Capítulo diez

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DASH PARR

Buscaba a ____ de nuevo, un día después de nuestra cena como "amigos". Ella se encontraba de nuevo bajo las gradas. Levantó la mirada de su libro para observar como me acercaba.

-Hoy no conseguiste asustarme, Parr, una pena.- dijo ella sarcástica.

-Tampoco era mi intención hacerlo.- respondí encogiendo mis hombros. -¿Qué lees?- pregunté.

Ella cerró el libro y le dio la vuelta para que pudiera ver el nombre. El Principito.

-¿Ese no era un libro infantil? Recuerdo que nos lo hicieron leer en cuarto de primaria.- mencioné sentándome en el suelo, a su lado. -¿Que?- pregunté cuando vi que me miraba sorprendida.

-A ver, se supone que es un libro infantil, pero es un tema que te puede conmover a cualquier edad. Te puede abrir abrir los ojos en muchos aspectos.-

Le arrebaté el libro de las manos suavemente y abrí el libro a una página cualquiera. Comencé a leer en voz alta el segundo párrafo, que tenía subrayado en lápiz.

- Y volvió hacia el zorro.
-Adiós- dijo.
-Adiós-dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencian es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí con mi rosa...-dijo el principito, a fin de acordarse.- También vi que había cosas escritas en los bordes,
también a lápiz. -Se refiere a que no solo se tiene que ver, sino que también hay que sentirlo, comprenderlo...- no pude seguir leyendo, pues sonó la campana, avisando que los demás ya habían salido de la tercera hora que nosotros nos saltábamos por la ausencia de la profesora. ____ me quitó el libro levantándose y metiéndolo en su mochila. Me ofreció una mano para ayudarme a levantar y la acepté. La acompañe hasta su taquilla que era la más cercana a donde nos encontrábamos mientras le preguntaba qué materia le tocaba.

-Mates. Lo odio.- respondió ella abriendo su casillero y sacando ese mismo libro.

-Yo también tengo mates.-

-Sí, pero las avanzadas. Alguien como yo, una simple matemática de media no se enteraría ni del día en una clase como la de vosotros, los matemáticos avanzados.- exageró, como si estuviera narrando.

-Si quieres te podría ayudar en mates. No es por alardear, pero se me dan bien- añadí a la vez que íbamos en dirección a donde mi taquilla se encontraba. Ella rió.

-Si no te importa me voy yendo a mi clase. Está en la tercera planta y la profesora exige la puntualidad.- dijo mientras yo abría el casillero.

-Sí, claro. Nos vemos luego.-

Agarré su cara con una mano, levantándola y dejando un beso en su frente. Sus mejillas se sonrojaron levemente y una curva se formó en su boca.

-Ciao- dijo pasando a mi lado, dirigiéndose a las escaleras.

Esas mariposas que ____ me hacía sentir, estaban presentes en ese momento, intentando volar más alto que nunca.

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Sé que ha sido un laaaaargo tiempo sin actualizar y, no os voy a mentir, me siento culpable por ello. Además, este mini capítulo ha sido lo único que he podido escribir con la vuelta a clases y todo ese rollo.
Espero que vosotras estes bien.
Hasta el próximo capítulo, besitos en la frente <3

Nada es para siempre, excepto lo nuestro// Dashiell Robert Parr y ____ PaladinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora