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Roseanne miró por última vez aquel enorme cuarto que alguna vez llamo suyo, aquel que fue el testigo de sus lágrimas, frustraciones y sus pocos momentos de felicidad.

Sin más salió de ahí deteniéndose en las escaleras que daban a la puerta principal.

Lentamente bajo cada escalón ante la atenta mirada de los sirvientes de la mansión y Máximo el único miembro de la familia Park que estaba presente, él cual no le dijo absolutamente nada incluso cuando paso cerca suyo.

Pero si detuvo a su nana que venía atrás de ella con Lina.

Enserio nos abandonarás por ella!-grito colérico el joven.

-Joven Máximo será mejor que se replantee quien es el que abandonó a quien-cuestionó la mujer tranquilamente y siguió su camino.

Tal como paso en el interior de la mansión, afuera la esperaban más sirvientes y un carruaje que las escoltaria hasta la capital donde ella tendría que valérselas de si misma.

"Ja, que considerado es usted Duque"

-Lo veo y no lo creo.

-Es enserio que la arrogante señorita Roseanne se va.

-Por lo visto es cierto que Lady Roseanne a perdido la cordura.

-Es bueno que al fin le hayan dado el castigo que merecía, mira que atacar a la probre señorita Rachelle.

El camino hasta el carruaje estuvo lleno de murmullos y burlas de parte de los sirvientes que rápidamente fueron callados por la mirada de su nana, incluso ahora que se estaba llendo la Señora Merry seguía siendo alguien que destilaba respeto e imponencia.

Al llegar al frente del carruaje no pudo evitar mirar hacia atrás y ver esa gran arquitectura que alguna vez estúpidamente llamo un hogar y al que ansiaba ir.

Flash Back

-Nana tú crees que mi padre y hermanos se pondrán felices cuando me vean llegar al Ducado-preguntó esperanzada aquella niña de ojos fucsia.

-Claro que si mi niña, a penas te vean estarán encantados contigo- respondió la mujer con un tono a penas imperceptible de inseguridad.

-¡Estoy tan feliz!-exclamó vigorosamente aquella niña-Al fin mi padre y hermanos estarán conmigo y seremos una familia como la de los cuentos que me lees nana.

Fin del Flash Back

En ese entonces era tan pequeña y soñadora como para pensar que realmente está mansión más que el lugar de sus sueños fue el lugar de sus pesadillas.

"Que estúpida"

Bruscamente volteó hacia el frente y entro dentro del carruaje seguida por su nana y Lina, aún así el carruaje no se movía ya que esperaban que Roseanne diera su aprobación.

-Andando.

Apenas se terminó de dar la orden el carruaje se movió, pero antes que pudieran pasar por las enormes rejas del Ducado unos gritos sorprendieron a todos, más bien la persona que lo hacía fue la sorpresa.

-¡No, hermana no te vayas!- una desesperada Rachelle salía corriendo del interior de la mansión seguida de la segunda duquesa.

-Rach, cariño detente-trataba de persuadir a su hija la mujer de cabello negro.

-¡Hermana!-venía corriendo la joven de ojos morados en dirección al carruaje.

-Cochero, acaso no escuchaste que te dije andando-reclamó la joven de ojos jade sin siquiera inmutarse por los gritos.

El carruaje quedó inmóvil por unos segundos que parecían eternos hasta que siguió su camino, logrando que así las rejas se cerrarán rápidamente, evitando que Rachelle pudiera seguir corriendo tras el carruaje.

-¡Rachelle!- gritó Máximo al ver a su hermana caer de rodillas frente a las rejas del Ducado.

-¡Abran las rejas, no dejen que se vaya!- decía histéricamente la joven mientras zarandeaba las enormes rejas.

-Rach detente-dijo Máximo mientras agarraba a su hermana por los hombros y la alejaba de ahí.

-Suéltame, no es a mi a quien tienes que detener sino a Rosé- decía frenéticamente Rachelle mientras trataba de soltarse del agarré del joven.

El joven mentiría si dijera que la repentina actitud de su siempre dulce y tranquila hermana menor lo desconcertó demasiado, Rachelle jamás había hecho un escándalo así antes.

Pero sin importarle las protestas que hacía la cargó sobre sus hombros y la llevo dentro de la mansión seguido de su madrastra.

Al entrar adentro las puertas fueron rápidamente cerradas evitando así otra posible fuga.

-Suéltame-espetó en un tono antinatural la joven de ojos morado, dejando no sólo está vez al joven de cabello blanco perplejo sino a su madre también.

Rápidamente el joven bajo a la muchacha para ver que en su rostro no había rastro alguno de su siempre dulce semblante sino todo lo contrario.

-¿Qué fue todo ese escándalo allá abajo?-preguntó un serio Duque que venía bajando las escaleras junto con Maximiliano.

Nadie dijo nada dejando el lugar en un incómodo silencio.El cual se rompió por una quebradiza voz.

-¿Por qué?-preguntó la joven que se había mantenido callada y con la cabeza baja-¡¿Por qué?!-volvió a preguntar pero está vez más fuerte.

-¿Qué sucede Rach, qué es lo que te molesta?-preguntó Maximiliano mientras se acercaba a su pequeña hermana.

Pero para la nueva sorpresa de todos ella se aparto rápidamente del alcance del joven dejando a esté con los brazos extendidos y se dirigió hasta su padre.

-Dime que es una mentira que mi hermana ya no es una Park-dijo esperanzada la joven- ¡Dímelo padre, dime que es mentira y que mi hermana volverá!-gritó desesperada la joven.

Pero nuevamente no hubo respuesta, en su lugar sólo había un silencio aún más pesado.

-Rachelle, deja de referirte a esa mujer como parte de nuestra familia cuando claramente ya no lo es, al fin se dió cuenta que un ser tan despreciable no es digno de llevar el apellido Park-dijo tranquilamente Máximo.

"Despreciable dices"

Rachelle no podía creer o mejor dicho se negaba a creer que su hermano pudiera decir palabras tan crueles.

-Rachelle será mejor que dejes de preocuparte por esa mujer, a fin de cuentas ella ya no es alguien relevante para el Ducado-dijo está vez Maximiliano defendiendo la respuesta de su hermano.

"No es relevante"

Como podía ser posible que sus hermanos y padre fueran capaces de ser unas personas tan insensibles.

Y en ese momento a Rachelle se le vino a la mente aquellos recuerdos con los que había amanecido un día y que ella quería creer fielmente que todo nada más se trataba de una pesadilla pero ahora sabía que eran la pura realidad.

Ahora sabía que eran vagos recuerdos de una vida pasada en donde también su hermana Roseanne era blanco de innumerables malentendidos e injusticias que la llevaron a la muerte.

Ella había jurado protegerla está vez pero nuevamente había fracasado.

"Eres una completa fracasada Rachelle"


《Está vez no buscaré el amor》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora