Media hora más tarde, después de que Richard y aquella mujer les dijeran varias cosas a los actores, se retiraron a la sala de ensayos.
Aún no sabía que iba hacer, ahora que mi amiga iba a otra sala, cuando Daniel me preguntó:
- ¿Quieres tomarte algo conmigo? No me apetece estar solo ahí fuera, esperando. Me encantaría que me acompañaras.
Me quedé sorprendida. Mis manos temblaban mientras sujetaban el bolso. No sabía que responder.
Sus ojos me miraban fijamente, esperando una respuesta.
- Claro que si. Total, no tengo nada mejor que hacer mientras Ana termina.- yo misma me sorprendí de mi respuesta.
Él sonrió, y se levantó. Yo lo seguí inmediatamente. Salimos de allí y fuimos a la cafetería que estaba dentro del teatro.
Me preguntó qué quería tomar y le dije que un café. Él pidió lo mismo.
Nos sentamos en una mesa.
-¿Ana y tú os conocéis desde hace mucho? -pregunto mientras removía su café.
- Pues la conozco desde que entramos en parvulario. Somos amigas de toda la vida. Sólo decirte que hay veces que nos confunden como hermanas. Debo reconocer que nos parecemos, la verdad. Nos consideramos como hermanas, prácticamente nos hemos criado juntas.
- Debo de reconocerte que, cuando os vi el otro día, llegué a pensar que erais hermanas.
No podía creerme que estuviera allí, en una cafetería aunque fuera de un teatro, sentada y tomándome un café con el mismísimo Daniel Radcliffe. Esto me lo llegan a decir hace un par de semanas y me río del que me lo dijera.
Sonreí y vi como Daniel hacia lo mismo.
Me terminé el café, pensando de qué podía hablar con él.
"A ver, Mari, piensa en algo que no sea una tontería. Siempre has querido hablar con él", pensé.
Levanté la mirada y allí estaba él, mirándome fijamente. Sentí como mil mariposas revoloteando por mi estómago. Me encantaban el color de sus ojos. Llevaba barba de varios días, lo que le hacía aún más guapo. Aquel día, llevaba una camiseta azul de manga larga, que las llevaba subidas hasta el codo, unos vaqueros claros y unas deportivas blancas. Debo reconocer que estaba guapo de cualquier manera.
-¿Te sucede algo, Mary? Te has quedado como ida.- preguntó levantando una ceja.
-¿Eh? No, no... Perdón, me quedé pensando. Bueno, ¿Y tú qué tal todo?
Mentalmente, me pegué una colleja. En serio, no sé a qué vino esa pregunta. Más que nada porque me sabía de su vida todo. Si se hubiera abierto el suelo en ese momento y me tragara, creo que sería lo mejor.
Daniel, por el contrario, contestó a mi pregunta sin problema alguno.
- Pues yo ahora me he tomado un par de meses de descanso. Estaba un poco agotado entre una cosa y otra. Un descanso no viene mal. Aunque hacia tiempo que no me asomaba por aquí y no creía que hubiera tanta sorpresa nueva por el teatro.
Me miró de nuevo fijamente. No me incomodaba, no eso para nada, pero me sentía rara.
- Si, un descanso no viene mal. Mi jefe me ha dado casi dos meses de vacaciones por obras en la empresa. Así que estamos empatados. Ambos estamos de vacaciones- dije y le sonreí.
Mi yo interior se quedó boquiabierto. ¿Yo sonriéndole a Daniel? Pues así era.
No sé, pero me sentía bien con él. Claro que esto no me lo esperaba, jamás creía que lo fuera a conocer en persona y mucho menos entablar conversación con él de esta manera. Y ahí estaba yo, tan tranquila hablando con él.
Y si, un buen rato estuvimos hablando. Incluso le hablé que a mí también me gustaba actuar, pero no como a Ana. Era entre amigos y eso. No a nivel profesional ni mucho menos.
Cuando me quise dar cuenta, ambos estábamos hablando de nuestras vidas como tal cosa.
Me di cuenta del chico tan genial que tenía delante. Eran tan dulce, tan amable, tan buena persona...
Admitía que me gustaba, la verdad. Me hacía reír y eso era algo que me encantaba en un chico.
No sé cuanto tiempo estaríamos hablando allí sentados. Sólo sé que, cuando llegó Richard, volví a la realidad, sintiendo la necesidad de volver a estar con él de aquella manera en la que estábamos.
Se despidió de mí con una sonrisa. Y algo en mí, me decía que lo volvería a ver más pronto de lo que yo creía.
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El verano de mi vida (Completa)
FanficMary no sabía todo lo que le podía suceder en Londres cuando fue a ver a su amiga. Conocer al que sería el amor de su vida era una de las pocas cosa que le podían suceder. ¿Y si añadimos que era su actor favorito?