Carlos.
—Aquí es, vamos adentro.—Les indico a Xandre, David, Mary y Stacey.
Entramos en una de las tantas tiendas que hemos visitado hoy. Entre todos acordamos descansar mientras estamos en Cumaná.
Dormimos todo el día de ayer, hoy aproveché de salir para comprar todo para la sorpresa de Sharon.
—Bien, chicas, guíenme.
Ellas sonríen y me llevan a dónde están los peluches. Ellas y Layla me convencieron de que sería algo dulce.
Veo muchos peluches de todo tipo, trato de pensar en cuál le gustaría más.
—¿Es normal no saber cuál pueda gustarle?
—Claro, apenas la estás conociendo.—Me dice Stacey.—Creo que puede ser el del conejo.
Dirijo mi mirada a dónde están unos cuantos conejos, analizo y tomo uno en mis manos. Es de color azul claro, mediano, su cabeza es más grande que su cuerpo, las orejas son largas y tiene una zanahoria entre sus manos.
—Éste, pienso que le va a gustar mucho, sobre todo por la zanahoria.
—¿Una referencia a su cabello?—Pregunta David.
—Que bien me conocen. Vamos a pagar esto.
Pago todo y me volteo hacia los chicos.
—¿Quieren un helado?
—¿Le preguntas a un santo si quiere vela?—Me sonríe David y me río. Los llevo a una heladería.
—¿Cómo la están pasando?
—Genial, fue bueno tomar un descanso.—Me responde Xandre.
—Me gusta hasta ahora todo lo que hemos visto, es mucho más cálido que en casa.—Habla Mary.
—Yo estoy feliz por estar viajando y viendo esta nueva serie.—Comenta Stacey riendo.
—¿Nueva serie?—Le pregunto.
—Sí, en el próximo capítulo veré si Layla y Yasmine pelearán o no.
Me río fuerte por eso.
—Así que esa es tu serie.—Le sonrío.—No lo creo, princesa.
—Yo si. Mientras Diego y Layla sigan compartiendo, Yasmine estará de malhumor e irá empeorando.
—¿Cómo así?
—Yasmine está celosa.
—¿¡Celosa!? Pero ella y Diego trabajan juntos, siempre conviven, hablan y todo el tiempo están juntos.
—Si, pero ella no esperó que el se relacionará con Layla. Diego encontró más temas de conversación con Layla y eso es lo que más molesta a Yasmine.—Explica Stacey.
Ellos terminan su helado y volvemos al hotel. Pedimos el penthouse para poder estar todos, no veo a los chicos así que voy corriendo para guardar el peluche en mi maleta.
Me acuesto un rato hasta que escucho un golpe en la puerta.
—Adelante.
—¿Cómo te fue con los chicos?—Escucho la linda voz de Sharon, le sonrío y golpeó a un lado de la cama.
Ella sonríe y se sienta.
—Me fue muy bien, red velvet.—La miro a los ojos y le sonrío.—Acuéstate, por favor.
Ella me complace y pone su cabeza en mi pecho.
—Hablé con mis padres, están felices de que esté bien y esté disfrutando del viaje, pero me extrañan mucho.
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Después del cambio.
Romance¿Cómo puedo decirle que ya no me gusta cómo es? Carlos Ramírez y Sharon Davis se conocieron gracias a sus amigos, entre ellos nació una gran química, llena de risas, confidencialidad y sentimientos profundos. Junto a sus amigos, emprenderán una aven...