LMB [VMin]

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Después de una discusión con su padre, él le quitó el celular para que ya no se comunicara más con su novio.

Jimin estaba tan triste que se quedó todo el día en su cama pensando en porqué mejor no se fue del país.

Tampoco quería escuchar a sus padres discutir. Él insistía en que deberían llevarlo lejos, pero su madre estaba de su lado intentando hacerle ver que no era para tanto, pero que su único hijo quiera estar con un cholo sí era para tanto. Al menos para su padre.

Se había quedado sin desayunar y comer, negándose a abrir la puerta, pero un fuerte dolor de estómago lo hizo tener que bajar a cenar.

Ignoró a sus padres quiénes estaban cenando en la mesa en silencio.

—¿Sabes lo que hubiera pasado si la prensa se hubiera enterado?

Jimin se echó a reír mientras se servía en una taza arroz con leche.

—¿Qué es tan gracioso?

Se limpió una lágrima falsa.

—¿En verdad crees que eres una celebridad? A nadie le interesa saber lo que hace el dueño de una fábrica.

—¡Basta! —su madre golpeó la mesa mirando molesta a ambos hombres que se miraban con ojos de muerte—. ¿Puedes al menos escucharlo? —preguntó dirigiéndose a su esposo—. Puede que no sea tan malo como piensas.

—Es la madre de ese amigo suyo la que te mete esas cosas en la cabeza.

—¿La madre de Seokjin?

—¡Ay pá! Nada qué ver, Seokjin es super fresa y la mamá es igual —dijo cruzado de brazos—. Amo a Taehyung y nadie tiene qué ver en eso.

—No quiero saber nada de él.

—¡Uish! ¡Te odio!

Se llevó su taza a su cuarto mientras sollozaba.

—¡Y me lo terminas!

La madre de Jimin se quedó mirando a su esposo mientras negaba con la cabeza. Estaba segura que su hijo no iba a ceder, ya se había ido de la casa por eso, era capaz de irse otra vez.

En cambio su esposo no parecía aceptar al novio de su hijo, sentía que en ambos casos no tenía poder sobre ellos. Sólo esperaba no volver a tener a su hijo lejos.

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—Ay mi Chinchulín no me ha llamado —dijo Taehyung con un puchero—. Tampoco contestó mis mensajes.

—Ha de estar castigado, que por cierto tú también lo estás, ¿qué haces con el celular? —preguntó Yoongi.

—El Sonrics se apiadó de mi alma y me dejó traerlo porque no fue mi culpa.

Yoongi lo ignoró y regresó la mirada a la televisión.

Taehyung miró a su alrededor y se lanzó al sillón aburrido. Ya se había acostumbrado a estar con Jimin todo el tiempo que ahora le resultaba aburrido todo.

—¡Me falta mi media naranja! —lloriqueó

—Toma —Hoseok le dio una escoba—. Ve a desaburrirte barriendo la banqueta.

Taehyung suspiró y se fue arrastrando los pies a barrer.

Ya había pasado un día sin saber de su corazoncito, ni siquiera Seokjin sabía y eso lo tenía muy preocupado, como sea, debía asegurarse de que él estaba bien.

[...]

Por toda la casa sonó el inconfundible timbre de un iphone.

El padre de Jimin contestó.