Capítulo 08

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¿Cómo responder a eso? Sobre todo porque Rouse no se imagina el sentimiento que puede llegar a tener Jimin hacia ella, siempre lo ha visto como un amigo.

Un buen amigo que siempre estuvo presente para ella y los momentos difíciles que pasó. ¿Por qué la amistad tendría que arruinarse por un sentimiento? Porque definitivamente luego de esas palabras, ni uno de los dos se sentirá igual. Porque como una vez se lo dijo Taehyung; el sentimiento podría ser efímero y la amistad se perdería también.

Si no fuera por el señor que con molestia les pidió que avanzaran, ellos seguirían ahí, mirándose a los ojos mientras que la gente seguiría alrededor, caminando como almas con deberes sin importancia cuando lo más importante es lo que se trata del amor. Lo cierto es que ahora caminan en silencio. Ella confundida, y él avergonzado. Porque lo dijo sin pensar, y aunque no ha mentido, tal vez no era la forma correcta de decirlo.

Luego de una gran caminata bajo el anochecer con las palabras al borde de los labios, decidieron sentarse un momento en algún lugar donde no haya gente, donde sólo sean los dos.

─Perdona, no qui─

─Está bien ─le sonrió─. Está bien...

─No, no está bien ─dijo él, mirándola a los ojos. Estaba hablando en serio.

─Tienes razón, no está bien.

Ahora él no la entendía. ¿Qué no estaba bien?

─Somos amigos ─dejó en claro ella─. Los amigos no se dicen ese tipo de cosas.

─Entonces no quiero ser tu amigo ─expresó suavemente, con amor. De una manera tan dulce que la glucosa podría subirse en tres segundos.

─Yo...

─Perdóname. Es inevitable que no me gustes.

Ella lo miró con estrellas en los ojos, cometas se cruzaban entre esas miradas. Pero no podían, al menos no por ahora.

─Ya es tarde ─se puso de pie─. Debo irme.

─¿Tienes miedo?

Se detuvo al escuchar sus palabras. Él quería seguir hablando, quería seguir confesando su amor que puede o no ser correspondido.

Es difícil enamorar a un corazón que fue abandonado sin temor a perderlo. Es difícil encontrar paz en un lugar completamente fragmentado. Sin embargo, él quería enamorarla, y quería hacerlo de la manera más bonita que pudiera haber.

─¿Miedo?

─De enamorarte de nuevo...

─Claro que no. En realidad, quiero enamorarme... ─susurró.

Sonrió al escuchar esas palabras. No especificó cuándo, cómo, dónde o con quién... Pero quería enamorarse, y no tenía miedo a ser lastimada de nuevo.

─Rouse...

─Pero yo no te puedo gustar.

─¿Por qué? ─preguntó con el ceño fruncido y los labios con un leve temblor.

─Fuiste el mejor amigo de─

─¿De verdad? ¿Esa será tu excusa?

─No es una excusa ─replicó ella─. Es la realidad. Sólo estás pensando en ti. Además, yo no siento lo mismo que tú...

─Lo sé, pero sé que podría enamorarte ─aclaró acercándose a ella precipitadamente, llegando así a unos centímetros de su rostro─. Sólo quiero tu permiso para yo...

─Por favor... No...

Se alejó de ella un poco triste, pero sin la necesidad de demostrarlo por completo. Sí, era evidente que a pesar de que ella tenga esa actitud de enamorarse, también tenía miedo, tal vez a hacer las cosas mal o tal vez era cierto y nunca podría sentir cosas por él.

Después de un AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora