Team 7: Almas De Fuego

Capítulo 7

Llevaban casi seis horas corriendo sin parar de correr ni un solo minuto, no descansaban, no comían ni bebían nada desde que salieron de Konoha.
Hatake Kakashi, el sensei del Equipo 7 y el capitán de el equipo en esta misión, miró por encima de su hombro a sus tres alumnos que a la vez eran sus tres hijos.

Una sonrisa surcó en sus labios bajo su máscara al ver que a pesar de que llevaban corriendo sin parar durante seis horas enteras, ellos nisiquiera estaban sudando y mucho menos lucían cansados.
No pudo evitar sentirse orgulloso de ellos, ya que un Gennin común y corriente nisiquiera hubiera sido capáz de seguir un kilómetro más, y mucho menos a la velocidad que iban.
Otros ya se hubiesen desmayado hace mucho tiempo.

Los tres tenían miradas serias, a veces hablaban entre ellos durante ratos, pero durante todo el camino los tres se enfocaban en seguirle el paso a Kakashi y mantener la formación, alertas por si en cualquier momento tuvieran que pelear.
Kakashi era realmente muy rápido, pero ellos le seguían el paso bastante bien para satisfacción del Jounin.

No estaban cansados en lo absoluto, ellos solían entrenar más de doce horas diarias sin parar. Cosas como la resitencia al correr cuando viajaban ya no eran problemas para ellos.

Kakashi no pudo evitar sentirse orgulloso de sus tres mocosos.

Naruto alzó la mirada enfocandola en el frente, más allá de Kakashi.
Había descubierto que gracias a su sangre Uzumaki, poseía la habilidad de detectar y reastrear el chakra de los demás.
Y aunque esa habilidad la hubiera descubierto hace poco, ya podía usarla bastante bien para lograr sentir el chakra a varios kilómetros a la redonda.

-Heichou- llamó a Kakashi quién le volteó al ver al instante- Puedo detectar cuatro firmas de chakra a tres kilómetros, y uno más que corresponde a un civil, Dattebayo- le informó al sentir otro chakra mucho más bajo y débil que los demás, casi imperceptible.
Pero no pudo evitar agregar su "Dattebayo" al final.

Kakashi sonrió bajo la máscara.
Eran en momentos como ese, donde veía a Kushina en Naruto.

-Manténganse alerta, no acercamos al objetivo- le ordenó a su equipo.

-¡Entendido!- asintieron los tres con seriedad.

Por alguna razón, le recordó los momentos donde era capitán de un escuadrón ANBU.
Sacudió la cabeza despejando esos pensamientos, sus niños no eran ANBU, ellos no eran ningunos asesinos...aún.

Kakashi aceleró aún más el paso, y los niños lo imitaron siguiendolo de cerca.
Los cuatro surcaban los árboles a una velocidad impresionante para unos simples Gennin, solamente descendían un poco para tomar impulso de las ramas de los árboles. Prácticamente volaban entre los árboles.
En cuestión de minutos finalmente llegaron a un pequeño claro donde había un pequeño refugio

Se detuvieron abruptamente entre los árboles, quedándose ocultos allí mirando el pequeño campamento improvisado que había allí abajo.

Allí estaba el Equipo 8 junto con un viejo algo mayor que bebía una botella de licor, supusieron que este último era el cliente.
Habían tres personas alrededor de un bulto envuelto en mantas en una cama improsivada en el suelo a la sombra de un árbol, mientras el viejo se sentaba en una piedra a beber licor.

-¿Naruto?- preguntó Kakashi mirando al rubio.

El pequeño Uzumaki enfocó su mirada en las personas en el campamento, los miró y analizó por varios minutos antes de mirar a Kakashi

-Son ellos- asintió dando a entender que efectivamente eran el Equipo 8 real y que no era ninguna trampa del enemigo.

Pero ninguno de ellos se movió hasta el momento en que el Jounnin peliplata dió la orden de descender.