Coraline vuole il mare, ma ha paura dell'acqua
E forse il mare è dentro di lei
CORALINE
Ha comenzado a llover. Las gotas que caen por el techo del auto y por los cristales son lo único audible en el interior del auto, no me molesto en decir algo. Él mantiene sus ojos en la carretera, no tengo idea de a dónde me lleva, pero no pregunto, hasta respirar se me hace un trabajo difícil con las enormes ganas que tengo de llorar.
Me acabo las papas fritas justo cuando el coche se detiene, me inclino un poco hacia un lado y veo que estamos estacionados a un lado del muelle, debajo de este cruza el agua que proviene de un lago, en este horario solo hay algunas personas caminando para pasar el rato o algunos en el interior de los restaurantes que se extienden alrededor del muelle, es un lugar muy poco transcurrido por lo que suele mantenerse en calma la mayoría del tiempo.
En mi caso solía venir aquí con papá cuando era niña, cuando aún seguía portando algo de su alegría, aunque tal vez en ese entonces el amor ya era escaso, solo que no me daba cuenta. Los recuerdos me golpean, cubro mis ojos con mis manos y me inclino hasta estar casi sobre mis rodillas.
—Coraline —me llama Kurt con voz dudosa—. ¿Te duele algo?
Niego y me incorporo para recostarme contra el respaldo del asiento. Sorbo mi nariz, mis mocos hacen presencia antes de que las lágrimas lo hagan, es una de las muchas cosas que detesto de mí.
—Estoy bien.
De reojo percibo cómo duda en si volver a hablar. No soy capaz de mirarlo, no cuando sé que me partiré junto con un fuerte llanto al hacerlo. Muerdo con fuerza mi labio inferior.
Me siento tan carente de amor.
Se estira y coloca algo de música. Suena Coraline de Måneskin, y no creo que una canción pueda ser más inoportuna.
Me encojo en mi lugar, girando mi rostro hacia la ventana a mi lado, me abrazo a mí misma y cierro mis ojos.
Si oyes cantar las campanas
Verás a Coraline llorando
Toma el dolor de otras personas
Y luego lo lleva adentro
No me doy cuenta del momento en el que comienzo a derramar las lágrimas, con rapidez paso mis manos por mis mejillas y con el borde de mi suéter me limpio el resto del líquido. Un escalofrío recorre mi cuerpo al sentir una de sus manos en mi hombro.
—Está bien —susurra y realiza un apretón.
Eso, esas simples palabras, ingresan en lo más profundo de mi ser y suelto más lágrimas. Me giro y, sin pensarlo demasiado, paso mis brazos alrededor de su cuello para atraerlo y llorar entre sus brazos. Mis sollozos no se hacen esperar cuando me corresponde el abrazo y siento calidez, me siento en confianza.
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Oh well, whatever, nevermind [+18] [Español] (En Pausa)
Ficção Adolescente«Oh bueno, lo que sea, no importa». Un cantante y una gótica sexy deciden entrar a un juego de seducción, sin compromisos, sin reglas, solo diversión, pero el trato se romperá cuando vean el dolor del otro. *** Kurt Evertson no tiene idea de lo que...