Capítulo 8: "Él"

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El primer amor jamás se olvida, ya sea porque fue la primera vez que te amaron y te hicieron sentir las características "mariposas en el estómago" o, la peor parte, la primera vez que te hicieron sentir reemplazable, la primera vez que alguien te hirió profundamente.

Cualquiera de las dos es válida.

El amor es a prueba y error, no siempre serás para siempre y está bien. A veces las almas gemelas no necesariamente tienen que ser pareja, puedes encontrarlo en tu mejor amigo, en quien sea.

El punto está en abrirte y dejar que los sentimientos florezcan, nadie a muerto por un corazón roto y nadie nunca lo hará.

El desamor es una etapa que todos deberíamos vivir, ya sea para aprender o ser más fuertes la próxima vez.

No ser correspondido es jodido, te hace sentir insuficiente, pero no es el fin del mundo.

El dolor que sientes luego de una ruptura, es común, no guardes nada.

La clave está en siempre querer que al otro le vaya bien, porque recuerda que a esa persona la amaste más que a nadie en el mundo.

Calliope:
El día estaba siendo normal, aún no habían señales de Arizona, en el salón aún no se encontraba.

Tal vez hoy no asistiría a clases.

Luego iré a verla.

El día estaba apenas soleado, estábamos saliendo del invierno y el ambiente comenzaba a llenarse de color.

La profesora de matemática ya había ingresado al salón, dejándonos saber que tendríamos un examen sorpresa.

Observé a Karev, el cual se veía distraído, observando hacía la ventana que daba al pasillo.

— ¿Qué le sucede a Karev?— le susurré a Mark

— No lo sé, desde que vió pasar al rubio que estaba con Arizona el otro día, no ha despegado su vista de la ventana— dijo en el mismo tono

Asentí no muy confiada de la información.

¿Por qué Karev odiaría al chico?
Es completamente ilógico.

Decidí que luego le preguntaría, intentaría obtener toda la información posible.

De repente, Alex se levantó y rápidamente corrió fuera de la habitación, sin siquiera preguntarle a la maestra.

Todos nos miramos en silencio, incluso la profesora que salió detrás de él, gritando su nombre.

Arizona:
El día se veía soleado con unas pocas nubes, no era un buen día para mi.

La noche anterior luego de escribirle a Calliope, recibí un mensaje de Christopher, pidiéndome hablar.

Claramente me negué, no quería tenerlo cerca.
Me aterrorizaba el hecho de tenerlo cerca de mi.

Con solo mirarme me hacía temblar, me hacía sudar del miedo.

Al llegar al instituto me dirigí a mi casillero para buscar mis libros, y al igual que el primer día, Christopher nuevamente cerró este de repente, asustándome.

Hold onDonde viven las historias. Descúbrelo ahora