Atardecer.

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Sharon.

Me despierto, busco mi teléfono y veo la hora.

4:00 AM.

¡Mierda!

Me volteo y noto que Carlos aún sigue dormido. Salgo para no molestarlo.

Al salir veo a una persona sentada en el medio de todas las carpas.

Aún medio dormida me acerco y reconozco a Derek.

—¿No has dormido en toda la noche?—Le hablo en voz baja.

Al estar a su lado noto que Layla está dormida en sus brazos.

—Se durmió hace como media hora, no lo sé. Lloró y me pidió no acercarme a la playa, al parecer la pesadilla la asustó mucho.

—Pobrecita.

—¿Y tú qué haces despierta?

—Incomodidad, es raro dormir en una playa y estar del todo tranquilo. Sobretodo con lo que pasó anoche.

—Lo entiendo, Daniela y David se estuvieron asomando cada cierto tiempo, solo yo los veía Layla estaba muy nerviosa como para notarlo.

—Es increíble lo mucho que la asustan sus sueños.

—Ni te imaginas.

Escucho el ruido de una cremallera y sale Diego.

—Buenos días.

—Buenos días.—Le respondemos.

—Es bueno ver qué está dormida.—Señala a Layla.

—Me costó mucho.—Confiesa Derek.—Si se cerraba los ojos ya imaginaba a otra persona. Tuve que distraerla demasiado.

—Supongo que ya está dormida por el cansancio.

Derek asiente y vemos a Layla quien parece estar durmiendo bien.

—¿Por qué no la acuestas? Si ya está dormida deberías ponerla cómoda.

—No puedo acostarla dentro de la tienda, tengo miedo de que escuche las olas y se asuste.

—Podemos llevarla a la habitación, para que descanse más tranquila.

—Bien, solo un momento.

Mira hacia un lado, Diego y yo hacemos lo mismo y observamos que viene Sam.

—¿Cómo es qué no ladró anoche?—Le pregunto.

—Empezó a gruñir, pero hice que callara, si eran ladrones se llevarían una sorpresa, mordiscos y golpes.

—Está entrenado para todo ¿Verdad?

—Básicamente.

El perro llega a nuestro lado, me llena de amor al ver que agacha su cabeza para buscar la mano de Derek, él con una sonrisa lo acaricia.

—Carlos dice mucho que es peligroso y demás.—Explica Derek.—Pero es un perro muy amoroso.

—Todos tienen su forma de demostrar amor.—Opina Diego.—¿Te ayudo con ella para que puedas levantarte?

—Sí, pero me la das cuando esté de pie.

Diego asiente, la toma en sus brazos con sumo cuidado, Derek se levanta, se sacude la tierra y extiende los brazos para recibir a Layla.

—Nunca entenderé porque no le gusta que la carguen, y solo cuando tiene mucha confianza lo deja.—Hablo viendo cómo Derek la acomoda.

—Tiene sus razones, aunque no le gusta compartirlas. La primera vez que lo hice me abofeteó y me amenazó con picarme en pedacitos.

Después del cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora