XIII

2.5K 381 107
                                    

La mirada de Kaeya estaba puesta en ese pelirrojo desde el momento que puso un pie en recepción. Sus ojos con los rubíes se toparon y el contrario le regaló una media sonrisa por verle tan puntual ahí, después pasó un momento en ver al joven alto de cabellos anaranjados saludándole con la mano y sonriendo también con sus ojos bastante amistoso.

—Tu debes ser Kaeya, ¿cierto? —asintió el nombrado. —¡Un gusto conocerte! Soy Childe, amigo de la infancia de ese amargado de ahí.

Kaeya asintió con una sonrisa y quiso reír al escucharle. Parecía muy buena gente a sus ojos.

—Childe, se supone que lo traerias, no que hablaras de mi.

El nombrado finalmente apareció frente a ambos al haberse desocupado de hablar con una chica, probablemente alguna secretaria o algo por el estilo. Childe río por lo bajó y llevó una de sus manos a su nuca mostrándose algo avergonzado, pero rápidamente su mirada cambió al ver a Diluc. Kaeya pudo notarlo, ese brillo invisible estaba ahí y entonces una sensación extraña lo invadió.

—Lo siento, lo siento —murmuró. —. Entonces, ¿quieres que le expliqué lo que haremos mientras lo llevo al estudio?

—Por supuesto, solo no digas cosas raras.

Asintió divertido e invitó a Kaeya para que le siguiera. Miró por última vez al pelirrojo y este asintió para que fuera.

La figura animada de Childe se movía ágil por el pasillo, saludando a los empleados y manteniendo una sonrisa amplia en su rostro. Tal vez estaba siendo demasiado paranoico, pero esa sensación extraña seguía molestandolo aún después de intercambiar un par de palabras con Childe.

—Oh, ¿podemos hacer una parada? —habló de pronto.

—Uhm, claro. ¿Para qué?

—Quiero hablar contigo antes de llegar al estudio, ¿te parece bien?

Sin llegar a contestarle, lo tomó del brazo y lo guío hasta una de las oficinas que había en el pasillo. Kaeya se sorprendió un poco, pero aún así le siguió el paso como pudo hasta por fin estar dentro de la oficina vacía.

—¿Qué ocurre?

—No te hagas el tonto, conmigo —atacó de inmediato el contrario. —. ¿Que intenciones tienes con Diluc?

—¿Diluc? —preguntó confundido. Después todo fue claro y quiso golpearse por ser tan tonto. Su suerte no podía ser peor.

—No pensé que fuese a traerte, ¿que rayos piensa? Esto es malo, muy malo...

—Oye, oye —suspiró riéndose creyendo que no estaba en una situación con esa. —. No tengo idea de que hablas y tampoco sabía que ese tipo era el famoso Diluc, ¿si? Estoy aquí por trabajo.

—Si, claro... —asintió. —Tienes razón, puede que esté siendo dramático...

—Te gusta Diluc, ¿cierto?

Childe se congeló en su lugar. El silencio fue la respuesta que Kaeya ya esperaba igualmente al igual que esa sorpresa en sus ojos expresivos.

Llevó una de sus manos a su boca intentando no verse tan nervioso. Acto fallido.

—¿Cómo...?

—Eres muy obvio.

—Maldicion. —musitó.

—Tranquilo, no planeo quitartelo ni mucho menos. Estoy aquí por trabajo, ya te lo dije.

El contrario asintió está vez más calmado y recordó las palabras de su amigo está mañana.

—Espero no te tomes el papel tan en serio o juro que te voy a golpear.

—¿Papel? —preguntó.

—¿No te lo dijo? —Kaeya negó. —Ayer me llamó y me dijo que ya teníamos rostro para la empresa, ese eres tu. Pero también dijo que necesitaba crear rumores para evitar ese matrimonio que tiene a toda la nación en una locura y estoy completamente seguro que tienes que estar más involucrado de lo que crees.

Kaeya seguia algo confundido. No entienda que quería decir Childe con eso pero juzgando su rostro, era algo malo y en cuanto viera a Diluc tendría que preguntar qué rayos estaba haciendo ahí exactamente.

—Espera, ¿quieres decir que soy...?

—Antes de que lo digas, si. Eres el amante por así decirlo. ¡Entonces esto si es malo! ¡No estaba siendo dramático!

Kaeya no la pensó dos veces y salió de ahí bastante molesto. Iría a buscar a Diluc a como diese lugar y preguntar qué rayos estaba sucediendo. En cuanto quiso comenzar a caminar, su suerte estaba tan en su contra que terminó topandose con el mismo pelirrojo quien parecía ir a la dirección a la que iban Childe y él.

—¿Qué haces aquí?

—No me preguntes que hago aquí, dime qué rayos piensas hacer conmigo.

Diluc suspiró y Childe estaba detrás de Kaeya viéndose algo preocupado.

—Tu mismo lo dijiste, vamos a romper las reglas.

host club ➵ dilucxkaeya (genshin impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora