Capítulo 48

51 6 2
                                    

Esa misma noche Adrien durmió en la cama de Rouse, mientras que Jimin y ella dormirían en el sofá, pero ni uno de los dos podía cerrar los ojos. No hablaban, solo veían la luna y aprovechaban la luz de esta para verse en medio de la noche. Estaban sentados sobre el suelo del balcón, una manta les abrigaba la espalda a cada uno, acompañado de una taza de café que preparó Jimin antes de ir a acompañarla.

Rouse acariciaba la taza instintivamente, habían muchas preguntas aún, y tenía miedo de que nunca se fueran. Entre esas la persona que ha gobernado esas preguntas hasta ahora ha sido Taehyung y Regina. Le da lástima por Jimin, ella no lo merece, últimamente ha sentido eso.

Pero él siempre se ve tan tranquilo, tan pacífico que a veces esa actitud le aterra. ¿Cómo lo hacía? Ella no podría estar con alguien que sigue pensando en alguien más, no sabe qué pensar de él. Le queda claro que él tiene idea de cómo está su mente y sentimientos ahora, pero no es lo mismo pensarlo que hablarlo.

Jimin es muy bueno para ella.

Él siempre se ha mantenido por lo bajo, es así. Solo quisiera conocerlo mejor.

─¿Tienes frío? ─preguntó él acomodando su cuerpo detrás de ella en un abrazo, rodeando su cintura.

Ella no dijo nada, solo sonrió, porque no tenía frío, pero su abrazo la hacía sentir bien. Jimin puso su mentón sobre su hombro, dejando sus mejillas rozarse la una a la otra. Podía sentir la dulce sonrisa de él a pesar de no verlo. Rouse sintió una presión en su abdomen, se trataba de los dedos de Jimin entrelazándose, atrayéndola más cerca.

─Te amo ─pronunció en un murmullo.

Ya lo había dicho antes, y le creía. Pero ella también lo había dicho antes, la diferencia es que ella aún no lo creía, no creía que podría amarlo como él la ama a ella.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, y un leve gemido alertó a Jimin, haciendo que se aleje un poco para ver su rostro «¿Qué pasa?», preguntó preocupado pero tratando de no mostrarlo tanto.

─Eres tan bueno.

Fue lo único que dijo para luego romper en llanto, teniendo a Jimin consolándola el resto de la noche.

Después de un AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora