Si me explicas puedo entender. Solo el tiempo hace que mis preguntas tomen más fuerzas, o que tus respuestas ya dejen de interesarme. Ahora comprendo que hay personas a las que tenemos que dejar ir, el problema es que tú no quieres hacerlo. Y esta vez no sé si podrás aceptar que alguien te ame de verdad, no sé por qué no me dejas hacerlo. Y sé que eres el mejor museo que he conocido... Pero últimamente solo me has enseñado cómo enterrar a alguien en tu cementerio.
No es lo mismo que te prefieran a que te elijan... Yo no soy ni una de esas dos. Yo también he estado mal, pero sí supe amarte bien.
Y no sé quién es el problema, o si si quiera hay uno, ¿Por qué sigo siendo inseguro si ya dijiste que me amas?
***
─¿Quién habla?
El celular había sonado toda la mañana, veintisiete llamadas de un número sin registrar. A penas Rouse llegó a casa notó ese detalle en su celular, lo había dejado porque desde lo de Adrien ya no le tomaba importancia a nada más que no sea él.
─Hola, Rouse. Soy Dahyun.
A su mente transcurrió rápidamente su rostro, Dahyun era bella en loa pocos sentidos que había presenciado. Era linda físicamente, amable y se veía tranquila.
De inmediato se formuló la única pregunta que pasaría por cualquiera, ¿Para qué llama?
Rouse no recordaba tener temas pendientes con ella, así que era extraño.─Hola ─respondió sorprendida pero tratando de no mostrarlo.
─Supe lo de tu hermano, y solo quiere llamar para decirte que lo siento mucho. Realmente no me imagino por el dolor que has de estar pasando...
Rouse se quedó en silencio por unos segundos, procesando las palabras lanzadas sin sentimiento alguno. Porque ella no la conocía, y por supuesto que no la entendía.
─Sí... Gracias por llamar.
Rouse colgó la llamada y se sintió molesta, Dahyun no era nadie en su vida para sentir pena por lo que pasaba. Suspiró con enojo y arregló su cabello, para luego ir al baño y darse una ducha.
***
Podría decirte muchas cosas...
Pero por la manera en la que te miran mis ojos, ya te dije mucho.
Me refugia saber que no soy la única persona en el mundo, que siente la necesidad innecesaria de reparar a alguien que cree estar roto.
Nunca estuviste roto,
solo tenías un inmenso
vacío que no sabías
cómo llenar.Cuando se trate de ti, te haré sonreír hasta que tus pies dejen de tocar el suelo, hasta que tu risa llene de dolor tu estómago.
─Siempre quisiste vivir en el campo, yo lo hice toda mi infancia. Es decir, ibas en los veranos pero incluso no lo recordabas porque estabas muy pequeño y tu cerebro no funcionaba en ese entonces para guardar los recuerdos. Incluso tengo un caballo allá pero no lo he visto desde que falleció la abuela...
─¿Era cercana a ella?
Rouse comió la galleta queriendo evitar preguntas dolorosas, pero no podía hacerle eso a su hermano, así que en cuento terminó de masticar la respondió.
─Realmente no lo eras, ella te quería pero no eran tan cercanos ya que mamá te tuvo aquí todo el tiempo.
─¿Solo tú vivías con la abuela?
─Regina también lo hacía hasta que... Mamá la trajo aquí.
─¿Por qué siempre quise vivir allá? ¿Alguna vez lo dije?
─Es porque te gusta pintar, y siempre quisiste pintar paisajes, como los que pinto yo.
Adrien asintió y bajó la cabeza, viendo al frente. Estaban sobre el capó del auto, frente al mar viendo al sol caer.
─Entonces también pintas...
─Últimamente no.
─¿Por qué?
Rouse no pintaba desde lo sucedido con Taehyung, las pinturas le recordaban a él, y ella ya no quería recordarlo. Al final de lo que le rodea, todo se relacionaba a él, hasta sus pequeños hábitos como mirar los atardeceres, nunca habría descubierto ese tesoro si no fuera por él.
─No tengo inspiración.
Taehyung se fue, y con él, llevándose su inspiración también.
─¿Por qué? ─volvió a preguntar.
─Ah, quieres entrar a detalles ─sonrió, haciendo que Adrien también sonriera─. Bueno... Hay cosas que es mejor no recordar...
─Dímelo a mí, no recuerdo nada.
─Lo siento, no debí decir eso.
─Está bien, ya sé lo que sucede y de todas formas no me afecta. Aunque, tal vez deberías de contarme todas esas cosas que dices que son mejor olvidar. Tal vez recuerde algo... O tal vez todo.
─No haré eso.
─¿Por qué no?
Rouse sentía que odiaría a sus hermanos de nuevo, si le hacía recordar solo le haría doler el corazón por los errores que los demás cometieron y lograron lastimarlo. Hacerle recordar el pasado solo le haría doler el alma.
─Créeme que estás mejor así. Yo también quisiera olvidar... ─susurró lo último sin pensar─. Tengo una idea ─dijo emocionada, cruzando sus piernas y mirando a su hermano─. ¿Qué te parece si vamos al campo? Sé que es una propuesta muy loca pero estoy segura que realmente te gustará.
─Está bien, ahora mismo tú me conoces más de lo que yo lo hago así que te creo si dices que me gustará.
─No te arrepentirás, pintaremos los mejores cuadros de la historia y los enmarcaremos para tenerlos de recuerdo y que nuestras próximas generaciones sepan que tuvieron familiares talentosos.
─Me gusta esa idea ─rio levemente, haciendo notar sus hoyuelos.
Rouse no quería volver al campo, mucho menos pintar de nuevo. Pero esto lo haría junto a Adrien, y con él haría cualquier cosa, incluso si él se lo pide, lo acompañaría hasta la muerte.
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Después de un Adiós
FanfictionJimin y Rouse se reencuentran y vuelven a ser amigos. Reviven una historia ya escrita en un libro anterior, esta vez con papeles invertidos.