《 Inocencia Robada 》

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《 Inocencia Robada 》

Capitulo 38

Narra Ally

No sé dónde estoy, tampoco se cuanto tiempo pasó desde que me trajeron a este lugar, no se en que momento me quedé dormida, mis ojos duelen de tanto que he llorado. No e visto a Heiner ni que hicieron con el, como puede ser posible que el este pagando por mi culpa, hasta cuando dejaré de traer desgracias a cada persona, aún no logro entender por qué me querían a mi, porque  ese desgraciado que abusó de mi estaba ese día, no se por que llego por mi, bueno tal vez si se pero me cuesta aceptar la realidad.

Lo que más me duele y me mata por dentro es recordar esa tarde, en como Heiner me fundió en  su cuerpo,sin embargo me arrancaron de sus brazos, verlo caer y desvanecerse, en ese instante la culpa llegó a mi, nada de esto estaría pasándole si ese día no hubiera salido a mi santa voluntad, llorando solo por que mis padres no llegaron, hay personas que sufrían más que yo, pero esa noche solo me dejé llevar por mis emociones, dando paso a mi desgracia.

X – que tal la muñequita ya llego. – las puertas de esta bodega se abren, donde entran un montón de hombres con armas, más atrás de ellos viene un hombre, con su traje de noche acompañado por un bastón, su cuerpo irradia peligro, pero lo que veo me deja desencajada, mi corazón late a mil  las lágrimas se agolpan en mis ojos algo dentro de mi se quiebra es una punzada y duele como el diablo,  el… el chico … El que trato de defenderme lo traen y no es eso lo que me deja sin aliento sino toda la sangre que baña su cara y sus manos, a duras y penas puede mantenerse en pie. A su lado derecho viene esa basura de hombre que robó todas mis ganas de vivir hace unos meses atrás.  El hombre de traje se sitúa en frente de mi entonces habla.

X – veo que no te trataron tan mal – me da unas ganas inmensas de darle unos puñetazos si no fuera por que me tienen amarrada a esta silla, lo habría hecho ya, así que me limito a escupirle en la cara, por lo que me gano una tremenda bofetada siento como mi cara se voltea de la fuerza con la que me pega. – mi vista viaja hacia el chico desaliñado y veo como se tensa y trata de correr hasta mi, pero Ramón lo tiene sujeto a el, no permite que de un solo paso, y hasta dudo que Heiner  pueda siquiera caminar, todo su cuerpo me irradia el dolor que debe sentir sus músculos.

X – vaya Isabelle parece que no te enseñaron buenos modales… - agarra mi quijada y la apretaba tan fuerte que parece que me la quiere romper – hahaha lo olvidé, como vas a aprender buenos modales si tus padres te abandonaron a tu suerte…
Quiero gritarle y golpearlo por que a tocado un tema que me lastima, pero no le daré el gusto de que me vea en este estado de vulnerabilidad eso solo lo conocen dos personas, y no dejaré que nadie más llegue a ese lado mío.

Ally – que es lo que quieres….  – veo como se sorprende por mi repentina pregunta, tal vez no se esperaba eso de mi parte, si pensó que me vería regar lágrimas no le daré ese gusto. – por que nos secuestraron.

X – es un tema que no te incumbe chiquilla.

Ally – pues no lo veo de esa manera.  – mis ojos viajan al chico que se encuentra detrás de él, no puedo creer que el este aquí por mi culpa.

X – Pero tampoco te gustará saber por qué lo hago.

Ally – vete al diablo, que es lo que quieres maldita sea – grito por que esto es frustrante, todos los días tener que estar en este lugar sin saber el por qué, al principio pensé que era por venganza por parte de Ramón, pero a estas alturas lo dudo, por que a este hombre que tengo en frente ni siquiera lo conozco. Hace unos días que perdí el miedo de que hicieran algo conmigo, pues ninguno de ellos se a atrevido a pasar esa línea.

X – trae a ese muchacho y déjalo a lado de ella, tendremos que esperar, para arreglar las cuentas.

Ramón – no crees que es muy peligroso hacerlo de esta manera Frank – ese hombre se llama Frank, mi abuelo tenía el mismo nombre y tienen algo parecido, y ahora que me doy en cuenta debería estar a la misma edad de este hombre, pero mi abuelo murió ase mucho tiempo, incluso antes que la abuela. Y por supuesto mi abuelo no me haría daño.

Frank  - no lo aran Ramón, ese hombre teme perder a su hija – están hablando de mi. Padre de eso estoy segura.

Ramón  - que aras con ella después, recuerda nuestro trato Frank.

Frank  - no lo he olvidado, mientras tanto el chico no me interesa puedes hacer lo que quieras con el.

Ramón  - esperaré a que soluciones tus problemas con Estiv y después are lo mío, así matamos dos pájaros de un tiro.

Frank  - ese es mi chico, avísame cuando llegue, no quiero sorpresitas. – Ramón solo asiente, me mira, pero todo de el me demuestra cuando odio siente por mi, no puedo verlo por que el asco se apodera mi cuerpo, no es fácil ver a la persona que te violento cerca de ti,  y recordar todo lo que te hizo.  Mis ojos viajan hacia el chico desaliñado que tengo a mi lado.
No puedo dejar de ver a Heiner en ese estado y saber que por mi culpa esta así.  Mis manos pican por tocarlo por abrazarlo, por sentir su calor, pero las malditas cuerdas no me dejan. El se mantiene recostado en el suelo, los moratones en su rostro me indican que debió recibir una buena paliza, la sangre seca que está por su cara y manos me esta matando, de donde diablos le sacaron bastante sangre, no habla su respiración es tan lenta, sus ojos están cerrados, soy consciente de cuán adolorido debe estar, así que me pregunto por qué le hicieron daño a él y a mi no, me an mantenido amarrada, me an dado de comer, no me han tocado ni un solo pelo, pero a Heiner le han exprimido todas sus fuerzas.

Que es lo que está pasando, por que todo esto está ocurriendo que fue lo que hice mal, o que fue lo que mi padre hizo para que yo esté pagando todo esto. Solo deseo salir pronto de aquí con Heiner, y decirle todo lo que había guardado en estos meses, quiero que sepa, que este sentimiento sin nombre cada día creció más y más y ahora puedo ponerle un nombre yo quiero a Heiner, y es tan inmenso mi cariño hacia el. Quiero decirle que lo perdono de todo lo que ocurrió en el pasado, Heiner no tiene la culpa de nada, su único error fue juntarse con gente que nunca debió conocer, pero como lo escuche por ahí decir a alguien, las cosas pasan por algo, y si de esa forma conocí a Heiner debió ser por algo. Talvez el destino lo quiso así, o talvez nuestras almas se anduvieron buscando desde mucho tiempo y hoy estamos aquí.

Autora JANNETH TAMAY

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