God, it's brutal out here
CORALINE
Decidir faltar el lunes a la universidad no fue una buena idea, ahora cargo con más tarea cuando se suponía que solo daríamos un repaso de ciertas cosas al los exámenes aproximarse.
Ya no quiero saber nada de los estudios, mejor me hago stripper, ¿no?
Tengo puesta mi laptop en una pequeña mesita a mi lado mientras continúo preparando algunos pedidos, Gigi me ayuda y así de vez en cuando puedo inclinarme y corregir ciertas cosas en mi trabajo, ya hasta algunos me han mirado raro por mi forma de laburar. Es una suerte que nuestro tío haya salido a recibir unas cosas para el negocio, en estos meses debe hacerlo más ya que es la forma en la que todo le sale más barato, y mejor para nosotras.
Tío fuera: más libertad.
Me muerdo la uña del dedo pulgar, indecisa por cómo dejar cierta parte del trabajo, inclino la cabeza hacia un lado, sopesando lo que sería mejor.
—¿Puedes ayudarme? —inquiere Gigi.
—Sí, sí, sí —respondo, guardando lo que tengo hasta ahora en el documento.
La observo sobre mi hombro, lleva más de cinco bolsas de papel, una encima de otra en sus brazos, hasta casi podrían cubrirle el rostro.
—Lo sé, soy doña pedidos provoca erecciones.
Ahogo una risa ante su nombre tan creativo. A pesar de lo estresada que esté, siempre encuentra la forma de sacar una broma a la situación sin dejar ese ego que se carga.
Tomo todas las bolsas y me dispongo a repartirlas en las mesas correspondientes, estas personas han pedido para llevar pero aún así se encuentran esperando en mesas al los pedidos tardar en llegar.
Le sonrío a la pareja a quienes entrego dos bolsas, luego a un joven que pidió una, y me giro para mirar el número de mesa con el que portan las cuatro bolsas restantes para dirigirme a esta, al llegar debo contenerme y no poner los ojos en blanco.
—Entonces lo que dijo Lucy es verdad.
Claro que ella debía decirle dónde trabajo, por supuesto que sí.
Sonrío con suma falsedad, dejando las bolsas frente a él. Gael me sonríe con dulzura cuando dejo dos y me ayuda con los otros. A veces pienso que esas miradas que me echa ocultan algo, aunque tal vez solo son porque es un chico amigable.
Les doy una última sonrisa antes de girarme, pero justo se escucha un alboroto en el exterior del local, deteniéndome y haciendo que preste atención a aquello.
Una chica, que no debe pasar los veinte años, se encuentra gritando con rabia hacia un hombre que no hace más que reír a modo de burla mientras alza sus manos en el aire como diciendo ''yo no fui'', cuando las palabras de la mujer dejan muy claro lo que ha sucedido.
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Oh well, whatever, nevermind [+18] [Español] (En Pausa)
Novela Juvenil«Oh bueno, lo que sea, no importa». Un cantante y una gótica sexy deciden entrar a un juego de seducción, sin compromisos, sin reglas, solo diversión, pero el trato se romperá cuando vean el dolor del otro. *** Kurt Evertson no tiene idea de lo que...