Capítulo 21

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San estaba terminando de acomodarse su crop top de vinilo, mientras que SeongHwa terminaba de abrochar su pantalón de vestir. Estaban listos para comenzar una noche más, pero algo en el ambiente se sentía diferente. SeongHwa tenía un mal presentimiento, mientras que San acudiendo a su siempre personalidad juguetona intentó calmar al mayor, y desacreditar su preocupación. A SeongHwa realmente aquello no le cayó bien, pero no dijo nada, porque no valía la pena decir nada, solo intentó lidiar con esa sensación de nervios que no había experimentado más que unas cuatro veces en su vida como máximo. Cuando lo secuestraron, cuando tuvo que atender su primer cliente, cuando... lo violaron, y hoy...

–¿Estás listo hyeong para chupar algunas pollas? –

Habló divertido y burlón San enfatizando de manera discreta que no tenía nada de qué preocuparse. Pero SeongHwa simplemente no dijo nada, solo frunció su ceño y tragó saliva en disgusto, ciertamente las felaciones no eran su cosa favorita en cuanto a lo sexual, o al menos no en personas extrañas y desagradables como la mayoría de sus clientes a excepción de San y HongJoong...

San liberó una risita burlona y chocó a SeongHwa a propósito mientras se adelantaba, en lo que el pelinegro mayor se quedó observando, algo hipnotizado debía admitir, la jodida espalda casi al descubierto de San. Esa prenda se mantenía sobre su cuerpo con una estúpida tira en su espalda, pero que poco iba a durar allí...

San sintió esa mirada en su nuca, en su espalda y sonriendo ladino y divertido se dio la vuelta y enfrentó al mayor, quien rápidamente al verse descubierto desvió su mirada hacia un costado mientras apretaba levemente sus puños a sus lados. San se acercó a él no pudiendo evitarlo.

–¿Qué pasa cariño? ¿Quieres ser el primero en quitarme la ropa? No me opongo, sabes...–

–No es momento de juegos San. Luego de lo que sucedió no entiendo como aún tienes ganas de jugar con fuego. Por el momento nos hemos salvado, pero quizás solo están esperando que bajemos la guardia para castigarnos o algo por el estilo. Nada ni nadie nos asegura que podemos confiar en esa mujer...–

–Buu, que aburrido, cariño. No es divertido así...–

–No tiene por qué ser divertido. Debemos trabajar ahora, con permiso–.

SeongHwa quiso adelantarse y dejar al pelinegro menor atrás, pero este lo tomó de la muñeca y se acercó a él, o más bien se pegó a él y haciendo levemente puntas de pie, le susurró al más alto.

–Cariño... ¿Lo olvidas? Hoy nos toca a los dos en la barra. Será una noche divertida y ocupada...–

San pellizcó el trasero de SeongHwa y este se exaltó ante aquella audacia del menor, pero entendía que ya estaba realmente en su modo <<trabajo, flor negra>>. Tragó saliva y se alejó nuevamente del menor, sin dudas era en verdad peligroso, y a la vez aterrador, como de un segundo a otro, podía aparentar ser otra persona completamente diferente. Si SeongHwa no lo supiera, juraría que se trataría de dos gemelos con personalidad muy similares pero diferentes. Sin embargo, si bien ese <<San>> era caliente y juguetón, él prefería el San <<detrás de bastidores>>, ese San que le decía <<Hyeong, o Hwa hyeong>>, que le sonreía con dulzura y que al parecer amaba dormir entre sus brazos...

SeongHwa intentó huir una segunda vez de la peligrosa tela y trampa de miel del menor, pero este una vez más no lo dejó.

–Vayamos juntos, cariño–.

Sonrió divertido el pelinegro menor y tomó la mano del mayor y lo guio hacia la barra. SeongHwa en verdad se resistió bastante, pero el menor parecía realmente decidido a no soltarlo. No hasta que estuvieron detrás de la barra y comenzaron a preparar todas las cosas, para una optimización de sus servicios.

Flores NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora