47

512 77 14
                                    

Narra Jungkook.

Ya estamos solos en la gran sala de entrenamiento. A pesar de que el alfa no se ha negado ni ha protestado en ningún momento, sé que esto sigue sin gustarle lo que vamos a hacer. Se le notaba en sus feromonas nerviosas incluso cuando fuimos a dejar a mi cachorra al cuidado de mi madre. Sé que le estoy pidiendo mucho, pero lo necesito. Necesito que me apoye en esto porque realmente es algo que siento que necesito hacer.

__Sigues estando seguro al cien por ciento de esto? __cuestiona con tanto miedo y preocupación en sus ojos que por un momento dudo un poco. Son solo segundos que pronto ni siquiera me importan. Tengo claro mi objetivo.

__Lo estoy. Hazlo__respondo antes de cerrar con llave la puerta de la sala. El pelirrojo traga nervioso, cierra los ojos y veo como trata de pausar su respiración, aunque su nerviosismo y ansiedad es evidente en la forma en la que tiemblan sus manos.

De repente el ambiente empieza a llenarse de la fuerte esencia de fuego y cedro de mi destinado, su aura, que nunca deja ir, se deja sentir ahora, fuerte y orgullosa, a esto lo acompaña la mirada profundamente carmesí del lobo alfa cuando este abre los ojos para mirarme. Sé que este ya no es Tae, sino su lobo. Su aura intimida, me sorprende la parálisis que siento en mi cuerpo por unos segundos, acompañado de un nudo doloroso en la garganta y miedo y desconfianza por parte de mi temeroso lobo. He de admitir que por la manera en la que es conmigo lo había subestimado. Trago con fuerza obligándome a mí mismo a soportar la mirada del alfa que todavía no ha dicho nada. Podemos hacerlo, amigo. Sé que podemos, por favor no me falles, trato de que mi lobo me escuche y parece funcionar porque al fin me salen las palabras.

__Hola, alfa__al llamarle así y no haberlo hecho nunca algo cambia en su mirada. Parece analizarme, aunque en sus feromonas hallo nerviosismo y preocupación, motivo por el que mi lobo se relaja un poco.

__Hola, omega__su voz es todavía más grave evidenciando que estoy ante el lado animal de mi destinado. Me da un escalofrío y por un segundo desvío la mirada antes de volver a fijarla__Sé lo que quieres y puedes decirme que me vaya en el momento que quieras. Si sientes que no puedes soportarlo, no dudes en decírmelo__asiento en respuesta todavía sobrepasado por el aura que desprende__Estás bien?

__Sí, estoy bien. Solo... me sorprende tu aura__trato de verme fuerte aunque esté nervioso. No quiero que me crea débil y se detenga en lo que hemos acordado. La manera en la que me observa es diferente a Tae. Él me mira con cariño, con admiración y dulzura, como si en su mirada se leyesen todas y cada una de las maneras que existen para decir "te amo"; pero esta mirada roja y profunda, es misteriosa, fuerte y suave al mismo tiempo. En esos ojos puedo leer el dolor y la dureza, aunque también la ternura de un pequeño cachorro. Es extraño porque a pesar de que su presencia me hace sentir intimidado, nervioso y mi lobo está alerta, una vocecilla en mi cabeza no deja de asegurarme que no va a hacerme daño. Es una irracional sensación de seguridad que me incita a seguir manteniendo la compostura.

__Es demasiado? __el tono de esa profunda voz es de pura preocupación. No negaré que me enternece porque la verdad es que jamás he visto un lobo tan... dócil. Su aura da miedo, sus feromonas dominan, pero él... mi instinto me dicta que él no puede ser malo. Mi lobo desea que no lo sea.

__No, por el momento no. Te estás conteniendo, cierto? __pregunto y pronto él asiente. De no ser porque sé el motivo detrás de sus acciones, me estaría ofendiendo justo ahora. Siento que cree que doy demasiado frágil__No lo hagas. Siéntete libre de usar tus feromonas, aura y dominancia. Si es demasiado, lo diré.

__No te va a gustar lo que vas a ver__hay tanta inseguridad en esa voz que la mía sale igualmente insegura para responder.

__Ya te dije que no voy a juzgarte. Quiero hacer esto__tras contestarle, un incómodo silencio se instaura y solo un asentimiento me hace saber que lo va a hacer. Pronto sus feromonas me sofocan hasta el punto en que debo regular mi respiración y luchar por no asfixiarme con ellas, igualmente su aura se vuelve doblemente intimidante, requiriendo sumisión por mi parte a lo que mi lobo siente miedo de forma instantánea y por un segundo tengo una sensación semejante a cuando Jong-il me sometía con sus asquerosas feromonas y debido a la marca en mi cuello era casi imposible resistirme, es tan similar que mi lobo lloriquea asustado hasta que miro de nuevo al alfa y lo que veo me sorprende. Sus colmillos son evidentes ahora, una muestra de su forma animal, son grandes, anormalmente grandes diría yo. Trago grueso por un segundo porque ver esos colmillos gruesos y largos me recuerda la dolorosa sensación de unos colmillos más pequeños clavándose dolorosamente en mi cuello. Un escalofrío de miedo me recorre y me muerdo el labio con inseguridad. Sin saber el motivo sigo observando, veo garras en lugar de uñas. Son unas impresionantes y negras garras. Nuestras miradas se unen al fin y una gran parte de mis miedos se evaporan. Es él. Es Taehyung, es nuestro alfa. Es... mi alfa. Mi alfa no me haría daño, asegura mi lobo sin un atisbo de duda, transmitiéndome cierta seguridad. Estoy de acuerdo contigo, respondo.

Kintsugi ||TAEKOOK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora