*Epílogo*

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Pov Nadie

Después de la cena, cada uno se fue a sus respectivas habitaciones para poder pensar y descansar.

Klaus quien estaba junto a Hayley, miro a la chica de ojos verdes y quedó hipnotizado por su belleza, cada vez que hablaban eran más cariñosos y eso le asustaba pero al mismo tiempo les agradaba, agarro a su chica de la cintura y le apretó a su lado, estos últimos días han estado durmiendo juntos solo para "tener paz" según ellos pero la realidad siempre les golpeara en la cara.

-Mañana estarán con nosotros- murmuró una adormilada híbrida quien estaba cómoda en brazos del otro híbrido.

-Así es lobita- beso su cabello cariñosamente- mañana estará la familia completa.

-Siempre y para siempre Klaus- se dio la vuelta y le planto un beso en el cuello que causa una risa amorosa de este.

Tanto el azul celeste y el verde agua se mezclaron en un vals de amor, armonía y pasión. Klaus aún asustado de lo que estaba por decir se acerco aun más a la madre de sus hijos, mientras su mano acariciada la mejilla de esta. Por otro lado la sonrisa y el corazón de Hayley estaba latiendo a mil por hora, predecía lo que iba a pasar y eso la emocionaba, sus ojos bajaron a los labios de este por un segundo antes de volver a subir a esos ojos que tanto le hipnotizo.

-Te quiero- susurro el hibrido, ese susurro que los oídos de Hayley lograron captar para que su sonrisa se intensificara.

-También te quiero- susurro de vuelta, mientras se acercaba al rostro de Klaus quien parecía más asustado pero sus ojos demostraban amor.

No tardaron mucho en unir sus labios en un beso que sellaba sus palabras, un beso lleno de sentimientos guardados en los últimos meses, un beso que les hizo suspirar de emoción y con esto se decías que todo iba a estar bien.

Después de aquel beso que ambos disfrutaron, unieron sus frentes sus corazones latían a mil por segundo, por un momento hasta sonrieron las famosas mariposas en sus estómagos, pero lo que más les llamo la atención es la forma en que sus cuerpos se habían unido más de lo que estaban, la mano de Klaus descansaba en la cintura de Hayley, mientras la mano de Hayley descansaba en el pecho de Klaus.

-Un nuevo comienzo lobita- sonrió en sus labios para volverlos unir- falta nuestros lobitos más pequeños.

-Mañana, seremos una familia pequeña- cerro los ojos- Mikaelson- Marshall, me gusta como suena.

La risa ronca de Klaus la hizo abrir los ojos y robar un beso al "gran mal" quien respondió dándole un beso en la frente, pasaron jugando unos minutos más antes de darse un último beso y caer en un sueño profundo lleno de esperanza y luz.

En otra habitación se encontraba una pequeña familia de tres, quienes estaban hablando animadamente con las ocurrencias del pequeño Nik, quien no ha parado de hablar sobre sus primos y como los quería regañar por haberlo abandonado.

-Les hare un hechizo que les convierta en sapos- refunfuño mientras Freya lo cargaba- se lo merecen, ¿Verdad mami?

-Si, cariño se lo merecen- respondió la rubia dándole un beso en la cabeza.

-¡Freya!- grito su esposa, inconforme con lo que le estaba diciendo- no cariño, no hay necesidad de hacerles eso.

-Pero mami dijo que estaba bien- hizo un puchero que hizo sonreír a su otra madre, mientras Keeling rodaba los ojos.

-Mami a veces se equivoca- le robo un beso en el cachete- solo tienes que hablar con ellos y entenderlos

-También funciona- dijo finalmente, mientras sus ojos se iban cerrando.

Los Mellizos Mikaelson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora