Capituló 37

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West.

Una semana después.

El sudor recorre mi cuerpo. Es la primera vez después del disparo que hago ejercicio.
Necesito recuperarme y volver lo mas antes posible al trabajo.

Después de esto tengo más razones para detestar a Beger. Intento sacar la frustración con varias series de abdominales.

—Deberías estar descansando, aún tienes que estar en reposo — se queja mi papá entrando al gimnasio.

—No tengo tiempo para eso — le contesto — necesito volver al trabajo.

—Créeme que si descansas te recuperaras más rápido.

—No tengo tiempo para eso — resoplo.

Termino la serie y me encamino a tomar un cigarrillo. Desde la entrada me observa con una mirada de desaprobación.

—Eso no es bueno para tu salud — me regaña.

—No quiero lecciones de un padre asustado — me molesto — ¿Qué te trae aquí? — no quiero perder mi tiempo en estupideces.

—Aparte de tu salud — me fulmina con la mirada — Tengo la investigación del tipo de balas que están manejando, también la nueva bomba que están creando.

Me da los documentos y empiezo a ojearlos.

—Es un milagro que estes vivo — continúa — te perforo una arteria, por eso tienes que descansar.

—No pienso escuchar sermones.

—Eres un testarudo.

Lo ignoro y me concentro a leer con que tipo de materiales están diseñadas estas balas.

Estuve tan cerca de encerrarlo pero siempre tiene un haz bajo la manga, pero en un algún momento se le tendrán que acabar.

Con más razones tengo que encontrar a Alaska, solo ella es su debilidad capaz de hacerlo salir de la cueva.

—Estamos trabajando en un nuevo tipo de chaleco —vuelve a hablar Ed. — Será tecnología, tu lo podrás activar — saca su celular para enseñarme los avances — Será un campo de fuerza.

—Perfecto.

Lo dejo solo ahí. Me salgo del gimnasio para darme una ducha.

Ya estoy harto de estar aquí, necesito regresar a demostrar que ni Rustem Beger puede tenerme.

Estos días que he estado en reposo me han dado tiempo de pensar cual va ser mi próximo movimiento; Y lo tengo mas que claro «sus puntos débiles»

Abro la regadera, el agua fría empieza a caer sobre mi cuerpo y crea un tipo de electricidad al caer en mi cicatriz.

Me he recuperado realmente en tiempo récord. No se si es por que Ed West realmente es un genio en lo que salud se trata o si herede la buena genética de Cora.

Salgo de la regadera y me cambio con lo primero que encuentro en mi closet. Salgo de mi cuarto y una tranquilidad inusual aparenta mi casa.

Deseos imparablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora