Capitulo 14

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Día de chicas. parte 2

Génesis

¡Dios! la sangre se me baja y la adrenalina me sube, el grito de emoción que doy cuando descendemos de la atracción. Melek viene fascinada al igual que el senador.

Salimos de la atracción y fuimos a recoger las fotos. Habían tres, en una de ellas salimos todos sonriendo, en la segunda venía Melek ansiosa por la caída y en la última salía yo levantando las manos, Melek con pelos de loca y Derek con los ojos cerrados.

—Voy a demandar a este fotógrafo, parezco espanta pájaros —comenta Melek.

Derek toma las imágenes —Sí, tienes razón– arruga la nariz— nos vemos fatales.

—Tú siempre te vez fatal tío, pero yo soy hermosa como una rosa — aclara— esto está hecho para perjudicar mi belleza— se cruza de brazos.

—Bien dicho vamos a demandarlos, yo te llevo el caso— le exclamo.

—Sí, tú eres mi abogada, mi tío usará sus influencias para meterlo a la cárcel y mi papá lo mandará a torturar — nos sonríe.

— Creo que eso es tráfico de influencia pulga — le comenta el senador.

Pone los ojos en blanco — ¿Y? merece pagar por dañar mi belleza.

Derek solo le sonríe y se dirige a pagar la atracción. Me pongo a la altura de Melek y le susurro.

—Tú tranquila, lo voy a meter a la cárcel para que tú papi lo torture— le sonrío maliciosamente, son simples caprichos ¿por qué no cumplírselo?

Melek se avienta a correr hacia los brazos del general, el cual está parado al lado de Mariam robando la atención de todas las espectadoras del lugar.

Derek va hacia él así que no me queda de otra que ir a saludar. Estoy harta, ¿por qué tenía que topármelo?, ¿Por qué está aquí?, «tranquila dulzura» me digo a mi misma buscando consuelo, pronto le arrancarás la cabeza y llevarás ese trofeo a tu papi.

—¿No te gustaría quedarte?— le pregunta el senador.

— No— contesta tajantemente.

— No me quiero ir — gruñe Melek.

—Tienes clases mañana, así que vamos.— expresa el general.

—No es cierto, mañana no tengo clases— se queja— si quieres vete tú, yo me quedo con mi tío.

Mi cerebro deja de oír la conversación, simplemente me recargo en el hombro del senador lo que provoca que West me aniquile con la mirada «no me importa». Yo vine a convencer al senador que trabaje para mi papá y eso es lo que haré.

Algunos minutos pasaron, me siento en una banca con Derek, él cual se está comiendo un algodón de azúcar, y de fondo tengo la imagen de Mariam haciendo fila al lado de West, para subirse a una montaña rusa con Melek.

—¿No crees qué harían linda pareja? — comenta Derek.

La pregunta me hace sacar humo de las orejas—No, no creo, Mariam tiene mejores gustos.

—Puede ser ,y, ¿cómo te ha ido en el trabajo?

—Bien, hasta ahorita todo está tranquilo, solo tengo que llenar documentación. ¿Y a ti?

—También todo está muy tranquilo, mañana tendré que ir al congreso —toma un bocado de aire— no te he agradecido por venir, muchas gracias Génesis.

—Gracias a ti por invitarme, ha sido todo un honor estar aquí— a veces hasta yo me admiro por lo gran convincente que puedo llegar a ser. Mentir es una forma de manipulación muy convincente.

Deseos imparablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora