《Está vez no buscaré el amor》

«30»

—¿Segura que ya no te duele cariño?— preguntó dulcemente la señora Merry a Roseanne.

—Usted sólo diga lo que desee mi señorita y se lo daré—dijo Lina mientras observaba con preocupación a su ama.

"Lo que desee"

—Deseo que nana y Lina se queden a dormir conmigo—respondió en un susurro apenas audible Rosé mientras se colocaba en el medio de la cama.

Aquella respuesta simplemente desconcertó a ambas mujeres, pero sin rechistar se colocaron cada una a un extremo de la cama.

—¿Así está bien?—preguntó en un susurro Lina.

Rosé sólo se limitó a asentir con la cabeza a medida que cerraba sus ojos mientras podía sentir como ambas mujeres le proporcionaban palmaditas para que pudiera dormir.

Está acción hizo que las mujeres sintieran tanta nostalgia, era como volver a aquella vez donde Rosé les había pedido lo mismo.

Flash Back

En lo más alto de una fría y tétrica torre se encontraban dos mujeres y una niña dentro de una casita hecha de sábanas y almohadas leyendo una historia.

—Entonces el príncipe y la princesa vivieron felices para siempre, fin—terminó de leer la historia Lina.

—Muy bien, es hora de ir a la cama cariño—dijo dulcemente la señora Merry a la pequeña Roseanne.

Pero cuando las mujeres se disponían a levantarse para deshacer la casita y hacer dormir a Roseanne en su cama, la susodicha agarró la mano de cada una evitando que se movieran.

—Yo deseo que nana y Lina duerman conmigo aquí en la casita—dijo suavemente aquella niña de ojos jade.

Aquella confesión dejo completamente desconcertadas a las mujeres que no sabían como responder, era la primera vez que su señorita les pedía algo así, ya que para su edad era alguien muy independiente por eso algo como dormir sola no era nada para ella, pero que era de diferente está vez para que Rosé pidiese algo así.

En vista de que las mujeres no respondían a su petición Rosé volvió a hablar.

—Tengo miedo de los truenos.

Al escuchar aquella respuesta las mujeres cayeron en cuenta que la torre Park se volvía mucho más fría y sombría en días lluviosos como lo era ahora, y su señorita apenas tenía ocho años es normal que este tipo de cosas la asusten, después de todo no importará cuan independencia sea seguía siendo una niña.

Y sin más rodeos ambas mujeres se colocaron a los costados de la niña a modo de escudo para que el viento que se infiltraba atreves de las mantas no logrará enfermarla.

Roseanne no pudo evitar ocultar la sonrisa de satisfacción que sus labios deseaban revelar al saber que su plan funcionó, pero de cierta forma se sentía culpable por haberles mentido a su nana y Lina con respecto de por qué quiso que durmieran con ella.

Eso de tenerle miedo a los truenos fue una completa mentira, el verdadero motivo por el que no quería que se fueran de su lado era por qué desde que comenzó a vivir en la mansión Park constantemente sentía un miedo a la soledad, al hecho de poder ser abandonada en cualquier momento.

Ya que si su nana y Lina le dieran la espalda es algo que no sabría si su ya herido corazón pudiera soportar, ellas eran esa chispa de felicidad y calidez que la mantenían feliz.

Fin del Flash Back

Lo único que en este momento quería hacer Roseanne era olvidar aunque sea por esta noche todos esos recuerdos del pasado y el dolor y frustración que la abrumaban, por está noche se quería permitir ser una niña asustada del porvenir.