Capítulo 8

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YongSun y JinYoung estaban de rodillas en su sala rezando a una foto de su extrañado hijo.

Habían pasado ya seis años, y aquel día había sido aquel terrible aniversario. Seis años atrás, ese mismo día, su hijo estaba siendo secuestrado quien sabe por quién.

YongSun se largó a llorar de repente al recordar aquello, y al recordar que todo había sido por su culpa, por dejarse convencer por su precioso niño de ir solo al pequeño mercado. Si bien había estado trabajando en terapia aquel hecho que la carcomía y la hundía en la profunda oscuridad, había logrado mantenerlo bajo control. Pero a veces y más cerca de esas fechas ella tenía una recaída, y sentía que la culpa en verdad la rodeaba, la hundía, la tragaba, la sofocaba, para arrastrarla a la oscuridad absoluta, pero por suerte allí estaba su marido y WheeIn para evitar que cayera profundamente en aquella depresión.

JinYoung la abrazó fuertemente contra su cuerpo, su rostro viéndose increíblemente mucho más demacrado haciéndolo parecer más mayor de lo que era, pero aún se mantenía lo bastante bien dentro de todo, o al menos hacía el esfuerzo, pues muy en el fondo de su corazón se decía que debía mantenerse fuerte y enérgico para cuando su niño volviera y sintiera que realmente no había pasado demasiado el tiempo y pudiera olvidar todo el infierno que de seguro estaría pasando, en caso que aún estuviera vivo, que por supuesto que lo hacía. JinYoung no podría concebir la idea de saber que su hijo ya no era parte de ese mundo.

JinYoung de solo pensar que su hijo ahora tendría veinte años, lo ponía ansioso, y en verdad quería verlo, quería ver cómo había crecido, que es lo que había hecho el tiempo con él. Sabía que su hijo era guapo, pero no sabía cómo habría afectado en su crecimiento el ambiente en el que se vio obligado a involucrarse. Él... él solo quería ver a su hijo tanto como lo anhelaba YongSun, WheeIn y todos en la estación de policía, aunque más específicamente la oficial Moon, el muchacho Song y el joven Wong.

Si algo había sucedido en aquellos intensos y tortuosos seis años, es que la policía había cerrado varios canales correspondientes al tráfico de drogas, y habían llegado a una pista que podría dirigirlos hacia donde estuviese su hijo, aunque no estaban del todo seguros.

Quedaban cuatro prostíbulos por investigar relacionados con el tráfico de drogas, y uno de ellos podría tener a su hijo, si es que aún lo mantenían en la ciudad o los alrededores. Sin embargo, cuando lograsen llegar de manera legal a aquellos prostíbulos, y su hijo no estuviera en ninguno de ellos, todas sus esperanzas podrían desmoronarse. Su hijo podría haber muerto hace años, como podría haber sido llevado al extranjero y jamás lo podrían encontrar.

* * *

–Entonces quedarían "Jungle", "Rodeo", "Black Rose" y "Savage" estos cuatro prostíbulos tienen relación con el tráfico de drogas y están más cerca de nuestra área. Supuestamente todos aquellos trabajadores allí están de manera voluntaria, pero debemos continuar investigando, debemos seguir descubriendo los canales de tráfico y debemos buscar la manera de sacarles algo de información a los "dealers" que nos sirva para nuestra investigación. Hemos estado durante años ocupándonos de este asunto en paralelo a los demás, y creo que ya sería hora de ir cerrando el asunto de una buena vez...–

Hablaba la oficial Moon muy decidida y seria frente a sus compañeros y superiores.

–Sé que no será fácil, pero ya hemos cerrado tres clubes, podemos con cuatro más en caso que en verdad oculten algo ilegal, que de seguro lo hacen–.

Uno de sus superiores asintió y la oficial tomó asiento.

–Bien, como encargado del escuadrón de inteligencia, me encargaré de buscar a mis mejores hombres y dejarlos a disposición de lo que necesiten. Coincido con la oficial Moon, esto debe de acabar de una buena vez–.

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