Capítulo 22: "Fiesta de Arizona"

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Arizona
Todos hicieron una ronda alrededor de mi, al tocar media noche comenzaron a cantar al unísono.

Era la primera vez en mi vida que me sentía tan amada, y todo era gracias a ellos.

Mi ojos comenzaron a gotear pero no me importó, ya que por fin era un llanto de alegría y no de tristeza.

Al terminar el feliz cumpleaños todos aplaudieron.

Pensé mis tres deseos.

1. Poder superar mi depresión y TCA
2. Ser feliz

y 3...

Vaya que difícil.

3. Tener a Calliope siempre a mi lado

Si, creo que ese era el mejor entre muchos.

Soplé la velas felizmente mientras la sala se llenaba de aplausos nuevamente.

Muchos comenzaron a abrazarme deseándome unos felices dieciocho años, entre ellos, mis padres, Timothy, los chichos.

Hasta que por último llegó Calliope, la cual se acercó con una amplia sonrisa y me abrazo con fuerza.

— ¡Llegó la hora de la búsqueda del tesoro!— gritó April

— ¿Qué?— reí separándome de Callie

— Hemos escondido tus regalos por toda la casa— susurró la morena feliz

— Aquí tienes las pistas— agregó Alex

Tomé los papeles entre mis manos con una amplia sonrisa, en total eran cinco regalos por lo que había contado.

Leí la primer pista; "Soy de larga vida, pero nunca me atraparas caminando. En un día caluroso, recibes mi sombra con decoro. Ven, siéntate aquí y encontrarás el tesoro"

El árbol.

Corrí rápidamente hacía el jardín trasero de la casa, encontrándome con el gran álamo, en el cual se encontraba una caja y una nota.

— Ábrela— comentó Alex feliz

Rápidamente hice lo pedido, allí me encontré con una linda sudadera negra, era gigante tal y como me gustaba.

En la parte delantera tenía unas costillas, como en el esqueleto humano, estaban hechas con piedras brillantes.

— ¡Me encanta!— sonreí— ¡Gracias!

— Ahora lee tu siguiente pista— dijo Mark ansioso

La segunda pista decía: "Siempre se puede enviar un mensaje con una botella en el mar. Si deseas enviarlo con el marinero de agua dulce, a mí me lo puedes dar.
Cartas y tarjetas postales siempre te proveeré. Hoy en día, ¡incluso un tesoro te regalaré!"

El buzón

Nuevamente corrí entre risas hasta este, encontrando dentro golosinas de todos los tipos.

Chillé feliz.

La tercera pista decía; "Soy el lugar donde los cuchillos habitan. Soy más pequeño que un armario y mejor que esas repisas. Guardo objetos y chucherías a tu disposición. Ábreme y el tesoro será tu posesión"

En este si me tardé un poco más, hasta que logré saber cual era.

La cajonera de la cocina.

Caminé rápidamente hacía ella, los chicos habían sacado todas las cosas, cambiándolas por flores y chocolates.

— Me harán engordar— reí— Gracias

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