Capítulo 14

14 5 1
                                    

SiCheng andaba bastante inquieto, y nervioso, y tanto SeongHwa como San lo habían notado, pero hasta ahora no habían tenido oportunidad de hablar con él, y ambos sospechaban que era por causa de ellos dos, pues desde que sucedió aquello hace una semana, SiCheng ya no podía mantenerles demasiado tiempo los ojos encima.

San creía que en verdad SiCheng los había escuchado y estaban algo preocupados de lo que pudiera decirle o comentarle a Nero, pero SeongHwa en cambio pensaba que lo que le sucedía al menor, era otra cosa.

Quizás ambos tenían razón, en cambio YeoSang solo se reía cada vez que los veía interactuar juntos, pero nunca les dijo nada, ni bueno ni malo. SeongHwa se sentía algo apenado cuando miraba a YeoSang y este le sonreía ladino, y lo miraba con cierta diversión. Sin embargo, ambos pelinegros decidieron, o al menos intentaron ignorar a YeoSang cuando los miraba de esa manera. A San realmente no le importaba mucho, era SeongHwa quien era un poco más consciente de lo que realmente habían hecho. Y era muchísimo más consciente de que fue realmente un gravísimo error ceder ante los hechizos de San. Ya que ahora en verdad cuando pensaba que San estaba con alguien más, en verdad se sentía enfurecer. Y lo que lo enfurecía peor, era que San parecía ser el mismo de siempre, parecía ser como si aquella noche nunca hubiese sucedido. San en verdad era muy bueno fingiendo. Fingiendo que esa noche no provocó a SeongHwa. Que esa noche no le entregó su primer beso, que no le mostró esas expresiones que jamás le mostró a nadie. Era bueno fingiendo que esa noche no lo llamó <<cariño>> en ningún momento... como solía llamar a sus clientes. San era demasiado bueno fingiendo que esa noche no lo disfrutó en lo absoluto, y que él solo fue uno más del montón. Y eso en verdad le dolía demasiado, pero tampoco podía dejar de ver por él. SeongHwa tal vez se había convertido en una especie de esclavo por San.

San en cambio, desde que compartió aquella noche <<clandestina>> con su hyeong más que nunca continuó con su imagen de niño promiscuo, travieso y despreocupado. Después de todo no quería volver a pensar en ello, ya que ya había obtenido lo que quería.

San estaba en la barra hablando con YooRim quien estaba en la barra ahora cuando de repente un tipo se le acercó por detrás, y cuando se giró se sorprendió al ver de quien se trataba.

–Hola precioso, tanto tiempo...–

Esa sonrisa y voz amable como la última vez, San lo miró sorprendido por unos segundos, pero después sonrió como era habitual en él y prácticamente de inmediato se le pegó a su cuerpo.

–¿No vienes por SeongHwa hoy? ¿Lo has cambiado? –

Preguntó divertido mientras comenzaba a jugar con la corbata del mayor.

–De hecho, lo estaba buscando a él, pero no puedo encontrarlo, entonces te vi a ti y decidí acercarme a preguntar–.

Habló aquel hombre amablemente mientras con la misma energía quitaba la mano de San de su corbata ya levemente aflojada.

San se quedó sorprendido ante aquellas palabras y se sorprendió cuando sintió la necesidad de empujarlo e irse de allí.

–SeongHwa está ocupado en estos momentos, por lo que no lo puede atender. ¿Puedo reemplazarlo, o solo le pertenece a él... HongJoong-ssi? –

Preguntó divertido, pero en el fondo aquellas palabras fueron dichas de manera *ponzoñosa.

–¿Sabes si tardará mucho? –

San en verdad no quería contestarle, pero una vez más habló con su habitual tono provocativo y divertido.

–No lo sé, depende, ¿quieres otro trío? No sé si pueda manejarlo, este es su segundo cliente...–

Flores NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora