Las dos estaban completamente excitadas y habían perdido la poca cordura que les quedaba. Emma se precipitó sobre la morena y la dejó acorralada contra el lavabo haciendo que se sentase sobre la encimera. Sus besos eran cada vez más atrevidos y sus lenguas danzaban a un ritmo frenético. La rubia llevaba la iniciativa aunque Regina no se quedaba atrás.
La rubia metió sus manos por debajo del vestido de la morena, acariciando sus muslos con toda la pasión que tenía encerrada en su interior. Una vez que había subido su vestido hasta las caderas se separó un poco y miró esas diminutas bragas de encaje azules que llevaba puestas la morena.
Tras unos segundos de contemplación Emma dejó que la morena le quitase la camisa y el sujetador, dejado sus pechos a merced de la embajadora que se agachó y comenzó a besarlos y a torturarlos con su boca. La rubia que no podía mantener sus manos quietas apartó hacía un lado las bragas de la morena y tras notar lo mojada que estaba la penetró sin previo aviso haciendo que Regina dejase lo que estaba haciendo y se arquease hacía atrás acompañada por un fuerte gemido de placer.
Emma se excitó aún más con la reacción y sonidos que salían de la morena y si bajar el ritmo consiguió que la morena se corriese en sus manos. Regina estaba con la respiración entrecortada y su cuerpo tembloroso cuando notó que la rubia salía de ella y lamía sus labios para después volver a vestirse.
Estaba a punto de marcharse cuando notó que la morena la empujaba violentamente contra la puerta del baño.
-De eso nada, Swan.- Soltó al oído pegando su cuerpo aún algo tembloroso contra el de la rubia.- No se dé por ganadora tan pronto.- Añadió unos segundos después.
Regina coló su mano dentro del pantalón de la rubia y comenzó a acariciarle el clítoris rápidamente mientras mordía y succionaba el lóbulo de la oreja de la rubia. Cuando notó que Emma ya no aguantaba más coló sus dedos en el interior y provoco que Emma gimiese y soltase un gritó de satisfacción. Ahora era Emma la que se arqueaba y temblaba por el increíble orgasmo que había alcanzado.
-Empate.- Dijo Emma una vez que pudo recuperar un poco la respiración.
-Empate.- Coincidió Regina que no se iba a dejar amedrentar por la rubia tan fácilmente.
-La próxima vez que sea en un sitio más cómodo.- Soltó Emma que quería ganar esa batalla verbal.
-Se lo tiene muy creído si cree que habrá próxima vez.- Aseguró la morena.
-Siempre hay una segunda vez.- Sentenció Emma.
-Supongo que sólo el tiempo lo dirá.- Afirmó la morena dando por concluida la conversación.
Regina se terminó de arreglar como pudo, pues su vestido se había arrugado y su pelo despeinado, y salió del baño dejando a Emma negando y sonriendo por lo que acababa de pasar en ese baño.
La morena se subió a su coche y se marchó al hotel. Al llegar tuvo que darse una ducha con agua fría pues a pesar de todo seguía estando excitada. Emma Swan era muy buena y había conseguido provocarla como nadie. Su móvil vibró y al cogerlo se dio cuenta de que era un mensaje de su amiga.
Espero que la noche sea productiva, ya estoy en casa. Un beso. Regina no pudo sino sonreír.
Eres una traidora y no te lo voy a perdonar nunca. Contestó la morena.
Si me contestas tan pronto es que no ha salido como yo pensaba ;). Bromeó su amiga.
Eso no lo sabes... Escribió la morena sabiendo que así la dejaría con la duda.
¿En serio? ¿Polvo exprés? Creó que esta vez quiero los detalles.- Preguntó provocando una carcajada en la morena.
Mañana iré a comer, tengo que llevarle los regalos a mi ahijada. Contestó con maldad la morena.
Tranquila, mañana te sonsacaré todo... TODO. Además si vienes a comer será porque ha ido mucho mejor de lo que te imaginas... ¿Usa sus manos tan bien como con el piano?. Buenas noches. Regina sabía que al final acabaría contándoselo todo pero quería castigarla un poco por haberla dejado sola aunque eso hubiese provocado ese increíble polvo.
Regina se fue a dormir sin dejar de pensar en cómo se enfrentaría a la rubia al día siguiente. Lo que había pasado había sido increíble y lo había disfrutado pero no podía volver a dejarse llevar de esa manera otra vez.
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Juego de Seducción
FanfictionEmma Swan y Regina Mills son dos mujeres con una vida completamente diferente que comenzarán un juego de seducción donde no habrá una ganadora. A veces jugar con fuego es inevitable.