Veintiuno

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Veintiuno.

El hecho de casarme con Daniel hacia que no entrara en mi de gozo. Mientras trabajaba, miraba mi anillo de compromiso. No podía parar de sonreír.

Él quería que nos casamos aquí, en España, en mi ciudad. Yo se lo agradecí.

Viajé a Londres a finales de abril, agradecí a mi jefe que me diera unos días libres. Daniel me dijo que quería hacer una fiesta de compromiso con amigos y compañeros suyos. Accedí, aunque eso implicaba conocer a compañeros suyos de trabajo. Ana vendría conmigo.

El día de la fiesta llegó y allí me encontraba yo, con un precioso vestido de manga francesa,hasta la rodilla, en color verde botella y falda de vuelo, tacones no muy altos y el pelo semirecogido. Marcia, la madre de Daniel, me dejó unos preciosos pendientes de cristal.
-¡WoW! Vaya tía buena tengo como amiga- dijo Ana cuando me vio.
Me había vestido en casa de Daniel y el chófer de éste, fue por mi amiga.
Ana llevaba un vestido entallado, en color champán, de brillo, tacones de aguja en color beige y su pelo ondulado.
- Somos actrices de cine en una premier- rió mi amiga mientras entrábamos en el local junto a Daniel.
- Sois perfectas- dijo Daniel agarrandonos de la cintura a las dos.
- ¡Oh, Daniel!- reí.
-¿Preparada?- me dijo en una sonrisa.
Asentí y entramos a la sala donde se celebraba la fiesta.
Sentí que me iba a dar algo. Ana, a mi lado, por poco no gritó. Se acercaron a nosotros varios rostros muy conocidos para nosotras.
Emma Watson, Rupert Grint, Tom Felton, Evanna Lynch, Oliver y James Phelps y Matthew Lewis estaban allí.
Daniel nos lo presentó a todos y mi amiga y yo no nos lo creíamos.
Se retiraron de nuestro lado y fueron a sentarse, sin antes darnos la enhorabuena. Nos sentamos en una mesa y descubrí, para la suerte de ambas, que Tom Felton se sentaba con nosotros. Era un chico muy agradable. Debo añadir, que a Ana por poco no se le salen los ojos de las órbitas cuando vio que se sentaba a su lado.
- Alguien al fin ha cazado a Pottah- dijo arqueando una ceja.
Daniel y yo reímos. Ana seguía en su mundo.
- Madre mía, que bueno está- la oí susurrar en español.
Me reí. Daniel me miró y le indiqué con la mirada que era por Ana.
Daniel le contestó a su amigo, mientras empezábamos a cenar.
- Las cosas que pasan, Malfoy.
Ana, de repente, recuperó su forma de ser.
- ¿Desde cuándo Potter y Malfoy se llevan bien?
No me atraganté comiendo de puro milagro. Daniel rió y Tom soltó una carcajada antes de hablar.
- ¿Potterheads?
Ana me miró sonriendo y las dos, como dos buenas fans, dijimos:
- ¿Después de todo este tiempo?- pregunté.
- Siempre- respondió Ana.
Tom aplaudió y nosotras chocamos nuestras manos.
- Esto si que es bueno. Daniel, ahora sí que no te olvidas de tu personaje.
- Si es por ella, nunca lo haré- respondió Daniel mirándome.
-¡Por favor! Más azúcar no- dijo Ana poniendo cara de asco.
Todos reímos ante la ocurrencia de mi amiga.

La cena siguió entre risas y charlas. Daniel me presentó a más amigos y compañeros de trabajo de películas y obras que había hecho. Yo alucinaba con la de gente que conocía del mundo del cine.
Después de comer, empezó la música. Un DJ puso la animación de la noche.
En el momento que busqué a Ana con la mirada, la vi sentada en la misma mesa que cenamos junto a Tom Felton hablando. Se la veía encantada. Esperaba que no cometiera ninguna locura.
Aquel DJ puso una canción lenta y Daniel se acercó a mí para bailar. Yo acepté encantada.
- Se le ve a Ana muy contenta- dijo Daniel.
La volví a mirar y ahora estaba bailando con Tom.
- Eso parece y eso que siempre había estado enamorada de los gemelos.
- Se ha pasado al lado oscuro- rió Daniel.
La canción terminó y empezó a sonar otra más movida. Aproveché para acercarme a mi amiga.
- Mary, Tom es súper simpático, es... Increíble.
- No te enamores más- tuve que reírme ante la cara de embobada de mi amiga.
- Es perfecto, de verdad.- dijo mi amiga y vi que miraba a Tom que hablaba con Daniel y Rupert.
- Si que lo es...
- Sus ojos son...
- ... Como el cielo
Ana y yo nos miramos y rompimos a reír. Empezó a sonar una canción que nos gustaba y nos sabíamos el baile desde pequeñas y, sin un ápice de vergüenza, salimos a bailar al medio de la pista.
"Saturday night", de Whigfield sonaba en la pista de baile y nosotras bailamos como auténticas bailarinas. Poco a poco, se nos fueron uniendo gente. Me di cuenta, al acabar la canción que tanto Daniel como Tom y Rupert se quedaron mirándonos con cara de no creerse lo que acaban de ver.
Mi amiga y yo nos abrazamos, pues aquella canción nos traía muy buenos recuerdos. Nos acercamos a los chicos.
- ¿No os sabíais la coreografía, no?- oí decir a Rupert.
- Para nada- dijo Ana.
-¡Madre mía, han animado al personal bastante!- dijo Tom.
Reí.
- Tengo una prometida que sabe hacer de todo- dijo Daniel.
Lo abracé feliz.

La fiesta continuo hasta altas horas de la madrugada. Cuando llegamos al piso de mi amiga, serían casi las cuatro de la madrugada.
Debo reconocer que la fiesta estuvo demasiado bien. Ana, quien bebió algo más que yo, empezó a llorar mientras veníamos a casa diciendo algo sobre que estaba enamorada del malo de la película pero que no era tan malo. Supuse que sería por Tom.
- Tranquila. Yo te consigo una cita con él, Ana. No llores- dijo Daniel dejándola en el sofá.
El pobre tuvo que ayudarme a subirla a casa. Mi amiga se había pasado un poco con la bebida. Yo, detrás de ellos, los seguí con los zapatos de ambas en las manos.
Tenía los pies destrozados.
-¿De verdad, Potter?- preguntó mi amiga recostandose en el sofá.
- Ana...
- Yo no soy Ana, soy Astoria. Y mi buen amigo Potter me va a conseguir una cita con Malfoy. Es tan guapo...
Me llevé la mano a la cara. Si, ahora confirmaba que había bebido bastante.
- Déjala, no está bien- le dije a Daniel quien se reía. - Mañana estará muerta de vergüenza.
- Es divertida. Está en su mundo.
-¡Potter! Consígueme a Malfoy- mi amiga seguía en su mundo, eso es seguro.
-¿No quieres que me quede aquí?
- No te preocupes, en cuando la acueste estará todo bien. Vete y descansa.
- Estaría mejor contigo...- dijo y me cogió por la cintura.
- Dan...
- Vale, vale... Déjame despedirme de Ana.- dijo divertido. Asentí- Astoria, voy a por Malfoy, después nos vemos en el Gran Comedor.
Tuve que darle un golpe en el brazo, pero me reí. Ana mañana no sé acordará de nada, pero Daniel se lo recordaría fijo.
- Eso...- Ana estaba ya medio dormida.
Acompañé a mí novio a la puerta. Nos despedimos con un beso justo en el momento que escuchamos a Ana decir:
- ¡Te amo, Potter!
Nos reímos. Me volvió a besar y se marchó.
Llegué al lado de mi amiga y la cogí como pude para llevarla a su dormitorio a que durmiera. La acosté en la cama, la tapé con las mantas y la dejé dormir. Ni le quité la ropa, pues se quedó dormida en cuanto la puse en la cama.
Yo me fui a mi dormitorio, me quité el maquillaje y la ropa. Me puse el pijama y me metí en la cama.
Había sido una estupenda noche que no olvidaría jamás.

♥️♥️

O

s imagináis a Ana con Tom???
Bueno, estoy creando una historia con él, pero no es Ana quien será la afortunada.
En breve os avisaré para la siguiente historia.
Primero, terminemos con Daniel y Mary.

Un besazo radcliffer 😘😘

El verano de mi vida (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora