Adrien ese día faltaría a la escuela por obvias razones, él no se sentía bien y todos sus familiares lo entendían. Jimin durmió en el sofá aquella noche, Rouse junto a su hermano.
Adrien solo necesitaba sentirse protegido y querido, porque él siempre dio todo por su familia, pensando que ellos harían lo mismo por él. A veces ser el menor de la familia traía sus consecuencias, conforme él iba creciendo cada uno de sus hermanos se iba yendo. El primero fue Liam, quien se fue en cuanto tuvo la oportunidad de ser independiente, luego se fue Regina, lo cual también le dolía porque a pesar de no ser cercanos, seguían siendo hermanos, y aunque algunos niños de su escuela hablaban mal de ella por el incidente del año pasado, no le importaba. Porque Regina es su hermana y le va a perdonar todo lo malo que haga. Luego se fue Rouse, y aunque ahora están bien, de todas formas seguían un poco lejos. Lorena aún no se va, pero sabe que pronto lo hará. Sus padres nunca estuvieron, pero los quiere porque si no fuera por ellos, él nunca habría conocido a sus hermanos.
Esa misma noche fingió estar dormido, porque en realidad no podía hacerlo. Jimin y Rouse se la creyeron, esa noche lloró en silencio. No le gustaba llorar, a nadie le gusta llorar. Pero a él, esa acción le enoja, y no sabe por qué. Es como si cada lágrima quemara conforme se desliza sobre su mejilla. El dolor que él sentía le ardía en el alma.
Él no lloraba por un amor no correspondido, no lloraba por un amor prohibido. Lloraba por un amor que ni siquiera pudo llegar a conocer. Lloraba porque a pesar de todo él seguía amando aunque pocas veces recibiera amor de las personas que amaba. Lloraba porque le dolía ver a su familia en esas condiciones. Lloraba porque aunque sabía perdonar, no olvidaba las veces que lo habían fallado, porque a su edad ya conocía ese sentimiento. Lloraba por sus hermanos, porque sabía que ellos también sufrían en silencio.
Constantemente se preguntaba por qué los llantos más dolorosos sucedían en silencio, o por qué tenía que ocultar su dolor. En algún momento de su vida supo que al dolor no le gustaba hacer bulla, y él aceptaba ese castigo.
***
─Buenos días ─dijo al ver a su hermano pequeño.
─Hola ─sonrió Jimin.
Adrien sonrió levemente a los dos mayores. Se acercó a la mesa de la cocina, sentándose junto a ellos.
─¿A qué hora iremos a ver a mamá?
─¿No quieres desayunar antes?
─Tal vez más tarde...
***
Rouse tenía clases ese día, no podía faltar porque eso quitaba puntos a su limpio registro de asistencia. Jimin llevó a Adrien al hospital, se quedaría con él hasta que Rouse llegara, o hasta que Adrien quisiera.
─Todo va a estar bien ─acarició su cabello.
─Lo sé...
La tía Lord seguía en la comisaría tratando de arreglar los documentos para que pudieran buscar a su padre. Lorena tenía que cuidar a su hijo, Regina estaba en el hospital, pero trataba de no estar tan cerca.
─¿Por qué aún sigue dormida?
La señora Bayly no estaba bien, el doctor prefirió decirlo en privado a los mayores, Adrien era un niño, pero a pesar de eso ya entendía muy bien las cosas. Nadie no encontraba la manera de decirle al pequeño que lo más probable es que su madre nunca más despierte.
─El doctor dijo que estaría bien ─volvió a hablar Adrien.
─Lo estará, pero debes de esperar un poco más, todo toma su tiempo ─sonrió levemente.
***
Jimin sugirió salir un momento a pasear por el parque que estaba cerca al hospital, Adrien aceptó.
─¿Tú eres novio de mi hermana?
Jimin sonrió levemente.
─Aún no... Pero en el futuro tal vez sí.
─¿Por qué no ahora? Sabes, a mi madre tú le agradas, a pesar de que no te conoce. Ella dijo que tú eres el tipo de chico que es buena para las chicas.
─¿En serio dijo eso?
Adrien se quedó en silencio un rato. Luego dijo:
─Eso pensaba hasta que supo que tu mejor amigo era Taehyung.
A Jimin se le fue la sonrisa de los labios, de pronto la nostalgia invadió todo su ser. No se trataba de si le agrada o no a la señora Bayly, ella era alguien que solo se fijaba en las etiquetas.
─Sinceramente me agradaba Taehyung, hasta que pasó... Lo de la boda. Pero no lo juzgo. Mi tía Lord me dijo que soy muy joven como para hablar sobre esos temas.
─Yo no te juzgaré, dime lo que piensas ─sonrió escasamente─. Sé escuchar.
Adrien dio una fugaz mirada a Jimin, luego dijo:
─En realidad no hay mucho que pueda decir. Taehyun me agradaba, no éramos amigos, pero siempre me pregunté por qué Regina y Rouse tuvieron que enamorarse del mismo chico. Hay muchos chicos en el mundo como para llorar por uno, ¿No crees? ─Jimin asintió─. Era tonto... No lo digo por Taehyung, sino por mis hermanas. Si Liam se enamora de una chica que me guste yo no pelearía con él.
─Que bueno que pienses así.
─Aunque...
─¿Aunque?
Adrien se detuvo a mitad del parque, Jimin lo miró, entonces Adrien habló.
─¿Qué pasa si no peleo por esa chica y termina siendo el amor de mi vida?
El semblante de Adrien pasó a uno preocupado, no conocía muy bien acerca de los temas de parejas, ahora se confundía con sus propias palabras.
─¿Cómo sabes si la persona con la que estás es el amor de tu vida?
─Eso solo lo sabrás tú, nadie más. Las personas te dirán siempre sus opiniones y te aconsejarán, lo cual no tiene nada de malo ─puso sus manos dentro de sus bolsillos─. Pero siempre las decisiones serán tuyas; no dejes que nadie te las robe.
─Jimin ─llamó delicadamente─. Tú me agradas.
ESTÁS LEYENDO
Después de un Adiós
FanfictionJimin y Rouse se reencuentran y vuelven a ser amigos. Reviven una historia ya escrita en un libro anterior, esta vez con papeles invertidos.