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Dos días sin celular, Taehyung no podía creer que estaban siendo castigados solamente por no contestar las 33 llamadas. Entendían que ellos estaban muy preocupados también, pero no podía quedarse sin celular tanto tiempo y menos cuando Jimin estaba mal, posiblemente le envíe un mensaje pronto. Taehyung no podía perder el tiempo siendo castigado.

—Es que no lo entiendes —dijo entre lágrimas—, él me necesita, debo estar checando mi cel para ver si me manda mensaje.

—Tae, no queremos que regreses con Jimin —confesó Hoseok y Taehyung lo miró sin entender—. Estamos preocupados por ti, no queremos que te lastimen.

—Esto es lo que más me lastima, que mi propia familia no me deje estar con el chico al que amo.

—También queremos a Jimin, pero lo que pasó hace poco nos tiene muy asustados —dijo Yoongi—, y todavía no contestaron el teléfono ya se imaginan que casi vamos a buscarlos si no fuera porque Jungkook nos envió un mensaje.

—¡Ustedes son malos! —gritó Taehyung— Jimin me necesita, ¿no lo entienden? Lo amo tanto que no me interesa si muero solamente por poder estar con él.

Hubo un corto silencio hasta que Jungkook habló.

—Guau —exclamó Jungkook—, ¿y qué vamos a comer?

—No tengo hambre —Taehyung se levantó del sillón y caminó hasta su habitación aventando la cortina como si quisiera dar un portazo.

—¡Taehyung! —regañó Hoseok.

—Ya déjalo —Namjoon intentó calmar la situación.

Ese día Taehyung no comió y en esa noche se salió de su casa.

Fue peligroso ir a las diez de la noche en su bicicleta hasta la casa de Jimin, algunos perros le ladraban dentro de sus casas, Taehyung agradeció a la virgencita haber logrado llegar sano y salvo.

La luz de la habitación de Jimin seguía encendida, por lo que le lanzó piedritas esperando que diera resultado, pero no fue así. Jimin apagó la luz.

Siguió lanzando piedritas y como no salía comenzó a gritar bajo.

—¡Jimin! —estaba seguro que era alto, pero no lo suficiente para despertar a sus papás— ¡Jimin! —volvió a gritar.

La luz se encendió, Taehyung sonrió al ver salir a su ángel con una bata ajustada a su hermoso cuerpo y con una taza de lo que pudiera ser cualquier líquido que le lanzó sin pensar.

Taehyung se cubrió el rostro siendo empapado con café.

—¡Agh! ¡¿Chinchulín?!

—¡Tae! —exclamó Jimin— Pensé que eras alguien más, Dios, lo siento.

—Está bien, mi amor, ya me hacía falta un baño —bromeó, pero Jimin seguía preocupado.

—¿Quieres subir? —preguntó Jimin.

—Sí, pero no quiero que te regañen.

—Sube por aquí —Jimin golpeó la pared de ladrillos. Taehyung parpadeó mirando la pared.

—¿Y cómo paso la reja?

—Está abierto, te esperaré adentro.

Taehyung tragó saliva y entró con cuidado, miró la pared y subió un pie y con rapidez escaló para no perder el ritmo y fuerza.

Se agarró del balcón y quedó colgado de ahí.  Entre quejidos intentó subir pero no lo logró.

—¿Me das una manita?

Jimin salió de vuelta acomodándose la bata y lo agarró del brazo ayudándolo a subir con cuidado.

Ambos cayeron al suelo. Taehyung quedó sobre Jimin y se empezaron a reír.

—¿Qué haces aquí, bebé?

—Vine a ver a mi novio —Jimin sonrió enternecido.

Y lo besó.

—Te extrañé tanto. Gracias por venir —Taehyung se levantó del suelo y ayudó a Jimin a levantarse, le dio otro beso antes de entrar y se sentó en la cama.

Jimin tomó un paquete de toallitas húmedas y limpió el rastro de café que le había lanzado.

—Lo siento, en verdad.

—Está bien, ¿quién pensaste que era?

—El idiota de-

Tocaron la puerta, Jimin rápidamente le dijo que se metiera bajo la cama y Taehyung lo hizo.

Jimin tomó aire y suspiró abriendo la puerta.

—¿Mamá? ¿Qué pasó?

Ella entró mirando preocupada a su hijo y lo abrazó con fuerza. Jimin no supo cómo reaccionar.

—Estuve hablando con tu papá.

—¿Y qué pasó?

—Él es muy tradicional —lo guió a la cama y peinó su cabello—, acepta tu homosexualidad, pero no sé si sabes —tomó un respiro— que nuestro matrimonio fue arreglado, en la actualidad hay muchas personas que así lo hacen para compartir sus riquezas. Tu padre insiste en que Máximo es bueno para ti ya que eso beneficia a la empresa.

—Pero no lo quiero a él —replicó.

—Lo sé, pero una madre quiere lo mejor para su hijo.

Sus lágrimas aparecieron por las palabras de su madre.

—Mamá…

—Por eso creo que lo mejor es lo que tú quieras hacer —Jimin dejó de llorar y miró a su mamá sorprendido—. No quiero que pases el resto de tu vida intentando amar a alguien que no puedes. No quiero que pases por lo mismo que yo.

Jimin estaba sorprendido y abrazó a su mamá con un beso en su mejilla.

—¿Qué piensa papá de esto? —preguntó Jimin aún abrazándola.

—Está en desacuerdo, claro, pero no necesitas estar más con esas personas. Tu papá hablará con la familia de Máximo para contarle lo que pasó y bueno, romper con su sociedad.

—¿Cómo sabes que lo hará?

—Tenemos un trato, si él no hace lo que yo le pido yo romperé con lo nuestro y eso afectaría a su empresa.

Jimin sonrió sintiéndose mejor ahora que podía simplemente ignorar al idiota que intentó hacerle daño.

—¿Eso significa que puedo estar con Taehyung?

—Sí, puedes traerlo a la casa para presentarlo bien como tu novio.

Jimin le dio un último abrazo antes de que saliera de su habitación y cuando al fin estuvo solo corrió a asomarse debajo de la cama.

Para su sorpresa, Taehyung estaba muy dormido. Jimin sonrió enternecido y se metió debajo de la cama siendo rápidamente atrapado por las piernas y brazos de Taehyung.

—Bebé —susurró con cariño, hasta que escuchó los ronquidos de su novio haciéndolo consciente de que estaba dormido.

Cerró sus ojos y se durmió en los brazos de su amado.

LMB [VMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora