvió a mirar a los adolescentes, está vez Katsuki estaba otra vez cocinando e Izuku se dirigía hacia ella con más servilletas.

-Tía Mitsuki, Kacchan me pidió que llevara esto a la mesa para que saliera de la cocina -Indicó riéndose Izuku -¿Tía Mitsuki?

¿Tenía tanta hambre que estaba comenzando alucinar?

•••

¡Vieja bruja! - [Dekubaku][FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora