¡Vieja bruja! - [Dekubaku][FINALIZADA]

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Katsuki no escuchó cuando sus padres lo llamaron para que bajará a cenar pizza con ellos por qué se había quedado dormido con el olor cálido y placentero de Izuku más la fría brisa que entraba en su ventana, terminó rendido. Mitsuki furiosa de que su hijo no contestará pensando que solo la estaba ignorando por rebeldía, iba ir a buscarlo pero Masaru se ofreció hacerlo, esto sorprendió a Mitsuki pero no negó, igualmente no quería discutir con su hijo ahora.

El castaño subió a la habitación de su hijo, encontró la puerta cerrada, tocó antes de entrar -Katsuki, soy yo -Al no recibir ni un gruñido como respuesta, abrió con cuidado la puerta que daba la vista a toda la habitación de Katsuki, vio su cuerpo que yacía durmiendo en su cama. Sonrió con ternura al verlo, camino hasta llegar a su lado.

Dormía muy tranquilo que le dió cosa despertarlo, nunca había visto a su hijo tan relajado como lo está ahora. Cómo buen padre, tendió un cobija sobre su hijo para arroparlo del frío de una vez, cerró un poco la ventana y que Katsuki no se congelará de frío.

Dió un último vistazo antes de ir a la sala comedor con su esposa que esperaba a que bajará con Katsuki, Masaru explicó que estaba dormido, Mitsuki respondió que por qué no lo despertó. Se iba dormir sin comer, pero el castaño recalcó que cuando le diera hambre al cenizo, porque así iba ser, bajaría por comida así que Masaru propuso dejarle dos pedazos de pizza con una nota y que él se lo calentará.

Mitsuki no reprochó, era lo único que podían hacer, además, nunca vio que su esposo defender a su hijo. Casi siempre ella lo regañaba y Masaru solo intentaba calmarlos por sus fuertes discusiones, pero siempre notó en sus ojos que le dolía ver a Katsuki en mal estado o triste, o molestó. Por esa razón, supone Mitsuki, que fue él quien insistió en ir a verlo. ¿Estaba siendo muy mala? Se preguntaba ella, tal vez un poco dura, es solo que se preocupaba mucho por su hijo.

Ya que, dejó un plato tapado con la pizza en el refrigerador, y una nota en la puerta de la misma para Katsuki. Al rato, se fue a dormir con su marido, sin antes echarle un vistazo a Katsuki y darse cuenta que si estaba dormido, hasta roncaba.

En efecto, como dijo Masaru, a las diez de la noche el estómago de Katsuki rugía por comida, pero el cenizo no movía ni un dedo. Cuando una roca pequeña entró a su recamara haciendo ruido, Katsuki levantó su cabeza de repente buscó la roca entre la oscuridad, luego otra que está vez se estrelló contra el vidrio de su ventana. Katsuki se levantó quitando la manta tenía encima, asomó su cabeza con cuidado.

Era Deku, el peliverde al ver a su novio alzó su mano agitando la misma con una sonrisa resplandeciente en su rostro mientras que Katsuki parecía un sonámbulo. Abrió la ventana completamente, frotando sus ojos para apoyar sus brazos en la baranda de su balcón mirando desde abajo a su novio que admiraba su belleza con la luz de la luna.

-Hola, Kacchan - Saludó Izuku aún sonriendo.

-¿Cómo rayos planeas subir hasta aquí? - Preguntó el cenizo esperando la respuesta de su novio, quien se devolvió un momento y luego trajo con él una escalera -¿¡De dónde mierdas sácate eso!? - Gritó en tono bajó, su voz salía ronca lo que ayudaba. Izuku se rió, y Katsuki se sonrojo al notar que su novio estaba subiendo la escalera.

-Una señora de una tienda me la prestó, más tarde tengo que devolverla - Indicó el pecoso riéndose, Katsuki no podía creerlo.

-Vas a caerte por tu pendejada, idiota- Cuando Izuku llegó a su balcón quedaron sus caras frente a frente, demasiado cerca que Izuku aprovechó para robarle otro beso al cenizo, que furioso abrazó a su novio para que entrará a su balcón, no quería que se cayera y se rompiera una pierna por andar de Romeo. Izuku escabulló su mano hasta la cintura de Katsuki inclinado al mismo hacia atrás mientras aún lo abrazaba presionando sus labios apasionadamente.