Sharon.
—¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños, Sharon! ¡Feliz cumpleaños a ti!
Abro los ojos y veo a todas las chicas en mi cama. Layla tiene un pastel con las velas encendidas.
—¡Pide un deseo!
Cierro los ojos y pido pasar un buen cumpleaños. Sopló las velas y las chicas aplauden.
—Gracias, chicas.
Todas se turnan para abrazarme y darme un regalo. Layla es la última y me da un regalo.
—Para este no tendrás que esperar mucho.
Lo abro y es un traje de baño de dos piezas hermoso, color verde botella.
—Me encanta como se te ve ese color y el traje resalta tus caderas.
—Gracias, Lay.
—Por cierto ¿Quieres algo específico de desayuno?
Niego y ella sonríe.
—Bien, anda a ponerte bella y divina, también ponte el traje de una vez.
Todas salen, entro al baño me alistó, justo después de vestirme suena mi teléfono.
Es una videollamada de mis padres.
—¡Hola!
—¡Feliz cumpleaños!
—¡Gracias! Los extraño mucho
Hablo con ellos por dos horas y les comento todo lo que he visto, experimentado y aprendido.
Les cuento lo que hicieron los chicos la noche anterior y se ríen.
—Espera, tu hermana va hablar contigo.
—¡Feliz cumpleaños!
—Gracias, Nessa ¿Qué tal todo?
—Aburrido en comparación a ti que estás viajando con tu novio y amigos.
Me pongo roja y mi familia se ríe.
—Carlos no es mi novio.
—Aún.—Habla Vanessa.—¿Dónde está? Pensé que no se te despegaría en todo el viaje.
—Debe estar durmiendo.
Alguien abre la puerta y entra Layla.
—Hola, familia.—Saluda a mis padres y hermana mayor.—Bueno, ya veo que andas haciendo. Disfruta tu llamada.
Me da un beso en la cabeza y se va.
—Ella me agrada mucho.—Confiesa Vanessa.
Mi hermana es la mayor, tiene 26. Somos como unas hermanas normal, peleamos de vez en cuando, pero si necesitamos de la otra, ahí estaremos.
Empiezo a escuchar un poco de ruido y Vanessa se ríe.
—Cindy quiere saludarte.
—¡Feliz, cumpleaños, Shalon!
—Muchas gracias, Cindy.
—Te extlaño, mucho.
Mi corazón se hincha al oír eso.
Cindy es mi sobrina, tiene 4 años. Mi hermana quedó embarazada de un idiota que no le importa Cindy, se acuerda de ella una vez al año.
La puerta se abre y creo que es Layla, hasta que habla.
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Después del cambio.
Romance¿Cómo puedo decirle que ya no me gusta cómo es? Carlos Ramírez y Sharon Davis se conocieron gracias a sus amigos, entre ellos nació una gran química, llena de risas, confidencialidad y sentimientos profundos. Junto a sus amigos, emprenderán una aven...