《19》

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"Deja de tener esa estúpida expresión en tu rostro Duque"

Desde el primer momento tú fuiste el que quiso deshacerse de Roseanne.Pero a diferencia del pasado en el cual implore por permanecer aquí está vez cumpliré con su mayor deseo.

-No veo el sentido de seguir permaneciendo en este lugar, donde no se me trata con el debido respeto que merezco y al cual jamás fui bienvenida, así o más claro Duque-dijo de forma arrogante la blonda.

Gradualmente la perpleja mirada del Duque se oscureció completamente volviendo a su inexpresivo rostro con la diferencia que ahora sus ojos destellaban ira.

"Ja,hasta que muestras tu verdadero rostro Roseanne, veremos si aún puedes mantenerte arrogante después de esto"

-¡Guardias!-gritó el hombre y en cuestión de segundos dos hombres vestidos con el uniforme de los caballeros del Ducado ingresaron-Llamen inmediatamente al abogado Monnier-ordenó el Duque mientras se dirigía a abrir el cajón derecho de su escritorio y sacaba un documento.

Apenas el Duque terminó de dar la orden los hombres salieron disparados a buscar al abogado que también había sido invitado al cumpleaños de la señorita Roseanne por lo que esperaban por el bien de sus cabezas que aún estuviera en la mansión.

De nuevo la habitación se sumió en un completo silencio de tal vez unos segundos pero para aquellos individuos en especial una joven blonda eran eternos.

*Toc,toc*

-Adelante.

-Con permiso su exelencia-dijo un hombre canoso, bajo, de edad avanzada pero que desprendía un aura respetuosa e imponente.

Rafael Monnier hijo mayor del difunto Conde Monnier y abogado de confianza de la familia Park.

-Dejemos aún lado las palabrerías y empezemos con el tema de verdadero interés-dijo de forma brusca el hombre albino-La razón de porque te nesecito es porque Roseanne solicita la anulación familiar.

Los ojos del hombre que casi ni se podían ver por las arrugas se abrieron desmesuradamente y miraron perplejo los papeles sobre el escritorio del Duque.

"¿Cómo era esto posible?"

-Ya que se aclaró el asunto a tratar podemos empezar con los trámites-dijo de forma despectiva Michael.

El hombre empezó a ordenar y llenar los papeles por unos minutos hasta que habló.

-Lady Roseanne podría acercarse, por favor.

A medida que la joven de ojos jade se acercaba al escritorio no sabía si sus piernas temblaban de la emoción o se trataba de algo más.

Necesito que firme aquí-señalo el hombre una parte en blanco del lado izquierdo de la hoja.

[Yo__________ solicito la anulación familiar con el fin de dejar de ser parte del linaje_____, haciéndome completamente responsable de mi persona y jurando jamás volver a solicitar nada de está familia...]

Mientras los ojos de la joven se ponían a leer el documento, la mirada del Duque no sé apartaron de ella ni por un segundo.

"Enserio planeas llevar este juego al máximo Roseanne"

Rosé agarró la pluma que estaba encima de la mesa y se disponía a firmar.

-Señorita, sabe que una vez firmado esté documento usted pasará a ser una noble desertora y dejará de gozar de lujos y comodidades para valérselas por si misma sin posibilidad de volver aquí nunca más-le cuestionó Rafael con un tono casi imperceptible de preocupación.

Es que como no iba a preocuparse por la joven Rosé la vio desde muy pequeña y a pesar de los rumores el sabía perfectamente que ella no era ese tipo de persona que todos decían sino una joven serena y sensata, razón por la cual no podía mejor dicho no quería creer que ella solicitará tal petición a menos que...

"La llevaron a su límite, ojalá no sea demasiado tarde cuando lo noté Duque"

-Lo tengo bien en claro-respondió secamente la joven y firmó sin más a pesar de que un punzante y agudo dolor se instauró en su corazón.

Claro que estaba conciente de todo y de lo que es ser una noble desertora, en esté mundo se les llamaba así a los nobles que renunciaban a sus títulos sin más, cosa que para los demás nobles era una completa herejía política siendo que para un noble nada es más importante que sus títulos y como castigo por esa traición los condenaban al ostracismo social, esto sólo le estaba ocasionando una piedra más en su camino para ser una doctora pero eso era mil veces mejor que seguir rodeada de esté sofocante lugar.

El Duque agarró la pluma y se disponía a firmar pero lo interrumpió un sonido.

*Pam*

La silla donde Rosé se estaba sentado cayó al suelo, ella se levantó y caminó en dirección a la salida, deteniéndose a unos centímetros del pomo de la puerta.

"Que te sucede aún te duele que te esté dejando ir tan fácilmente, no seas estúpida Yang"

-A partir de ahora espero jamás volver a tener ningún tipo de contacto con la familia Park, su exelencia-dijo la joven haciendo una reverencia antes de salir de ahí y subir a su ahora ex habitación.

*Carcajada*

La joven comenzó a reírse como si le hubieran dicho el mejor chiste del mundo pero eso no contrastaba con su interior dolido.

Toc,toc

-Adelante-respondió recobrando la compostura Rosé.

-¡Mi niña!-exclamó preocupada su nana a la par que la miraba con ojos llenos de preocupación y confusión.

"Oh nana, pensé que despedirme de ti no resultaría tan doloroso,pero es por tu bien, deseo que seas la persona más feliz del mundo y lamento todo el daño que te cause"

-Señora Merry será mejor que no se preocupe por una noble desertora como yo.

El rostro de la mujer se volvió completamente pálido, que acababa de decir, qué fue todo ese alboroto en el estudio del Duque.

-Es...to no puedo ser posible, ¡Debe ser un error!-exclamó histéricamente la mujer, algo tan fuera de lo común en la dulce y tranquila señora Merry.

-No lo es, yo misma tome esa deci...-antes que pudiera terminar de responderle su nana salió despavorida, acción que la preocupo.

Tenía la intención de ir tras ella pero su camino se bloqueó por una cabizbaja Lina.

-¿Es cierto que te vas mi señorita?-preguntó casi inaudiblemente la joven sirvienta.

《Está vez no buscaré el amor》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora