¡Desastre en la cena!

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Sharon.

Estoy en la habitación terminando de alistarme, cuando escucho que tocan la puerta.

—¿Me mandaste a llamar, red velvet?

—Sí, pasa.

Él entra y me sonríe.

—¿De qué quieres hablar?

—Quiero que le digamos a mi familia sobre lo nuestro.—Hablo muy rápido.

—No escuché bien.

—Quiero decirle a mi familia sobre lo nuestro.

—¿Ahora? Creí que esperarías al estar allá, por mi está bien, cuando quieras decirles yo estaré contigo.

—Ahora, así mi padre no te mata.

—Un punto a tu favor.

Tomo mi teléfono y marco para hacer la videollamada. Carlos me pasa un brazo por la cintura.

Contesta mi hermana y enseguida sé que hay problemas.

—Sharon, gracias por llamar, no tienes idea del montón de problemas que hay.

—Vanessa...

—Mis padres acaba de regañarme ¡De regañarme! Cómo si tuviera 16 años. Estoy harta de eso, soy una mujer adulta, madre soltera e independiente.

—Entiendo, Ness, pero...

—Y no se midieron al discutir conmigo, Cindy oyó todo ¡Mi hija! ¿Puedes creerlo?

—No debieron...

—¿Y sabes por qué fue la discusión? Porque se enteraron que me despidieron ¡Sí, me despidieron! Empezaron a discutir y no me querían dejar hablar. Fue horrible, y justo llamas así puedo desahogarme.

—Me alegra...

—Y eso no es lo peor de todo, hermana.

—¡Vanessa!

—¿¡Qué!?

—¿¡No has notado que estoy con Carlos!?

Eso hace que mi hermana observe bien y note a Carlos quién sonríe apenado.

—Oh.

—Sí, oh.

Pensé que llamabas tú sola, nunca llamas con él. Lo siento y a ti también Carlos.

—Tranquila.—Carlos le sonríe.—No te detengas por mi. Soy curioso y chismoso, continúa desahogandote.

Vanessa sonríe al escuchar a Carlos, veo a mi hermana y sé que él tiene razón.

—En primer lugar ¿Por qué te despidieron?

Se enteraron que tengo una hija, jamás creí que ese sería el motivo de un despido. Cómo sea, me despidieron, porque según ellos, que yo tuviera una hija era una mala imagen.

—¿Cuál era tu trabajo?—Le pregunta Carlos.

—Recepcionista en un lugar de recreación, también sirve para fiestas y vacacionar.

—Eso es estúpido, creo que es un despido injustificado y eso es ilegal.

—Mi amigo me dijo lo mismo. Pero ese en verdad es el menor de mis problemas.

—¿La pelea con nuestros padres?

—No. El bastardo que solo recuerda una vez al año que tiene una hija, acaba de recordarlo, estoy en esa época.

Después del cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora