Capítulo 38: "Promesas"

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Calliope
Habíamos decidido salir a conocer la ciudad junto con Arizona y los demás. Compramos comida y algunos regalos para nuestras familias.

Recorrimos gran parte del centro de la ciudad, todo se veía encantador.

Al pasar por una florería me detuve, ingresé y compré una rosa para Arizona.

— Cariño— susurré en su oído.

La rubia se giró a verme con una amplia sonrisa. Sus hoyuelos se hicieron presentes al igual que ese lindo brillo en sus ojos.

— Dime...

Coloqué la rosa frente a su rostro, mientras una pequeña sonrisa se escapaba de mis labios.

— ¿Para mi?

Asentí.

Arizona la tomó entre sus dedos y la llevó hacía su nariz, logrando obtener el aroma de aquella flor.

— Es preciosa, gracias Calliope.

Ella se acercó a mi, hasta depositar un pequeño beso en mis labios y luego en mi nariz.

— Ustedes y sus cursilerías me harán vomitar un día de estos— bufó Addison a nuestro lado.

— Es solo porque estás amargada Addi, busca una pareja— sugirió mi novia.

— Lo he intentado... Créeme que si, pero los hombres son tan estúpidos.— maldijo.

— ¿Y Meredith?— Arizona sonrió picara.

La observé con el ceño fruncido, mientras ella y Addison se daban miradas cómplices.

— Esperen, ¿De qué me perdí?

— Tal vez Meredith y yo nos besamos...— susurró.

— ¿Y por qué Arizona lo sabe antes que yo?— me crucé de brazos.

— Solo bastó con estar en el lugar y momento exacto, cariño— confesó.

La rubia besó mi mejilla y se alejó, dejándome hablar con Addison.

— Realmente no le di tanta importancia al asunto Call, solo por eso no te lo dije— frunció los labios.

Addison siempre se había acostado con hombres. Según lo que sabía, ella era la más heterosexual de las heterosexuales... Amaba a los hombres.

Pero siempre se puede cambie de parecer, ¿no?

La pelirroja era mi mejor amiga desde los cinco, realmente estaba sorprendida de que me hubiera ocultado esa información.

Lo que significaba que, para ella había sido importante ese beso...

— Sé lo que piensas, tal vez si fue importante— confesó.

— ¿Lo han hablado?

Negó.

— Deberías hacerlo. Creo que podrían hacer linda pareja, pero si no conversas sobre el tema, jamás lo sabrás— acaricié su espalda.

— Creo que soy demasiado cobarde— rio apenas.

— Oh Addison... ¿Cuándo me has visto ser amiga de una cobarde?

Ambas reímos.

— Eres una tonta.

— Lo sé— sonreí victoriosa.

— Mira a tu chica— susurró con una sonrisa traviesa.

Arizona se encontraba en el medio del parque, junto con otras personas... Ella estaba bailando.

Hold onDonde viven las historias. Descúbrelo ahora