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Las personas pasaban y compraban sus burritos como si fuera pan caliente, Hoseok se miraba en un futuro con una fondita llena de gente, haciendo largas filas para poder comprar de su comida.

—Ya me aburrí —dijo Taehyung bostezando y Hoseok le dio un sape—. Otsss… pus qué hice o qué.

—Me estás salando, cabrón —el menor puso los ojos en blanco—. Ya nada más nos quedan tres burritos, gracias a Dios.

—No hemos comido nada, podríamos comernos uno y el otro se lo damos a Jungkook.

—Jungkook ya traí su lonchecito, al rato que lleguemos al cantón te sirvo un plato de frijoles.

Las tripas le crujieron y suspiró esperando a los clientes.

Cuando al fin terminaron Hoseok le entregó un billete de 100 pesos. Taehyung estaba confundido.

—¿Y esto?

—Te los ganastes.

—No, está bien así, yo no más vine a acompañarte.

Hoseok frunció el ceño y bueno, no le iba a rogar para que se lo quedara así que se lo quitó.

Se preguntó cómo estaría Jimin, le dijo que saliendo iría a buscar trabajo, aún así se sentía preocupado por él, nomás le envió un mensaje diciéndole que lo amaba hasta el infinito y más allá, pero nomás.

Le daba miedo imaginar que su padre lo pueda encontrar y quiera hacerlo regresar, de sólo pensarlo ya le dio coraje.

Jimin llegó a la planta del soriana, estaba listo para mostrar sus dotes como modelo, sólo que habían personas esperando lo mismo que él.

Pensó en que debió haber venido más temprano en vez de quedarse hablando con Jin.

No sabía cómo funcionaba la dinámica, le preguntó a alguien de ahí que también iba a lo mismo y le dijo que estaban esperando instrucciones. Así que eso es lo que iba a hacer.

—Jimin.

Su corazón se aceleró, de una manera no romántica, al escuchar esa voz y volteó a ver al dueño de esta.

Máximo y tenía una cámara en las manos, por supuesto.

—Qué idiota —se dijo a sí mismo y caminó rápido a la salida, pero él lo sujetó del brazo.

—¿Cómo estás?

—No quiero hablar contigo.

—¿Quieres participar?

—Quería, pero ya no.

Lo soltó, eso le hizo sentir aliviado. Caminó deprisa para querer salir de ese lugar, no podía creer que él estaba ahí también, era una locura que de tantos lugares tendría que estar ahí en la planta del Soriana.

Se sentó en una banca que se encontraba a un lado de una máquina expendedora en el estacionamiento y le envió un mensaje a su novio.

Estoy en la planta del soriana, ¿puedes pasar por mi?

Inmediatamente contestó.

Lla iva pa ya, soyin m digo

Suspiró aliviado, hasta que escuchó de nuevo esa voz.

—¿Sabes? Haz sido el modelo con el que he podido mostrar una mejor imagen. Mi modelo que me hizo ser reconocido.

—¿Qué quieres? —preguntó sin mirarlo.

—Quiero que regreses.

—No voy a regresar a casa.

—No, quiero que seas mi modelo y hagas lo que yo quiero, de lo contrario levantaré cargos por daño a propiedad privada. Tú eliges.

Jimin lo miró furioso, su rostro estaba rojo.

—Prefiero pudrirme en la cárcel.

—¿No entiendes que podemos hacer lo que queramos? ¿Tu novio sigue sin entenderlo después de aquello?

Jimin se levantó de la banca.

—¡Fueron ustedes!

—Obvio. Cristobal estaba enojado y yo también, ese naco arruinó nuestro trabajo.

—¿Por qué? Tae no hizo nada.

—Porque eres importante para nosotros, eres una pieza única en la galería.

Jimin negó con la cabeza, le aterraba la neutralidad de sus palabras, seguramente se había imaginado ese escenario varias veces, lo vio sonreír ligeramente, sabía que Jimin estaba nervioso.

—No…

—Piensalo, será bueno para ti. Harás lo que siempre quisiste.

Su celular sonó y Máximo se dio la vuelta yéndose de regreso.

Se quedó de pie intentando controlar la respiración. Contestó, la voz alegre de su novio le hizo sentirse mejor, ¿aquello había sido una amenaza?

Estoy afuera.

Ok.

Colgó y salió un poco pensativo, fue recibido con un beso y Taehyung notó su rostro decaído.

—¿No te veré en la entrada del Soriana?

Jimin negó con la cabeza y Taehyung lo abrazó haciéndolo llorar.

—Lo siento tanto —dijo entre lágrimas y Taehyung siguió consolándolo.

—No te preocupes, lo que importa es que lo intentastes, a partir de hoy ya no vamos a ir al Soriana, empezaremos a ir al Calimax.

Se separó aún llorando y Taehyung besó su frente y acunó su rostro.

—Perdón Tae, perdóname.

Acarició su cabeza y lo abrazó de vuelta arrullandolo en su pecho.

—Todo estará bien —dijo tranquilo.

Jimin siguió llorando en los brazos de su novio. Siguió pidiendo perdón por lo que iba a hacer.

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En el próximo episodio de su telenovela favorita: ¿Jimin aceptará el trato de Máximo? No se pierda el próximo capítulo de su telenovela favorita.

LMB [VMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora