Catorce

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Os dejo un nuevo capítulo.
He querido subir este también hoy.
Vienen emociones fuertes!!!
Os leo en los comentarios!!!
😚😚

♥️♥️

MARI

Noviembre llegó con frío y lluvia.
"No estaré en Londres, pero el tiempo es idéntico", pensé mientras llegaba al trabajo aquel viernes.
Menos mal que era el último día de la semana. Había sido una semana agotadora con tantas facturas y contratos nuevos que hacer. Necesitaba salir un poco y aquella tarde había quedado con unas amigas para tomar café.
Con ese pensamiento pasé todo el día en el trabajo.

Salí del trabajo sobre las dos de la tarde y todo sucedió demasiado rápido.
Los coches pasaban rápidos. Esperaba mi turno para pasar por el paso de peatones. Miré a ambos lados y vi que no venía nadie. No sé de dónde salió aquel vehículo, sólo recuerdo de ir cruzando aquel paso de peatones y después todo se volvió oscuro.

DANIEL
Aquella llamada de Ana, me partió el alma.
La mejor amiga de mi novia, estaba atacada de los nervios y llorando cuando cogí la llamada. La casualidad de estar en Londres aquel día, fue mucha. Tenía varios compromisos que, después de aquella llamada, quedarían aplazados.
- Dime, Ana, ¿Qué tal?
- Daniel... - sollozó
- ¿Qué pasa?
Aunque me supuse lo peor
- Mary...
- ¿Qué le ha pasado? - algo en mí me decía que algo grave le había pasado a mi novia.
- Ha tenido un accidente... ¡Oh! Daniel, está grave... Su madre me ha llamado hace un rato... Sabía que tenías que saberlo... Yo... Yo... Estoy asustada... Es mi hermana, mi mejor amiga...- la chica no podía terminar las frases.
Sentí el corazón palpitar demasiado fuerte.
- ¿Daniel? - oí decir al otro lado del teléfono a la chica que se había convertido en mi amiga.
- Necesito ir a España. Si quieres venir, te recojo en veinte minutos.
- Si, si... Ahora te veo.
- Vale.
- ¿Daniel?
- Dime
- Ella es fuerte, saldrá de esta.
- Lo sé.
Colgué y sentí como mis ojos se llevaban de lágrimas. La mujer que amaba había tenido un accidente y no sabía cómo había sido, pero estaba dispuesto a lo que fuera por ella.

Ana y yo llegamos a España el sábado por la mañana. Nos recogió su padre, quien sin decir poco más que un saludo, nos llevó hacia la ciudad de mi novia y de mi amiga. En cuanto llegamos al hospital, Ana se lanzó en brazos de una mujer que se parecía mucho a Mary. Supuse que era su madre.
- Lucía, este es Daniel, el novio de Mari.
- Encantado, señora, me hubiera gustado que esto pasara de otra manera- dije en español. El tiempo pasado con Mary me enseñó varias cosas, entre ellas hablar en su lengua materna.
Aquella mujer, simplemente asintió y me abrazó.
Un hombre algo más alto que yo salió de la habitación. Sus ojos me recordaron a los de Mary. Supuse que era su padre.
Ana se abrazó a él también.
- Mi pequeña Ana. Que ganas tenía de verte.- volvió la mirada hacia donde estaba yo- Tú debes de ser el famoso Daniel Radcliffe. Soy Lucas, el padre de Mari - extendió una mano hacia mí.
La estreché, asintiendo con la cabeza.
- Ana, cariño, entrar los dos. Está sedada, pero está bien dentro de la gravedad. Pero tiene una pierna, un brazo y varias cosillas rotas, a parte de un fuerte golpe en la cabeza- dijo Lucía, secándose las lágrimas con un pañuelo.
Ana asintió y me miró. Entramos por la puerta donde el padre de Mary había salido un par de minutos antes.
Y allí estaba ella, tumbada en una cama, llena de cables, con la pierna derecha escayolada junto al brazo derecho también escayolado. Una venda cubría su cabeza. Tenía rasguños por la cara y tenía la muñeca de la mano izquierda vendada.
-¡Dios! - exclamó Ana ahogando un sollozo.
Se dirigió hacia Mary. Le dio un beso en la cabeza.
Yo seguía allí plantado, de pie, mirando a la chica postrada en la cama. No creia lo que mis ojos veían. Ni siquiera noté cuando Ana se acercó a mí de nuevo.
-¿Daniel, estás bien?- preguntó agarrándome el brazo.
La miré. ¿Qué era lo que tenía que responderle? No sabía que contestar. Negué con la cabeza y me pasé la mano por el pelo. Me acerqué a mi novia. Me dolía el alma verla así. Me senté con mucho cuidado en la cama con ella y agarré su mano izquierda como si de cristal de bohemia se tratara.
- ¿Por qué a ti, mi vida? Yo... Yo esperaba verte sonriendo, quería que la siguiente vez que nos viéramos fuera un momento de risas y alegría. Así no... ¡Joder!- me levanté de la cama y me llevé las manos a la cara. Noté como las lágrimas brotaban de mis ojos.
La impotencia me recorría el cuerpo y dejé que las lágrimas recorrieran mi cara. Ana no dijo nada, simplemente me abrazó. Me percaté que ella también estaba llorando.
No sé cuánto tiempo estuvimos abrazados, pero cuando la mejor amiga de mi novia se soltó del abrazo, volví al lado de Mary. Le di un pequeño beso en los labios y le susurré al oído, a esperas de que, alguna manera, lo oyera.
- Te amo más que a mi propia vida. Necesito tenerte de nuevo conmigo. Lucha, mi vida, habemos muchas personas que te queremos ver bien. Yo no me separaré de tu lado en ningún momento.
Le acaricié suavemente la mejilla.
Levanté la mirada hacia Ana, quien sonreía con los ojos rojos de llorar. En ningún momento, desde que la recogi en su casa el día anterior, le había preguntado cómo sucedió todo. Ni siquiera tuve el valor de preguntarle a sus padres. Me acerqué a ella y le dije:
- Perdona por comportarme así contigo. Tú no tienes culpa de nada. Perdona por comportarme tan borde.
- No te preocupes. Te entiendo mejor que nadie.
-¿Cómo sucedió todo?
- Ven, salgamos, Lucía y Lucas podrán contarte mejor que yo lo sucedido.
Miré una vez más a mi novia. No quería separarme de ella ningún momento, pero debía de saber cómo sucedió todo. Seguí a mi amiga hacia fuera, donde se encontraban los padres de Mary.

El verano de mi vida (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora