Capítulo 5

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YongSun como era costumbre estaba nuevamente en la comisaría exigiendo respuestas, y como era costumbre a pesar de ya haber transcurrido un mes seguía obteniendo la misma respuesta:

"No hemos podido avanzar en el caso, lo sentimos mucho".

YongSun ya a estas alturas estaba harta, estaba cansada de armar un escándalo y gritarles incompetentes o ineptos, o cualquier insulto similar o peor, por lo que solo asintió y se fue a trabajar. Porque sí, porque a pesar de que en verdad extrañaba horrores a su pequeño Hwa, ella debía de seguir con su vida. Además de eso, que si no lo hacía sabía que iba a terminar cometiendo una locura. Su marido, JinYoung también se vio obligado a volver al trabajo, y realmente a pesar de que ambos parecían continuar con sus vidas normalmente, nadie sabía que su corazón estaba prácticamente destrozado, que ya no existía, que ambos sentían un gran agujero, un doloroso vacío, por más paradójico que sonase aquello, en su pecho. Ellos parecían en verdad unos zombis, completamente muertos por dentro.

Ambos sonreían en público cuando necesitaban atender a algún cliente o algo, pero la verdad era que ellos prácticamente estaban en modo automático. Con el paso del tiempo, la gente, o al menos los clientes que iban regularmente al negocio, y eran atendidos por YongSun comenzaban a notar que aquella pelinegra ya no era la misma, que ya no sonreía tan enérgicamente como lo hacía antes.

WheeIn también estaba completamente agotada, exhausta, pero a pesar de ello aún seguía al lado de los señores Park. También se había hecho casi amiga de la oficial Moon, pues ella era conocida por ser siempre el paño frío que lograba tranquilizar efímeramente tanto al señor Park como a YongSun. Y la oficial Moon en verdad se lo agradecía, a lo que WheeIn sin darse cuenta también comenzó a preocuparse por aquella oficial. Porque no solo ella estaba agotada o exhausta, la oficial Moon también comenzaba a verse demacrada y cansada, por lo que, si ella podía ayudar, aunque sea una mínima parte a hacerla sentir mejor, lo haría...

WheeIn finalmente lo había logrado cuando una vez se animó a dejarle o mejor dicho ofrecerle un pequeño recipiente con aperitivos que podrían funcionar de almuerzo o cena a la oficial Moon. Esta en verdad se sorprendió cuando la chica le ofreció comida. Pero tampoco pudo negarse, porque también sabía que ella se había esforzado en cocinar aquello y sería muy maleducado de su parte rechazar su esfuerzo, por lo que tímidamente lo aceptó. WheeIn a partir de ese día comenzó a tomar un poco más de confianza con la oficial y a pesar de que sentía que podía ser amiga de ella, ella parecía poner una barrera invisible. La cual no le permitía a WheeIn tratar a aquella oficial que no fuera con respeto manteniendo siempre una distancia prudente en su relación y eso frustraba un poco a la castaña, pero supuso que era parte de la personalidad de aquella oficial. O que realmente estaba siendo profesional y a pesar de que ya se conocían un poco más, no permitiría que su relación evolucionase más allá de ser <<la chica que de vez en cuando le lleva el almuerzo o cena a la oficial Moon>>.

Sin embargo, los señores Park, WheeIn y la oficial Moon no eran los únicos que se sentían más que frustrados, desesperados y exhaustos. MinGi también había sido arrastrado a ese ambiente y su personalidad tan amable y luminosa se había ido opacando poco a poco a partir del día en que se enfrentó a la oficial Moon y pidió o más bien rogó que lo aceptara como su ayudante en el caso. ByulYi en un principio en verdad se negó a aquello, no obstante, MinGi siguió insistiendo hasta que finalmente dijo aquellas palabras que lograron meterlo dentro del caso:

"Por favor oficial Moon, déjeme entrar al caso, no estoy haciendo uso de su pequeña predilección por mi persona, yo... en verdad quiero encontrar al niño Park y a los demás si es que todavía estamos a tiempo. Tal vez podríamos abordar el tema por otro lado y eso nos lleve poco a poco al objetivo...".

Flores NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora