18: "¿Prometes nunca soltar mi mano?"

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La puerta de la casa de los Midoriya sonó como si la estuvieran tratando de tumbar, literalmente. Izuku al igual que su madre brincaron del susto, los dos asomaron sus cabezas por el marco que dividía la sala de la puerta principal. Un poco confundidos, madre e hijo se miraron preocupados.

-Voy a ver quién es, mamá -Dijo Izuku caminando hacia la puerta.

-Ten cuidado, cariño... - Respondió la mujer peliverde con angustia observando como su hijo lentamente se acercaba a la puerta mirando por la lupa que daba afuera. Cuando de repente Izuku abrió la puerta de un parpadeó asustando a su madre. La llovizna de la lluvia entró un poco a la casa, pero a Izuku no le preocupaba eso.

-¡Kacchan!¡¿Que paso, que te pasa por qué lloras!? - Gritó el peliverde preocupado por su novio que se abalanzó en los brazos de Deku apenas abrió la puerta. El cenizo estaba empapado.

-¿Kacchan...? - Murmuró Inko aún escondida en el marco intentando recordar a quien le pertenecía ese apodo -Oh, Katsuki-kun... -Dijo saliendo completamente del marco y acercase a su hijo que estaba calmado a su novio, Inko agarró una manta para arropar al pobre Katsuki cuando lo vio su corazón se movió de tristeza, estaba en pijama y mojado.

El joven cenizo estaba llorando y temblando en los brazos de su novio, la mujer ayudo a qué Katsuki se parará para llevarlo a la sala y se sentará en el sofá e intentar calmarlo. Izuku cerró la puerta enseguida entrando a la casa y sirviendo un vaso de agua para su novio que aún seguía exaltado.

Moviendo frenéticamente su pierna derecha, preocupando más a su novio, que se agachó a su altura tomando sus hombros -Kacchan, Kacchan, Kacchan cariño por favor, dime, ¿Que paso?¿Por qué lloras? Me estás asustado - Indicó el peliverde de forma dulce, con su mano izquierda tomo la mejilla de su novio intentando que Katsuki lo mirará pero el cenizo seguía con la mirada baja. Izuku no soporto el dolor de su corazón, todo estaba tan bien cuando se despidieron en la tarde luego de salir de la escuela.

Katsuki se veía bien, totalmente bien, y ahora estaba en un estado que Izuku jamás pensó ver en su vida, tan débil y vulnerable. Kacchan siempre fue un chico fuerte, feroz y de mal humor que nunca demostraba sus sentimientos, muy reservado. A la única persona que ha dejado salir su verdadero ser, es a Izuku. Inko estaba también muy preocupada por el joven, así que se dirigió a la cocina y poner una olla de agua a hervir, con la esperanza de que una taza de té caliente pudiera calmar al cenizo.

Izuku soltó a su novio para sentarse a su lado y abrazarlo con todas sus fuerzas, controlando sus ganas de llorar también, enterrando el rostro del cenizo en su pecho, Katsuki instantáneamente se aferró al cuerpo cálido de su novio y comenzó a llorar más fuerte, a maldecir a quien sabe que. Izuku solo podía moder sus labios de la impotencia, abrazo más a su novio, besando su cabellera ceniza y sobando su espalda con mucho cariño. Le susurro palabras bonitas al oído para que dejara de temblar, poco a poco Katsuki comenzó a sollozar, y luego a respirar con más tranquilidad.

Inko con mucho cuidado tocó su espalda para que saliera del pecho de su hijo donde estaba oculto, a la mujer peliverde casi se le parte el corazón al ver la cara del cenizo, estaba destrozado, lleno lágrimas de las cuales algunas fueron secadas por Izuku.

-Toma corazón, te sentirás mejor si bebes esto -Dijo con profundo cariño la peliverde extendiendo la taza hacia el joven. Katsuki miró a su novio, este asintió acariciando su cabello.

Kacchan agarró la taza de porcelana con cuidado de no dejarla caer, comenzó a beber con cuidado y acurrucado su cuerpo contra el de Izuku que pasó su brazo por su cintura para pegarlo más y depositar besos en su cien.
-G-gracias, señora Midoriya... -Dijo Katsuki con su voz ronca y aguda que salió más bien como un gruñido, pero Inko no se lo tomo mal. Solo sonrió aliviada.

¡Vieja bruja! - [Dekubaku][FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora