"Mi dulce Lina, es hora de que tú también seas libre y puedas tener la familia que siempre anhelaste"
-Así es, pero antes de irme quisiera que hicieras un último trabajo por mi-dijó Rosé, a lo que la joven de ojos verde olivo sólo se limitó a asentir con la cabeza-Podrías darme uno de tus vestidos Lina- no quería llevar nada del Ducado y eso incluye la ropa que alguna vez llamo suya.
Aún así Lina no dijo nada y sólo se fue a buscar un vestido.
"Aún cuando estoy por irme me pones por delante de ti"
El vestido que Lina le dió era el mejor vestido que tenía y se lo estaba dando como si nada.
Una vez la joven mucama terminó de arreglar a su señorita por última vez no pudo aguantar más todos esos sentimientos en su corazón.
-¡Se lo imploro mi señorita lleveme con usted!-empezó a suplicar a los pies de Rosé-¡Por favor...por favor lleveme con usted!-gotas cristalinas caían en las temblorosas manos de la joven mucama que se aferraban a los pies de la joven de ojos jade.
"Por favor no me deje mi señorita"
Lina jamás olvidaría la primera vez que ingreso al Ducado Park, algo que para una niña sin padres, sin hermanos, sin hogar, sin nada era sólo un simple sueño, jamás olvidaría lo que era sentir por primera vez dormir en una tibia cama y no en el frío suelo de las calles, lo que era comer un pan crujiente y fresco y no los desperdicios que encontraba en la basura, lo que era tomar agua cristalina y pura y no la agua sucia y asquerosa de un charco.
Y todo eso sólo pudo ser posible gracias a una pequeña niña aristocráta de apariencia angelical, todo eso nada más pudo ser posible gracias a su señorita Roseanne o su ángel como ella la llamó la primera vez que la vió.
Flash Back
Tanto nobles como plebeyos corrían a todo lo que podían para resguardarse de esa tormentosa lluvia que en cuestión de segundos fue capaz de mojar todo a su paso, pero entre todo ese caos un extravagante carruaje viajaba a todo lo que daba para llegar a su destino antes que la lluvia se pusiera más violenta.
Dentro de el iban una mujer de cabellos platino y una hermosa niña de cabellos rubio con matices rosa y unos excéntricos ojos de color cereza.
*Crac*
Un fuerte sonido seguido de unas leves sacudidas hicieron que el carruaje se detenga ocasionando el desconcierto de las personas dentro de el.
-Mi niña quédate aquí iré a ver qué sucedió-dijó aquella mujer para acto seguido salir del carruaje con un paraguas, luego de unos instantes de sólo escuchar el sonido de la lluvia se volvió a oír hablar a aquella mujer-Mi niña una de las ruedas del carruaje se desprendió así que espere ahí adentro hasta que podamos resolver el problema.
La niña sólo se limitó a obedecer a su nana, pero al ver como algo parecía moverse dentro del callejón que estaba al frente de su carruaje, tuvo una frenética curiosidad por saber que era así que agarró la manta con la que se estaba tapando y la puso sobre su cabeza para correr en dirección al callejón.
Al llegar allí pudo ver a una harapienta joven de cabello castaño y ojos verde olivo completamente empapada por la lluvia desplomarse a sus pies.
La niña no pudo evitar gritar por la sorpresa.
-¡AHH!
Aquella joven a penas podía escuchar los sonidos a su alrededor ya que en lo único que podía concentrarse era en la hermosa niña que la observaba.
"Acaso ya estoy muerta y está niña es un..."
-Ángel-esas fueron las únicas palabras que esa joven pudo pronunciar antes de perder completamente la conciencia.
Fin del Flash Back
En ese entonces ni en sus más locos sueños podía haberse imaginado que su vida cambiaría completamente y todo gracias a su señorita.
Luego de ese incidente en el callejón la señorita Roseanne la trajo al Ducado, y a pesar de las dificultades que tuvo que pasar para que la aceptarán como mucama aprendiz la señorita lo conseguio. Y con ayuda de la señora Merry logró con tan sólo quince años convertirse en una mucama competente.
Y el día que Roseanne la nombre su sirvienta personal ella no sólo juro servirla sino dar su vida por ella, porque esa pequeña niña de tan sólo siete años le demostró más misericordia que un adulto, con aquella niña que vio crecer vivió los momentos más felices de su vida, con aquella niña descubrió lo que era amar tanto a alguien y desear protegerla de todo.
Así que no podía dejarla ir o mejor dicho no quería, tal vez se había vuelto ambiciosa al querer pasar toda su vida con la señorita Roseanne, pero no podía imaginar un día en el que no pueda escuchar su voz pidiéndole un consejo o contándole cosas, en el que ya no pueda volver a peinar su sedoso cabello, maquillar su hermoso rostro.
"Mi señorita lo es todo para mí, por favor no me deje"
-Oh Lina levántate, a pesar que yo me vaya tu empleo no está en peligro-trató de responder serenamente la joven aunque en su corazón sienta un leve pinchazo.
A pesar de que sabía que debía dejarlas ir a Lina y a su nana no quitaba el hecho de que de cierta forma le dolía, al volver a ser Roseanne y pasar tiempo con ellas recordó que ellas fueron su más grande soporte en está horripilante mansión en el pasado.
Pero no podía dar marcha atrás no ahora, lo mejor para ellas es que se alejen de mi. Estaba por decir algo cuando fue interrumpida por su nana.
-Levantate Lina y ve a buscar tus cosas, iremos con nuestra señorita-le dijo en un tono serio la señora Merry.
"¿Cómo?"
No hubo nesecidad de decirlo dos veces ya que la joven mucama corrió a todo lo que daba, dejando en la habitación a una seria señora Merry y una intrigada Rosé.
-Niña tonta-le regaño dulcemente la señora Merry-En serio crees que te dejaríamos ir sola vayas a donde vayas nosotras siempre iremos contigo cariño, así que nada de peros y déjame terminar de arreglarte-dijo autoritariamente la mujer dando por terminada la conversación.
Aun si Roseanne quisiera reclamarle no podía porque sabía cuan necia era su nana, y aunque no quisiera admitirlo muy dentro suyo ese lado mezquino y egoísta de su ser estaba feliz de poder tenerlas con ella y no estar sola.
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《Está vez no buscaré el amor》
Historical Fiction-¿Qué tengo que hacer para que padre me ame? Rosé miró a la persona frente a ella con una cara manchada de lágrimas. Sin embargo, su padre, sólo la miraba sin emociones en sus ojos. -¿Tengo que ser como Rachelle?, ¿Entonces si me amarás?, ¿Entonces...