Llegaron a la ciudad por la noche, casi ya a las dos de la madrugada. Al entrar al departamento de Rouse, evidentemente todo estaba a oscuras y el silencio invadía el lugar.
Jimin encendió las luces ya que era el más cercano al interruptor, Adrien dejó sus maletas en medio de la sala y caminó hasta la ventana para abrirla.
─Es que tengo un poco de calor ─dijo luego de ver los ojos de ambos sobre él.
Caminó hasta la cocina y tomó un vaso para servirse agua, aunque no había.
─Iré a comprar una ─ofreció Jimin con una leve sonrisa, segundos después desapareció del lugar.
Rouse caminó hasta su habitación, supuso que Jimin se quedaría con ellos por unos días, o al menos eso era lo que quería pero no se atrevía a decir.
Intuía que estas noches serían duras y nostálgicas, aún le duele todo, especialmente lo de su abuela.
Adrien era lo suficientemente responsable como para cuidarse de sí mismo, y según su personalidad también era lo suficientemente fuerte para consolarse solo cuando se sienta mal... Todo este tiempo solo aprendió a hacerlo.
Era un niño aún, y necesitaba a alguien. Rouse pensaba mucho en él, no quiere que le pase nada malo. Se ve tan indefenso, y eso es lo que le aterra. No quiere llegar al momento en el que alguien deba lastimarlo.
─¿Dónde dormiré? ─preguntó desde el marco de la puerta.
─Aquí ─respondió ella, viendo la cama y luego a él.
─¿Y dónde dormirás tú?
─Los hermanos comparten la misma cama.
─¿Y Jimin?
─En el sofá ─sonrió y ambos rieron levemente.
Adrien se acercó hasta la cama, sentándose frente a ella, sus manos soportando su peso detrás de su espalda, inclinando un poco su torso hacia atrás. Analizó con la mirada a su hermana, ella también lo miraba. Entonces su sonrisa fue desvaneciéndose poco a poco. Hasta qué punto había llegado...
Adrien no se consideraba débil, pero todo esto le había afectado sin conocer a la abuela, le dolía ver a la familia Kim, porque de alguna manera tiene un resentimiento inmensamente escondido en su alma hacia ellos. Él recuerda todo, cada vez que ve a Taehyung recuerda el día que su hermano lo puso antes que él... Y le duele. No quiere tener malos conceptos de su familia, pero es inevitable no tenerlos.
La manera tan fría que existió del amor entre sus padres, su relación con sus hermanos, y con los amigos que nunca existieron. Había tanta gente a su alrededor... Pero se sentía tan solo... Lo peor de todo es que no sabe cómo dejar de sentirse así.
─¿Por qué la gente necesita estar sola? ─preguntó luego de un rato, con el rostro neutro.
─A veces necesitamos... Pensar ─respondió, pero sonó más a una pregunta─. Cuando estamos solos pensamos mejor en las cosas que están en la mente ─asintió, tratando de convencerse de su respuesta.
─¿Tú ya pensaste en todo eso que está en tu mente?
Se escuchó que la puerta se abrió, y ambos miraron a la puerta de la habitación, pero nadie entró. Sin embargo, sabían que se trataba de Jimin ya que segundos después llamó a Adrien, avisando que el agua ya había llegado.
El mencionado se puso de pie y desapareció de la vista de su hermana, dejando la pregunta en el aire.
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Después de un Adiós
FanfictionJimin y Rouse se reencuentran y vuelven a ser amigos. Reviven una historia ya escrita en un libro anterior, esta vez con papeles invertidos.