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Masaru juraba que nunca había visto a su esposa tan obsesionada como lo está ahora, la verdad, al hombre castaño no le importa con quién saliera su hijo mientras sea buena persona. Solo sonreía de ternura como cuando su esposa le hacía incómodas preguntas a su hijo de si le gustaba alguien o cuando iba conseguir pareja de la nada. Pero supone que ahora se pondrá más intensa, esa determinación en sus ojos rubis era la misma que cuando se conocieron, recordó el momento en que Mitsuki lo miro igual hace unos años atrás diciéndole que hará todo lo posible para enamorarlo y hacerlo feliz. Y no falló.

Así qué, la probabilidad de que fallé en encontrar quien es la pareja de su hijo o si está siquiera saliendo con alguien, es nula. Todo está a su favor, Masaru sonrió para darle un beso rápido pero lleno de cariño a su esposa que aún tenía las manos en sus mejillas —Creo que, Katsuki nos dirá cuándo se sienta seguro.

—¿O sea cuando nos de su invitación a la boda? —Dijo con sarcasmo la mujer ceniza haciendo suspirar a su esposo que puso su mano en la cintura de la rubia.

—Ya verás, Katsuki algún día lo dirá. No puede mantener un secreto por mucho tiempo... —Respondió dándole otro beso, está vez en la mejilla. Mitsuki se echó a reír, obviamente no iba esperar a que su hijo tomará el valor de hablar. Se ha estado comportando muy raro últimamente y quería saber la razón, también que ha cambiado mucho, parece adolescente enamorado. No mentiría que le recuerda a ella cuando se enamoró de Masaru, acaricio la mejillas de su esposo con cariño, el hombre muy tranquilo simplemente se sonrojo con la acaricia de Mitsuki que se rió por el actuar tan pasivo de su marido. Para luego, mirar al reloj notando que ya era hora de ir al supermercado a comprar, puesto que a esa hora abren el supermercado en estás temporadas de frío.

—Oh, voy al supermercado temprano. No quiero hacer cola, voy a llamarte cariño —Dijo Mitsuki separándose de Masaru —Para que vayas a recoger con las compras ¿Oíste?

—Si, amor. No te preocupes~

Mitsuki se sonrojo por la ternura de cara que puso Masaru, ahora que lo piensa recordó a Izuku. Eran casi iguales en cuestión de personalidad, muy amables, tiernos y muy tranquilos. El hombre castaño se quedó en donde estaba, esperando a su hijo tal vez pudiera ir con él a buscar a su madre, tenía la esperanza de pasar tiempo con él. Hace rato que no lo hace por culpa del trabajo, o por qué Katsuki casi siempre es muy reservado.

Mitsuki bajo vestida adecuadamente para el ambiente de afuera y con su bolso, se acercó para depositar un beso en la frente del castaño, despedirse e irse de la casa, dejando solo al hombre castaño en un profundo silencio. Unos minutos más tarde, la puerta volvió abrirse —Ya llegué, vieja bruja.

—Bienvenido a casa — Contestó Masaru al oír la voz de su hijo, Katsuki abrió sus ojos al escucharlo, casi nunca está su progenitor en casa.

—¿Papá? — Preguntó el cenizo de manera suave que sorprendió un poco a Masaru —¿No trabajas? — Comentó Katsuki caminado hacía la sala donde estaba el castaño.

—No, me dieron descanso por el clima —Katsuki no hizo nada, solo asintió suavemente bajando su cabeza con el ceño aún fruncido —¿Cómo te fue a tí?, tu madre no me dijo con quién te fuiste.

—Ah, eso. Bien, supongo — Dijo rascándose la nuca avergonzado de recordar a su novio. De repente, la sonrisa de alivio de su padre, ocasionó un sentimiento extraño en él. La necesidad de decirle que estaba saliendo con Deku inundó su ser, el silencio era perfecto, pero ¿Por qué? Bueno, no soportaba mentirle a su padre, confiaba en él, mucho. Además, que se veía cansado.

Katsuki se sentó enfrente de él, en un mueble que estaba ubicado ahí en la sala, Masaru otra vez se sorprendió de esto. Su hijo comúnmente lo ignoraba y se iba a su habitación, pero está vez, Katsuki se acomodó mirando al suelo, con su cara más tranquila. Quería contárselo, incluso más que a su cansona madre.

¡Vieja bruja! - [Dekubaku][FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora