Baby, he's got to be crazy
Living like he's John Wayne
Always facing the world or chasing the girl
Baby, he's got to be crazy
KURT
Joder, adoro sus abrazos.
Y no debería estar pensando demasiado en ello pero:
«AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH».
Ese fue mi grito interno. Simple, pero necesario.
Suspiro con pesadez y me paso ambas manos por los ojos, frustrado. No debería estar dándole tantas vueltas, solo debería concentrarme en terminar bien este ensayo porque hemos conseguido otra oferta de trabajo, en realidad más de una, lo cual es más que fantástico, pero me siento pésimo por no poder centrarme en eso y disfrutarlo, debería vivirlo al máximo, es nuestra mejor racha hasta ahora, ¡pero solo puedo pensar en ella!
—Creo que la guitarra quedaría mejor luego de este verso...
La voz de James se escucha lejana, puede que entienda lo que intenta decirle a Fish, ¿o a Sax?
—¡Kurt!
«Ah, es a mí».
—¿Qué pedo? —pregunto como si nada y él se me queda viendo fastidiado.
—¿Alguien aquí podría prestarme atención? —reclama al girar sobre sus pies para mirarnos a todos.
—Sí, sí, sí, una nota aquí, este acorde aquí, nanana, ¡a comer! —Fish recibe la peor de las miradas por parte del pelinegro—. Yo no dije eso..., ¡fue Sax! ¡¿Cómo osas a decir tantas blasfemias?!
Sax lo observa con confusión luego de que, aparte de ser acusado falsamente, le diera un golpe en la espalda con un trapo.
—¿Y ahora qué hice?
—Ser tan sexy —le responde su maltratador, sonriéndole mientras sube y baja las cejas de manera provocadora.
—Chúpame las bolas.
Fish posa su mano sobre la suya y se acerca más a él.
—No creí que querrías ir tan rápido, pero si es lo que quieres...
Sax gruñe mientras lo empuja y Fish ríe por su reacción. Nunca cambian.
James gira los ojos antes de decir algo sobre corregir unos acordes y que probaremos la no sé qué de la no sé kua del madakekua. Algo así. Yo estoy de nuevo en mis pensamientos, recostándome en el puff con los brazos cruzados detrás de mi cabeza.
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Oh well, whatever, nevermind [+18] [Español] (En Pausa)
Ficção Adolescente«Oh bueno, lo que sea, no importa». Un cantante y una gótica sexy deciden entrar a un juego de seducción, sin compromisos, sin reglas, solo diversión, pero el trato se romperá cuando vean el dolor del otro. *** Kurt Evertson no tiene idea de lo que...