Kintsugi ||TAEKOOK||

20

Narra Jungkook.

No puedo dormir. Soy incapaz de hacerlo con las palabras del alfa paseándose por mi cabeza libremente sin dignarse a retirarse por mucho que trato de eliminarlas. No quiero pensar más en él, pero mi lobo y yo mismo en el fondo deseamos creerle a ese alfa, deseamos creer a Kim Taehyung. La manera en la que ha querido dejar claro que no es como pienso parece tan honesta que mi lobo está más que encantado de creerle, mientras yo todavía dudo. No niego que me gusta que mencione a su hermano con el desprecio que se merece, pero también noto que parece una persona difícil de leer y eso no me gusta. Antes no me habría importado, pero ahora no me gusta la idea de arriesgarme. Tengo miedo. Tengo miedo y no sé cómo gestionarlo.

En cierta manera agradezco el no dormir, así no tengo que preocuparme por las pesadillas, aunque también están todas esas voces en mi cabeza que me aseguran que esto no va a salir bien. Las escucho tan claramente que me dan escalofríos. Si no te alejas de ese alfa terminarás como mamá.

Si te enamoras de él, dejarás de ver sus defectos y podrá manipularte.

En el momento en el que consiga lo que quiere, mostrará su verdadera cara. Seguro que no es lo que aparenta.

__No, no, cállate__susurro llevándome las manos a la cabeza, siendo un desastre de sudor y feromonas que soy incapaz de controlar. Niego con la cabeza mientras me comienzo a desesperar. Una nueva, pero conocida voz acompaña a las demás está vez. Incluso si las cosas van bien con Taehyung, no conseguirás librarte de mí, bonito, la voz de Jong-il resuena en mi cabeza y la marca arde como si todavía estuviese abierta, como si todavía existiese conexión entre ese hombre y yo, ahogo un jadeo de dolor, pero cuando la toco noto lo evidente, solo está la gruesa cicatriz. Trato de controlar mi respiración y me siento en mi cama con nerviosismo__Está todo en mi cabeza. Él no va a encontrarme, él no va a hacerme nada de nuevo. Ya no puede. Está todo en mi cabeza. Está todo en mi cabeza. Está todo en mi cabeza__repito una y otra vez en susurros mientras me balanceo abrazándome a mí mismo con una sensación asfixiante en mi pecho que tardo en disipar. Cuando por fin lo consigo veo en mi reloj que ha pasado una hora y quito el despertador que acaba de sonar de acuerdo al modo en el que lo he programado para que me despierte cada tres horas. De este modo no me permite tener una pesadilla, pero puedo dormir aunque sea poco. Suspiro cansado y trato de conciliar el sueño, fallando cuando Jihyo se pone a llorar y voy hasta ella con obvio cansancio. Admito que tengo suerte con ella, no es un bebé escandaloso, es bastante tranquila, pero estoy más cansado por tener que lidiar con mi propia mente, que porque mi cachorra me despierte alguna que otra noche. Es obvio que cuidarla se lleva parte de mi energía, sin embargo mi mayor enemigo no es otro que mi mente que sí se lleva realmente casi toda mi vitalidad.

Luego de cambiarle el pañal y mecerla un poco vuelve a dormirse, aunque esta vez decido dejarla en la cama conmigo y no en su cuna. Lo hago a menudo y sé que a mi niña también le gusta dormir conmigo. Me concentro en su carita y su suave respiración e inconscientemente sonrío pensando en que al menos por ella debo tratar de alejar todo pensamiento autodestructivo que no va a beneficiarme en lo más mínimo. De este modo tras un par de minutos me encuentro a un paso de dormirme cuando, en la semi-inconsciencia, veo al alfa de cabello ceniza que conozco demasiado bien con su, ya conocida para mí, sonrisa sádica mientras yo me miro las muñecas en las que veo cadenas. Estamos rodeados de oscuridad y el frío invade hasta mis huesos.

__Te dije que solo la muerte nos separaría, bonito.

__No! __abro los ojos con un pequeño grito de agonía. Una vez que compruebo que sigo en mi cuarto junto a mi cachorra que parece dormir sin mayor problema, me tomo un momento para estabilizar mi irregular respiración. Niego con la cabeza y suspiro con frustración. Ira se acumula en mi interior. Por qué incluso lejos de ti parece que no has dejado de tener control sobre mí? Por qué me siento tan intranquilo cuando el único que debería temer eres tú?