Capítulo 18

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YunHo cerró sus ojos, suspiró y abrió su boca para luego volver a cerrarla y colocarse sus manos en su rostro en gesto de frustración. La oficial Moon frunció el ceño y se acomodó en su asiento y carraspeó su garganta.

–Señor Jeong... hable por favor. Si vino hasta aquí y a esta hora es porque realmente estaba decidido a hacerlo, ¿o prefiere que lo meta preso por cómplice? –

–¿¡Meterme preso!? Ni-ni siquiera sabe que puedo decirle, no puede meterme preso sin pruebas de que soy un cómplice o algo por el estilo. ¡Esto no es lo que me prometieron! ¿¡O es que ha dejado ver sus verdaderas intenciones!? ¿¡Oh es que realmente pensaron que podían engañarme asegurándome una identidad nueva y dinero, para luego meterme preso por todas mis palabras!? ¡Esto no es lo que MinGi me dijo! ¡No diré ni mierda ahora! –

–¡SEÑOR JEONG! –

–¡Váyase al diablo! ¡No puedo creer que realmente estuve a punto de cometer el peor error de mi vida! No. El peor no. El peor... ya lo cometí... debí saberlo, ¡maldición! ¡Me voy de aquí! –

–¡Señor Jeong! ¡Usted no puede irse así sin más! ¡Dijo que tenía información valiosa! Y no podrá abandonar el lugar hasta decirla–.

–¿Quieres información valiosa? Bien... puede buscarse otro maldito imbécil que le crea sus palabras de brindarle un mundo perfecto. ¡Maldición! ¡Maldito el día en que me dejé convencer por esos putos labios y esa estúpida mirada de amor! –

YunHo se puso de pie y antes de que la oficial Moon pudiera salir de su lugar y detenerlo, YunHo gracias a sus largas piernas ya había llegado a la puerta y cuando la abrió se encontró con MinGi haciendo guardia en la puerta.

–¿¡YunHo!? –

–¡Vete al diablo Song! ¡Tú y tus estúpidos trucos para engatusarme! ¡JongHo tenía razón! ¡Eres una zorra! –

MinGi quedó helado ante aquellas palabras y a su vez por la mirada sorprendida y confundida de MoonByul-ssi ante las palabras del alto. MinGi miró intercaladamente entre su jefa y YunHo y se sorprendió cuando su voz salió por si sola.

–¡YunHo! ¿¡Dónde vas!? –

–¡Ni pienses que me voy a creer que te preocupas por mí! ¡Ya estoy muerto desde que decidí venir a este maldito lugar a hablar y tú lo sabías y no has hecho nada para evitarlo! ¡Vete al puto infierno y aléjate de mí! –

MinGi frunció el ceño y comenzó a ir detrás de él, pero su jefa lo detuvo.

–Déjalo... no puedes hacer nada. Estás de guardia hoy...–

–Oficial Moon. Creo que usted tanto como yo sabe que no puedo dejarlo así...–

–¿Qué relación tienes con él para arriesgar así tu trabajo por él? –

Habló nuevamente Moon haciendo que el corazón de MinGi se encogiera. Y allí estaba esa sensación que realmente había estado evitando sentir, por la cual realmente se apegaba tanto a las reglas y al sentido de justicia. Pero luego apareció YunHo en su mundo y... aquello también era importante para él, ir tras YunHo también se sentía como algo justo, algo que debía hacer.

–Lo siento... sé que estaré abusando de su confianza, pero por favor, necesito que me cubra. No puedo... no podemos dejarlo así. Él es importante...–

–¿Para ti o para nosotros?... –

MinGi tragó saliva.

–Ambos...–

Dijo sin más y se soltó del agarre de la oficial y salió corriendo detrás de YunHo quien esperaba que estuviera por la zona aún. Corrió por aquel largo pasillo y sacó su móvil e intentó marcarle, pero este no le contestó, por lo que insultándose a sí mismo continuó corriendo hasta que llegó a la entrada y allí vio a la chica rubia detrás del escritorio.

Flores NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora